Capítulo 1

Julie

Hoy era mi cumpleaños número 17, eso significaba que tendría que volver a mi hogar. Había pasado ya 10 años desde la muerte de mis padres, pero cada noche regresaba a esa escena. No quería regresar a casa, pero tenía que hacerlo, se lo prometí a mi tía antes de su muerte y yo nunca rompía mis promesas.

-Su equipaje estará mañana en la dirección que ordenó- asentí.

-Gracias- dije y salí del negocio.

Acomodé mi mochila en mis hombros, allí había colocado las cosas más importantes. Algunas fotos de mis padres y un cambio de ropa. Viajaría por una hora en mi motocicleta, que había comprado hace dos años con el dinero que ahorré de mis trabajos. Subí a mi moto, acomodé mi casco, mis guantes y arranqué.

Al llegar a la calle de mi casa, sentí un nudo en mi garganta que aumentó al estacionarme justo frente a ella. Respiré profundamente antes de bajarme. Me quite mi casco y observé todo. No había cambiado nada. Toqué la puerta y las personas del servicio abrieron, parecían bastantes sorprendidas. Me dejaron pasar y fui a mi habitación. No quería hablar con ellas, ya era suficiente con estar aquí.

Mi habitación estaba un poco diferente, supongo que la habían arreglado para mi llegada. Mañana iría con el abogado de la familia y luego empezarían los trámites para mi herencia, no quería el dinero, pero era mi obligación. Viviría la vida que ellos querían que viviera, sólo que sería de manera aislada. Me senté en mi cama, me quité mis botas y me acosté, a los pocos minutos me dormí.

Camino por un pasillo, parece de un instituto, observo todo con detalle. Mis pasos hacen eco en la silenciosa habitación, veo a alguien de espaldas y me detengo. La persona se da media vuelta y reconozco a Kira, mi ex mejor amiga. Siento como alguien se va acercando a mí, giro un poco y veo la silueta de un hombre vestido de negro con capucha, se acerca y la apuñala, 17 veces.

Despierto agitada, cada vez que cierro los ojos veo escenas así. No puedo acercarme a Kira si la vuelvo a ver. Si lo hago, la asesinarán. La luz de la luna entra por mi habitación. Esta será otra de mis noches solitarias sin poder dormir. Me acerco a la ventana y pienso en mis padres, ¿por qué tenía que pasarme esto a mí? Ahora no hay día que no viva temiendo la muerte de otra persona. Bajo las escaleras lentamente y camino hacia la sala, recuerdos de esa noche se reproducen rápidamente y siento un dolor en mi cabeza. Decido que es mejor alejarme por un momento de esto así que voy a la cocina por un vaso de agua. Me siento en la encimera y pienso en todo. ¿Quién soy? Aunque creo que esa no es la pregunta correcta. ¿Qué soy?

Regreso a mi habitación y me acuesto de nuevo, deseando que esta vez no me despierten mis pesadillas.

Escucho el timbre de la casa y abro mis ojos, bajo las escaleras y veo la puerta abierta y a un persona entrando con mis maletas, justo a tiempo. Sonrío y me acerco.

-Gracias- digo al señor y le entrego su paga.

Subo mis maletas con cuidado y comienzo a acomodar la ropa en el closet. Cuando termino observo mi celular y ya son las 10 de la mañana. A las 12 es la cita con el abogado, así que comienzo a desvestirme para ducharme.

Al salir escojo para ponerme un pantalón negro con unas botas del mismo color, una playera corta gris y una chaqueta verde junto con el colar que me dieron mis padres y dejo mi cabello suelto.

Tomo mi mochila con las cosas necesarias y camino hacia la cocina, veo que tienen el desayuno servido, por lo tanto, me siento y comienzo a comerlo. Al terminar recojo los utensilios sucios y los llevo al fregadero. Agradezco la comida y salgo de la casa. Me pongo mi casco y mis guantes y subo a mi moto. En el GPS busco la dirección de la firma de abogados. Tomo el camino más corto y en 15 minutos estoy frente a las oficinas. Me estaciono, me quito el casco y los guantes. Entro al establecimiento y en recepción pregunto por el abogado.

-El abogado Anderson le espera en el quinto piso- dice la recepcionista.

-Gracias- camino hasta el elevador y marco el piso número 5. Espero y cuando llego veo a una señora en un escritorio, así que me acerco.

-Buenos días, tengo una cita con el abogado- digo sonriendo un poco incómoda.

-Buenos días, ¿a qué nombre? – responde amablemente.

-Juliet Scarlett Martin- pocas veces utilizo mi nombre completo.

-Pase- sonreí.

-Gracias- dije.

El espacio era extenso y la decoración es sencilla, pero moderna. El abogado se encuentra sentado revisando unos papeles.

-Ha pasado mucho tiempo- fue lo primero que dijo.

-Si- respondí.

-Kira está emocionada con tu regreso- olvidé mencionar algo, no sólo es el abogado de mi familia sino que era el mejor amigo de mi papá y el padre de Kira.

-Eso es genial- respondí.

-Bien, comencemos con esto. Tus padres te dejaron todas las cosas que estaban a sus nombres hasta que cumplieras los 17. Necesitaremos tu firma para aceptar su herencia- asentí.

-En un momento regreso, tengo que buscar las escrituras de las propiedades, siéntate por favor- dijo y salió.