Tienes a otra...
Hace unos días me enteré por boca de amistades en común que había empezado una nueva relación, con una chica a la cual ni siquiera conozco. ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué dejaste que me siguiera ilusionando con que podríamos volver a ser algo? ¿Por qué? Me es difícil el comprender por qué todo ha acabado de esta manera tan cruel: Tú amando a alguien más y yo... aún amándote con locura. ¡Es que no lo entiendo! Todo iba tan bien cuando empezamos; las cosas entre ambos eran perfecta, nuestra relación daba mucho que envidiar... Pero creo que todo terminó siendo un cruel engaño, un cuento inventado por ambos simplemente para dejar de sentirnos solos y continuar con algo que únicamente nos estaba haciendo daño, porque como veo las cosas ahora: nuestra "RELACIÓN", no era una relación, era más bien una amistad con derechos.
Ahora, con esta nueva perspectiva, me siento sucia. No puedo creer que haya caído tan bajo por un chico de bonitos ojos, cuya familia es una mierda. Fui una estúpida al continuar con algo que yo sabía que no terminaría bien. A pesar de haber sido mi primera relación, yo ya presencia que eso que teníamos iría al fracaso, pero me rehusaba a permitir que el final de nuestros capítulos llegase.
En estos momentos escribo esta carta de camino al aeropuerto.
Así es: Me mudaré. No quiero permanecer en una ciudad donde cada rincón de la misma me recuerda a ti y a nuestra desastrosa historia. Necesito tiempo para borrar tu recuerdo, o al menos deshacerme de esos sentimientos negativos que estoy teniendo hacia tu persona...
Supongo que este será el adiós definitivo. No nos volveremos a ver, pues no pienso volver a USA. Me quedaré en México con mi familia. Sólo te pido que no me busques, no intentes contactarme, olvida que alguna vez existí en tu vida y que seas feliz. No pienso desearte mal, porque no quiero que luego el karma haga de las suyas; además sabes que no soy alguien rencorosa, que perdono rápido y que tarde o temprano -tras haber curado esta herida que me dejaste- volveré a quererte como un amigo.
Bueno, ya es hora.
Hasta nunca, Carlos.