destinados

capítulo 5

Estaba soñando, estaba segura de que estaba soñando, aún tenía el sabor del vino en mi boca, abrí los ojos pero me costaba moverme, me sentía el cuerpo pesado, no volvería a tomar vino más nunca en mi vida, de repente puerta se abrió de golpe y Brooke entró alegremente.

—No deberías dormir sin asegurar la puerta, alguien puede entrar y violarte —me dijo arrojándose a la cama.

—¿Qué pasa? —le pregunté yo algo adormilada.

—¡Vamos de compras! —exclamó mi prima colocándose sobre mi cuerpo para despertarme.

—¿Ahora? —murmuré con pereza.

—Sí, ahora, así que báñate y cámbiate que saldrémos en una hora.

Se levantó de golpe y salió de la habitación, salí de la cama aún con pereza y me encaminé hacia el baño, amarré mi cabello, me desnudé y me metí en la ducha, el agua tibia bañó mi cuerpo por completo, por alguna extraña razón no sentía tanto dolor de cabeza o algo parecido después de las diez copas de vino de ayer pero si me pesaba el cuerpo, me preguntaba cómo pasó Jeremy la noche, si se despertó completamente desnudo abrazando a la pelirroja, esa imagen mental me hizo molestar, aparté todos estos pensamientos fastidiosos de mi mente y terminé de ducharme.

Salí del baño y analicé mi armario, decidí colocarme un vestido rosa pastel de chiffon, una chaqueta de cuero negra y unos botines de diez centímetros, solté mi cabello y lo peiné lo mejor que pude, decidí al final dejarlo suelto porque de alguna manera me hacía lucir más joven, me apliqué un poco de polvo compacto, delineé mis ojos con lapiz negro y coloqué rimen sobre mis pestañas, un poco de brillo sobre mis labios y estaba lista para salir, Brooke entró a la habitación con un coqueto vestido negro entallado y unos tacones rojos más altos que los míos.

—¡Te ves muy hermosa! —me halagó mirándome de arriba hacia abajo y señalándome.

—¡Y tú también te vez muy bien! —le dije levantándome de la silla.

—Vamos, El chófer ya está listo.

Me apliqué un poco de perfume, guardé mi llave dentro del bolsillo de mi vestido y salí de la habitación junto con una sonriente Brooke.

Las calles de Paris eran increíblemente hermosas, cada tienda y boutique era algo completamente diferente ¡Y ni hablar de los franceses! A pesar de que Brooke lucía su enorme anillo de compromiso con orgullo yo me limitaba a sonreír y solo a veces lanzaba una que otra mirada pícara, ingresamos a una enorme boutique y comenzamos a mover percheros buscando vestidos, aunque todos eran increíblemente hermosos ninguno me parecía adecuados, o eran muy sencillos o muy escandalosos cuando de la nada Brooke sacó un largo vestido color azul rey entallado, con escote de corazón y pedrería en la cintura.

—¡Tienes que probártelo! —me dijo con emoción.

Agarró mi brazo con fuerza y prácticamente en un cubículo, comencé a desvestirme rogando que el vestido me quedara y efectivamente así fue, el vestido levantaba un poco mis pechos y marcaba muy bien mi figura, la mano de Brooke se asomó por debajo con unos zapatos negros tacón de aguja abiertos al frente, me los coloqué de rapidez y salí para verme bien en el espejo que estaba al fondo del pasillo.

—Luces demasiado hermosa, sé que no pasarás desapercibido, sé que Jeremy caerá rendido a tus pies y Esteban también —me animó con emoción y ternura.

—Sobre eso, tengo algo que contarte —le dije antes de suspirar mientras me admiraba en el espejo—. Vamos a tomar un café.

Caminé hacia el vestidor y me volví a vestir a toda prisa, Brooke se ofreció a pagar el vestido a pesar de que yo le había insistido en que yo lo haría y después de salir de la boutique nos sentamos en la cafetería más cercana, el miedo acerca decomo reaccionaria me invadió, le empecé a contar todo lo que había sucedido la noche anterior, trato de no perder ningún detalle y vi como sus gestos cambiaban hasta quedar completamente confundida y sorprendida.

—¿En serio se besaron? —preguntó finalmente.

—Sí, nos besamos —le confesé un poco apenada.

—¿Y qué tal besa? —me preguntó con emoción inclinándose un poco hacia adelante para susurrar.

—No sé cómo describirlo, fue algo tan increíble, nunca me habían besado de esa forma pero...

—¿Pero qué? —me miró ansiosa.

—Simplemente se fue —dije con decepción.

—¡Dios! ¿Qué haremos con estos hombres? —bufó ella echando la cabeza para atrás.

—No lo sé, solo quiero pensar que lo que pasó anoche fue por las copas y que no volverá a suceder —contesté apoyando los codos a la mesa.

Giré la cabeza hacia la ventana un momento pero lo primero que vi me hizo abrir los ojos como platos.

—¿Qué pasa Alice? —me preguntó Brooke agarrando mi mano.

—Esa es la pelirroja —le informé un poco insegura.

Brooke giró la cabeza rápidamente y también abrió los ojos como yo, la pelirroja estaba besándose apasionadamente con un rubio perfectamente proporcionado en el otro lado de la calle.

—¡No puede ser! ¡Yo la conozco! —me comentó ella entre dientes.

—¡¿Qué?! —la miré fijamente con sorpresa.

—Megan Parker, la conocí cuando comencé a salir con Xander, siempre estaba encima de Jeremy y al parecer después de un tiempo cuando él comenzó a prestarle atención ella comenzó a fijarse en tipos ricos —me empezó a comentar un poco ofendida.

—¡Increíble! —exclamé aún sorprendida.

—Es una perra interesada —masculló Mery de mal humor—, debería decirle a Jeremy pero sé que nunca me escuchará —me miró levantando la ceja—. Tal vez si tú...

—¡No! Me niego rotundamente —le advertí negando con la cabeza.

Brooke sacó su IPhone del bolso y disimuladamente les tomó una foto fingiendo que se tomaba una selfie, me pasó la foto por correo y cuando la vi me sorprendió lo clara que se veía la imagen, podías notar claramente la lengua de él tratando de entrar a la boca de ella, solté un suspiro y finalmente accedí a mostrarsela.




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