Destino.

Capítulo 10.

  ─¿Estás seguro que a tu madre no le molesta?.- Alissa hizo una mueca.

  ─Completamente, ella fue la que me sugirió esto en primer lugar.

Los cuatro estaban en la sala de los Saintcox con un libro que Connor había tomado de la biblioteca de su familia.

  ─Aún no puedo creer que hayas leído todo esto─Leyla miraba pasar las hojas con el ceño fruncido─, deben ser como mil páginas.

  ─Tampoco son tantas─Connor se sonrojó un poco─, antes tenía mucho tiempo libre.

Luca miró a Alissa mientras reprimía una carcajada.

  ─Aquí está─sonrió─, el templo de los caídos─señaló el título en la hoja.

  ─Después de que los Vigilantes de la humanidad contaminaron con su semilla a las hijas de los hombres, El Eterno los vetó del cielo, condenándolos a pasar su vida entre los mortales hasta el día del juicio─Alissa frunció el ceño, pero siguió leyendo─. A pesar de que pidieron a Enoc interceder por ellos, Él fue muy claro: " Es el deber de los Vigilantes velar por los humanos, no al revés. Diles que su deseo de ascender no será concedido, no podrán volver a mirar el paraíso del que provienen", y así sucedió, durante siglos, los Vigilantes vivieron entre los mortales intentando aceptar la condena a sus pecados, aunque Asael, que era el líder de los Vigilantes, tuvo un castigo distinto, encadenado a una piedra en una cueva por el resto de la eternidad, pero un día hubo una luz de esperanza entre los desterrados, una profecía que hablaba de su redención: "Así como a la noche le llega el día, a los caídos les llegará el perdón, cuando los príncipes del cielo se desentiendan de su misión y el portador de luz decida ayudar, la elegida por fin le dará a los expulsados lo que tanto anhelan".

  ─No entiendo─Leyla masajeo su cabeza. Alissa continuó.

  ─Los Vigilantes, con la ilusión latiendo en ellos, decidieron crear un templo para esperar a que la profecía se cumpliera, muchos teólogos han intentado encontrar éste lugar, pero nadie sabe con exactitud su ubicación, los expertos aseguran que con el poco poder que aún conservaban protegieron el templo para que sólo la elegida pudiera hallarlo, a través de los años han habido personas que aseguran haberlo encontrado, pero no hay pruebas que lo corroboren.

El silencio se extendió por toda la casa cuando Alissa terminó de leer.

¿Qué significaba eso?, porque si realmente era lo que pensaba... Pero no era posible ¿o si?, ¿Sería factible que ambas profecías hablaran de la misma chica y que esa chica fuera Alissa?.

  ─Vale─la voz de Leyla la sacó de sus pensamientos─, vamos a analizar esto por partes─soltó el aire─. Primero vetan a los Vigilantes... ¿cómo es eso posible?.

  ─Bueno, según el señor Smith...─Luca cerro los ojos intentando recordar─, cortándole sus alas, si, creo que eso les impide ascender.

  ─Eso es algo demasiado...─sacudió su cabeza─, como sea, ahora, la profecía, ¿qué se supone que significa?.

  ─Los príncipes del cielo... son los Arcángeles─Connor hizo una pausa─, ¿el portador de luz? ¿quizá un sabio o algo así?─todos miraron a Alissa─, y la elegida... bueno...

  ─Lo sé, yo también lo pensé─Alissa miró al suelo─, sería lógico, ¿verdad?, yo encontré el templo en el bosque.

  ─Si─Leyla le tomó la mano─, pero eso no tiene que ser algo malo, no estás sola en esto─le sonrió─, ¿cómo supiste que hablabamos de ese templo, de todas formas?─miró a Connor.

  ─Bueno... Llevo varias semanas pensando en esa profecía e intentando conectar puntos, a mi familia le gustan este tipo de cosas, así que algunas veces lo discutimos en la cena─se encogió de hombros─, ¿no les parece extraño que nadie quiera hablar de ese bosque?, es porque los brujos no nos metemos con asuntos divinos.

Alissa bufó y se levantó.

  ─Necesito un poco de agua─y salió de la habitación rápidamente.

Al llegar a la cocina tomó un vaso y abrió el grifo, dejó el agua correr mientras se perdía en sus pensamientos.

No había comentado nada acerca de la pequeña, era algo que prefería guardarse para ella, aún seguía recordando la manera en que sus labios habían pronunciado la palabra mentirosa, su piel se erizaba cada que la escena cruzaba por su mente.

Dio un pequeño brinco cuando el grifo se cerró sin que ella lo tocara.

  ─No creo que a tus padres les alegre que desperdicies así el agua─Alissa dio la vuelta y miró a Connor─, es decir, incluso desde el jardín podrían haberte visto.

Ella se asomó por la ventana que daba a la parte trasera de la casa y vio a sus padres platicado tranquilamente.

  ─¿Crees que ellos lo sepan?.

  ─¿Que desperdicias el agua así?─enarcó una ceja─, no lo sé, quizá si, de pronto se deben preguntar porqué el recibo llega tan caro.

  ─Hablo de la profecía de los Vigilantes─hizo una mueca─, ¿crees que lo saben?.



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En el texto hay: brujos

Editado: 16.03.2018

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