Capítulo 15

Artemisa

Subí a mi habitación, cogí agua caliente en la bañera y le eché jabón para hacer espuma.

Me sentía más ligera desde que le conté a Tyler mi historia, y aunque ahora no le resulte un problema tarde o temprano lo será. Al fin y al cabo es lo que mejor se me da, crear problemas a las personas más cercanas a mí.

Me relajó mucho el baño, salí cuando se quedó el agua fría y mis manos parecían uvas pasas.

Me puse un conjunto gris de chándal, tiene unos rotos en los hombros y más en las piernas.

Bajé para buscar a Tyler, estaba en la cocina concentrado cocinando. Hacía mucho que lo hacíamos juntos, siempre me ayudaba.

-¿Te ayudo?

Tyler se sobresaltó cuando le hablé.

-No te he oído llegar.- dijo girándose para mirarme.

-¿Te pasa algo?-le notaba distraído, sabía que algo iba mal.

-No. Está todo bien.-dijo rápidamente.

Me acerqué a él hasta quedar separados unos centímetros.

-Vamos, sé que pasa algo. Dímelo.

Tyler miró hacia otro lado, esquivándome la mirada.

Le sujeté la cara, de forma en que nuestros ojos se encontraron.

-Anda…- le dije haciendo pucheros.

-Está bien, tú ganas.- dijo suspirando.

-No quiero que corras peligro por mi culpa…-añadió.

-No sigas Tyler, esto lo hago de forma voluntaria, porque quiero ayudar a tu tío. Siempre me dices que no haga cosas peligrosas, pero me da igual, esta vez lo haré. Quieras tú o no.

-No te enfades Arte, lo que quiero es que no te pase nada.-dijo tirando de mí y abrazándome.

-Qué mono eres.- dije riéndome.

Me miró con cara de espanto, provocando que me riera como una foca desquiciada.

-¿Me estás llamando animal?-dijo riéndose.

No le contesté y me giré para seguir haciendo la cena que Tyler dejó a medias.

-Ey bonita contéstame.- dijo colocándose detrás de mí y rodeándome con sus brazos.

-Tyler, ¿qué haces?-dije riéndome por su acción.

-Estoy abrazándote, qué si no.

Me agarró de la cintura y me dio la vuelta para quedar cara a cara.

-Y tú, ¿qué haces?-preguntó Tyler mirando sin disimulo mi boca.

-Besarte.- dije, y acto seguido lo hice, lo besé.

***

A la mañana siguiente me levanté nerviosa por la carrera, que sería por la tarde.

Hacía mucho tiempo que no participaba en las carreras, pero sabía que no iba a perder. No podía dejar pasar esta oportunidad.

Unos golpes en la puerta de mi cuarto me sorprendieron y a continuación la puerta se abrió lentamente dejando una rendija por donde podía ver la cara de Tyler.

-¿Estás despierta?-preguntó en voz baja.

-Sí, entra.- empujó la puerta, vestía solo con unos pantalones de pijama, y dejaba a la vista sus músculos bien definidos.

-¿Cómo has dormido?-preguntó acercándose hasta la cama y tumbándose junto a mí.

-Bien, estoy algo nerviosa, pero estoy bien.

Me tumbé sobre el pecho de Tyler y él me sujetó contra su cuerpo.

-¿Todavía tienes pesadillas?

-Es raro, pero hoy no las he tenido.

-Eso es genial. Venía a despertarte, hay un lugar que quiero enseñarte.

-Dame 15 minutos y nos vamos.

Tyler salió de la habitación y yo me preparé para irnos.

Después de ducharme me vestí y bajé en busca de Tyler.

Tyler

Quería enseñar a Arte un lugar especial para mí, donde voy cuando estoy triste, deprimido o enfadado, me ayuda a tranquilizarme y a no cometer ninguna locura.

Me puse unos vaqueros negros y una camiseta blanca de manga corta.

Artemisa bajó de su habitación con unos vaqueros azules de tiro alto y una camiseta de manga larga gris y roja, que dejaba al descubierto su abdomen, en ella estaba escrito Me? Sarcastic? Never

No pude evitar sonreír, ella casi siempre era de dos formas; directa o sarcástica.

-Mejor no pregunto por qué esa cara.-dijo ella riéndose de mí.

-Hoy conduzco yo.- la avisé.

Artemisa no se quejó.

Durante el camino noté cómo Artemisa se iba relajando y yo me ponía nervioso.

Recorrí las calles dirigiéndome hacia las afueras, donde se podía respirar tranquilidad. Fuimos subiendo por una montaña rodeada de árboles para luego bajar por ella por el valle.

Cuando paré la moto me giré y observé cómo Artemisa no se perdía un detalle del paisaje.