Un ruido molesto me despierta, trato de buscar el despertador en la mesita de noche pero no está, molesta me levanto de la cama y veo el jodido despertador corriendo por la habitación en estos momentos estoy odiando a Amazon y a mi madre por su extraña obsesión de comprar cosas por internet, trato de alcanzar al despertador que no para de correr por toda la habitación para apagarlo, algo que no puedo negar es que si me despertó, cuando logro agarrarlo veo a mi madre con una sonrisa en la puerta.
-Mi mejor inversión de la semana- la observo porque mi humor no esta muy bueno en la mañana, - aparte de que te despiertas a tiempo haces ejercicio, amo Amazon- exclama saliendo de la habitación.
Trato de tranquilizarme para no tirar el aparato contra la pared. Mi mantra para cuando estoy molesta es “chicos sexys en ropa interior”. Con esto en mente entro al baño con intención de ducharme, pero me quedo en el espejo observando mi reflejo, chica de estatura promedio, cabello oscuro, ojos oscuros, mi color de piel me gusta llamarlo canela pasión ya que no soy blanca pero tampoco soy morena, es una mezcla un poco extraña. No puedo para de compararme con las chicas de películas o los libros que me gusta leer, son hermosas siempre con un cabello como el oro, la piel tan pálida como la nieve, ojos claros y un cuerpo de muerte, me pregunto si existe un prototipo para ser la protagonista, en fin, entro a ducharme para no perder mas tiempo.
Al salir del baño me siento en una esquina de la cama mirando a la nada pasan varios minutos donde me pregunto la razón de la existencia, hasta me cuestiono la creación del universo, cundo la puerta de mi habitación de abre con un estruendo.
-Tiffany, enserio necesito que me prestes tu vestido celeste -entra mi hermana directo al almario, me gustaría que fuera Narnia para empujarla dentro y dejarla encerrada ahí por unas semanas.
-Rigoberta cuantas veces te dicho que no entres a mi habitación sin tocar primero.
- Mi nombre no es Rigoberta, deja de llamarme así y no abriera la puerta si le pusieras seguro- dice con el vestido celeste en las manos.
- Bien tienes lo que quieres ahora sal para poder arreglarme- digo poniéndome de pie y sacándola de la habitación, esta vez si me aseguro de ponerle ponerle candado a la puerta.
Busco algo en el armario que ponerme, jeans, poloche y mis van’s, me peino el cabello como puedo y me miro al espejo no voy a decir que no me encantaría maquillarme y todo eso, pero por mas que veo tutoriales en YouTube nunca logro entender como es que lo hacer.
Recojo mis cosas mientras bajo las escaleras para desayunar, cuando estoy ahí veo a mi madre tratando de entender como funciona el nuevo picador de fruta que compro, mi padre leyendo algún expediente de sus casos en la corte y mi hermana subiendo fotos de su desayuno a Snapchat.
-Buen día familia- digo entrando, y tomando una manzana para desayuna.
-Viste el nuevo vecino de enfrente Tiffany- dice mi madre mientras lee el manual del picador de fruta.
En ese momento pienso en todos los libros donde el vecino es un sexy chico misterioso, que termina enamorándose de la chica de enfrente y tienen sexo alucinante.
-No, pero más tarde tratare de pasar a saludar- digo poniéndome de pie y tomando las llaves del carro- Mami creo que pasare por el parque antes de llegar a la casa, cualquier cosa te aviso por WhatsApp- Digo abriendo la puerta.
- Sabes que no me gusta que vayas a ese lugar- escucho decir a mi padre, No le respondo solo grito que los amo y salgo de la casa.
Mientras voy conduciendo pongo música de One Republic, me gusta mi auto un Nissan 370Z mi regalo por mis 17 años, pienso en cómo debería ser pero no soy, primero mi nombre Tiffany, todas las perras se llaman así, tengo una lista de nombres que los libros me han enseñado a no confiar en ellos entre ellos esta Marcie, alguna vieja pervertida que se llame Robinson, muchos mas y mi nombre Tiffany típica chica fresita con dinero, no voy a negar que mi economía es muy buena gracias a mis padres pero siento que el dinero no lo es todo, sigo pensando que en mi vida falta algo y eso es mi independencia cuando salga a la universidad.
Llego al parqueo del instituto y me estaciono, lo primero que veo son las islas o así lo llamo yo, los grupos sociales, donde están los populares, los nerds, los normales, los ricos, los que tienen becas, los califico como islas porque cada uno vive en su territorio, pero en el mismo mundo. Yo realmente no se ha cual pertenezco porque normalmente las chicas platicas suelen abusar de los que están en otros grupos, pero conmigo no son de esa forma ya que estamos en el mismo nivel social y no les conviene que le diga a mi padre que me molestan, mi padre tiene mucha influencia en este pueblo, y si soy una hija de papi que le va con el chisme.
-Estúpida me dejaste tirada anoche- escucho a Gaby decir mientras me empuja.
-Disculpa no quería interrumpir tu examen a la garganta de Maik mientras bailan o tenían sexo con la ropa- digo con cara de asco recordando la obscena escena de mi querida amiga anoche en la fiesta.
-No exageres- dice con las mejillas rojas- Y esa no es excusa pada dejarme ahí, so sabes lo que tuve que hacer para poder llegar hasta mi casa.
-Esta bien lo siento, no vuelve a pasar- digo dirigiéndome hacia la entrada del instituto.
-Bien espero que sea verdad si no quieres que le eché acetona a tu lindo carro- dice dándome una nalgada mientras sale corriendo.
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Editado: 13.07.2018