Destino, Brick Lane #6174 (ae 1)

XI.

Elián entró apresurado al apartamento, después de escuchar de la boca de Kilian, que Joel estaba en casa. Elián encontró a Joel despeinado sentado en el mueble de la sala, él había dormido algunas horas, pero su estómago gruñendo, exigiendo algo de comida, lo despertó. Elián se acercó a Joel y lo abrazó con fuerza.

-Papá, me ahogas –dijo Joel sin fuerza.

-Niño, ¿Dónde estabas? –preguntó Elián después de soltarlo, frunciendo su ceño –estaba muy preocupado por ti.

-Al fin llegas a casa -se sorprendió al escuchar la voz del arcángel que estaba en su cocina preparando la cena.

-Luhan, ¿lo trajiste a casa? -él asintió levemente.

-No ha comido bien, solo se ha estado manteniendo con sándwiches y leche, y como ves, no ha tenido buenas horas de sueño -hizo una mueca.

-Lo siento, no quise preocuparlos -susurro.

-Te escapaste de casa en cuanto partí para mi viaje a Japón -gruño -no creas que te lo perdonaré así de fácil, recibirás tu castigo.

-Lo sé -él bajó su mirada.

-¿Dónde estuviste esta vez?

-Estuve investigando sobre la chica, la del símbolo extraño. Busqué su marca en todos los libros posibles, pero no hubo respuesta alguna, así que pensé que sería buena idea investigar un poco de cerca. -respondió Joel.

-¿Y arriesgarte por algo que no te conviene? –reclamo Luhan.

-Claro que me conviene, posiblemente no sea un recolector de almas como mis padres –respondió Joel.

-No discutas con tu tío –soltó un suspiro –entiendo tu intención, pero tu tío tiene razón. Basta de arriesgarte en eso.

-Pero tengo información -frunció su ceño -creo que tiene que ver con lo sucedido en 1981, en Osiris.

Los presentes estaban sorprendidos, no por la inteligencia de Joel, eso lo había captado desde que él era un niño, si no por lo que acaba de mencionar – ¿estás seguro? –Joel asintió enseguida.

-Sea o no el caso, es algo que no te conviene -gruño Luhan.

-Y lo mejor es que ocultes la información -interrumpió Kilian entrando a la residencia -los arcángeles ahora trabajan cerca de nosotros -fulmino con la mirada a Luhan, el cual alzó sus hombros sin darle importancia.

-¿Los arcángeles? -se sorprendió dando una mirada de confusión a Luhan -¿eso verdad, tío Luhan? -él asintió.

-Déjalo de llamar tío -dijo entre dientes.

-Basta, Kilian -advirtió Elián.

Él rodó sus ojos -iré a mi estudio.

-¡Adoro la comida del tío Luan! -se escuchó la voz de Jano desde la entrada del apartamento. Joel frunció sus labios intentando ocultar una sonrisa -puedo oler tu comida desde que llegó a la biblioteca -se acercó a Luhan dándole un caluroso abrazo.

-Tienes una excelente nariz -sonrió mientras le daba mimos en su cabeza. Joel se acercó a pasos lentos a Kilian.

-Papá, creo que debes acostumbrarte a esto, sabes que adoramos al tío Luhan -susurro con una sonrisa. Kilian le devolvió el gesto revolviendo sus cabellos y se encaminó a su estudio.

. . .

Bastian entró a la acogedora habitación de su departamento, el olor a lavanda lo hizo sentir relajado. Dejó su abrigo en el perchero y se acercó a la mesa del comedor donde estaba Abraham sentado, concentrado, observando un mapa y marcando, con pequeñas banderillas, un camino. Él soltó un suspiro, Bastian siempre tenía vigilado a Abraham, él siempre dejaba volar sus ideas locas y si Bastian no le ponía sus límites, posiblemente Abraham sería un esclavo más de Nerón.

-Otra vez jugando a perderte en tu locura -lo sorprendió.

Abraham frunció su ceño y rodó sus ojos -solo intento buscar un camino a mi locura -hablo sarcástico.

-¿Qué haces esta vez? -Abraham se acercó peligrosamente a Bastian y sonrió.

-Algo que te sorprenderá -Bastian frunció su ceño y tomó con fuerza la muñeca de Abraham acercándolo de golpe a su cuerpo.

-Habla -dijo entre dientes.

Una voz en el fondo llamó su atención -Que pena interrumpir el dulce momento.

Abraham sonrió muy cerca del rostro de Bastian -lo olvide, alguien estaba esperando por ti -Bastian lo alejó con brusquedad y se acercó a la chica.

-Nuestro padre quiere hablar con nosotros. Nos espera en la cena de esta noche.

-Uh, parece interesante -interrumpió Abraham -No deberías perderte una cena con tu padre, ya sabes cómo se pone cuando lo hacen enojar -fingió temblar mientras soltaba una sonrisa burlona. Bastian apretó sus dientes.

-He venido para que vayamos juntos a casa -volvió hablar la chica -sabes que no me gusta ir sola a casa.

Bastian asintió y abrazó a su hermana menor -Vamos juntos.

Abraham aprovechó el emotivo momento y dobló el mapa que tenía sobre la mesa y lo escondió en uno de los cajones de la pequeña biblioteca que tenían en la sala, luego se acercó a la cocina y se puso el delantal.



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En el texto hay: angeles, angel caido, angeles y demonios

Editado: 30.12.2022

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