Querido tú,
Las clases iniciaron hace unas semanas atrás, por lo que hemos estado bastante ocupados como para dedicarnos algo de tiempo, pero no me importa. ¿Sabes por qué? ¡Hoy tendremos nuestra primera cita como novios! Lo cual me tiene tan feliz éste nublado y oscuro día de enero; no ha parado desde la mañana, cosa que me tiene un tanto preocupa, más no es capaz de tenerme depresiva ni mucho menos quitarme las ganas de salir contigo.
Aunque en estos precisos momentos estoy muy nerviosa, pues son las 17:40 y tú quedaste en venir a buscarme a las 18:20. Todavía no sé qué ponerme, mi prima Carla dice que el vestido verde sería el más indicado mientras que mi tía Eugenia me aconseja usar el vestido de flores azules. Ambas opciones son buenas, pero... ninguna logra convencerme en su totalidad. Tuve que sacar a esas dos, junto con mi mamá, para poder pensar por mí misma cuál podría ser el mejor.
Aunque creo ya tener la opción correcta, sólo estoy rogando no equivocarme.
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Son las 18:15. Me siento inefablemente asustada.
Sólo faltan cinco minutos para nuestro encuentro, el cual no tengo idea de donde será y si voy lo bastante presentable. He decidido utilizar el vestido de escote con flores azules, aquel que mi tía dijo «¡Éste, mijita, es el ideal para tu salida con ese guapetón muchacho!», pues he recordado que te gusta de sobremanera ese color, al igual que a mí. Además de que es muy cómodo y tal vez compense nuestra cita de Halloween, a la cual fui vestida como la Catrina de México.
Espero que mi tía haya tenido razón al decir que ÉSTE era el vestido ideal...
Yo lo estoy dudando un poco.