Al llegar al parque me invade esta sensación de tranquilidad que tanto me encanta, se que cuando me vaya de este lugar no encontrare algo como esto, camino por el sendero hasta llegar a mi lugar favorito, es un claro donde se puede observar el pico de la montaña, me encanta este lugar puedo pasar horas admirando este paisaje, saco el libro que estoy leyendo y me dispongo a leer algo sobre un chico que despierta con cuernos y puede hacer que las personas les digan sus mas oscuros secretos, raro pero me gusta.
No se cuanto tiempo paso leyendo, cuando de repente escucho un aullido que me pone nerviosa, sé que en este bosque hay animales salvajes pero nunca puede ver uno, cuando observo hasta el pico de la montaña logro ver un lobo de un tamaño exageradamente grande, tan negro como un carbón y no sé cómo diablo pude ver que tienes los ojos azules así como los de un perro husky, si otra persona me contara esto diría que si estaba drogado cuando vio a ese animal, pero no aquí estaba yo cuestionando mi cordura o si debo ir al oculista.
-Ay Diosito, si esta es una señal para decirme que debo de ir a la iglesia juro que voy el domingo- pienso en vos alta mientras recojo mis cosas para irme.
Escucho otro aullido que me hace volver la vista hasta el enorme lobo, se me eriza la piel y se me acelera el corazón, supongo que eso es miedo, veo que este me observa con una fijación que me pone nerviosa si no fuera un animal pensaría que esta haciendo un duelo de miradas, volteo a terminar de recoger mis cosas cuando escuchó otro aullido más cerca.
-patitas para que te tengo- digo mientras corro hacia mi carro.
Al llegar a la casa son las 7:30 y es raro que no encuentre a mi madre en la cocina ni mi padre en el despacho, voy hacia la nevera para buscar agua cuando veo una nota que dice:
“fuimos a visitar los nuevos vecinos
te quiere tu mami XOXO”
tarto de no reír, en verdad me van a hacer mucha falta cuando me vaya, voy por las escaleras cuando el timbre suena, voy a abrirla y no me sorprendo para nada al ver a la persona que está enfrente de mí.
-Dios mío, pero si no te has bañado todavía- me dice Gaby mientras me ve con su cara de desaprobación. No puedo evitar ver que lleva un vestido super ajustado y mucho maquillaje.
- ¿Vamos a una fiesta en lunes? -no puedo evitar preguntar.
-Estúpida recuerda que vamos a ir a conocer a tu vecino papacito, por lo que escuche es un ardiente latino- ruedo los ojos saliendo de la casa para ir a conocer el tan preciado vecino.
-Bien si quieres ir como una pollocera dejarme más territorio mejor- dice Gaby mientras camina a mi lado.
Al llegar a la casa del vecino y tocar el timbre, la que abre la puesta es mi madre con una gran sonrisa, que al ver a Gaby al lado mío crece a un más.
- ¿Vas para una fiesta Gaby? - dice mi mama con un brillo de diversión en los ojos que no llego a entender.
-No señora Smith, solo vengo a saludar- dice mientras se sonroja.
-Bien chicas pasen a saludar- dice mientras se aparta de la puerta.
Cuando entro al lugar no puedo evitar que la boca se me ponga agua con el olor a galletas recién horneadas, llegamos a la cocina donde mi madre esta reunida con los vecinos y me controlo para no reírme cuando veo a dos ancianitos sentados en la isla de la cocina mientras mi madre hornea galletas.
Trato de ver la expresión de Gaby, pero ella sigue optimista mientras va a saludar a los viejitos.
-Hola, mi nombre es Gabriela Cruise, pueden decir Gaby es un placer conocerlos.
-Un gusto conocerla señorita somos el señor y la señora William, encantados de conocerte- dice el señor William mientras se pone de pie.
Ya que no me queda de otra tengo que presentarme, en verdad me incomoda eso de las presentaciones cuando llego a un lugar prefiero dar el ¨hola¨ general que ir saludando persona por persona.
-Hola mi nombre es Tiffany Smith, hija de la señora que a invadido su cocina- digo acercándome para darle la mano, cuando toma mi mano no puedo evitar ver que abre sus ojos y la suelta repentinamente, creo que las tengo muy sudadas o algo.
-Bueno señor Williams, ¿viven solo ustedes dos en esta casa tan grande? - pregunta Gaby sin notar como reacciono cuando tomo mi mano.
-Si querida vivimos solos-responde la señora Williams
-Ah, y sus hijos, nietos, sobrinos, ¿algún familiar joven latino? - no sé dónde poner la cara con las preguntas de Gaby, mientras mi madre se ríe de forma disimulada.
-Nunca logramos tener hijos, por ende, tampoco tenemos nietos-dice mirando al señor Williams con tristeza.
-Oh, lo siento mucho…fue un gusto conocerlos, pero debo de retirarme tengo unos trabajos de electro física que debo finalizar- dice Gaby mientras se despide de los señores Williams y mi madre.
-Te acompaño- le digo a Gaby despidiéndome también.
Cuando estamos fueras no puedo reprimir las carcajadas.
- ¿enserio, electro física? En qué instituto es que estudias- digo agarrándome el estómago por la risa.
- ¿Qué? ¡Querías quedarte ahí con esos abuelos, no me pues juzgar! Vine soñando con el ardiente latino, algo que le de diversión a este aburrido lugar- dice mientras camina en dirección a su casa- ¿sabes cuánto tiempo me costó plancharme el cabello y maquillarme?
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Editado: 13.07.2018