ETHAN
Tenue, esa es la palabra para describir el olor que había en el ambiente, mi mirada se mueve de forma discreta, no hay nadie, pero si ese olor, ese insaciable y embriagante olor.
- Hola -dice a mi espalda, giro mi rápido y observo al chico igual de rubio que yo- ¿No estarás pensando en quitarme a mi presa? -su expresión seria y desafiante me molesta, ¿quién es este tipo?
- No está permitido tener una presa en la institución -espeto- la humana debe ser liberada, y sus recuerdos borrados.
- No creí que fueses tan cordial -enarco mi ceja, y mis puños se aprietan- siempre que te observo estás insultando a aquel chico -estoy por atacar, pero dudo.
¿quién es? Jamás he visto a este chico en Eightville, no sólo eso, me espía y no le molesta que lo haya encontrado con su presa, ¿quería que lo hiciera?
- Si no la liberas, probablemente seas asesinado hoy, las reglas son claras, si es el caso, yo mismo lo haré.
- Eres fuerte, pero no estás a mi nivel, sólo quería darte un mensaje, y no hay mejor forma de atraer a un vampiro estúpido y rubio, lo digo por experiencia, es con un poco de sangre fresca.
- Lo eres si quieres tener una pelea conmigo.
- Vale, vale, tigrillo -su mirada se clava en la mía- tú amigo está en la ciudad.
- No sé a qué se refiere -su sonrisa divertida provoca en mí, el deseo de separar cada uno de los dientes de su cuerpo- no tengo amigos.
- Espero que Damián no escuche eso, después de todo, eres el único amigo que le queda.
¿qué mierdas hace Damián en un lugar como este?