-Date prisa con eso –ordenó Ena.
Abraham tambaleaba con dos botes de seis litros, que llevaba en cada mano, sintiendo por primera vez unas gotas de sudor correr en su frente. Maldijo en murmullos a Ena mientras la veía caminar con tranquilidad y elegancia frente suyo. Sabía que recibir órdenes de parte de Ena era algo que lo suponía ver venir cuando planeo sacarla de Cane Hill, al fin y al cabo él la necesitaba de su lado, porque con ella su esfuerzo sería recompensado.
En cuanto estuvieron al pie del edificio, Abraham, soltó los botes, soltando un fuerte suspiro, mientras limpiaba el sudor de su frente. Los dos estaban vestidos de plomeros, Ena entró primero al lugar, cruzó ciertas palabras con el portero del edificio que él no logro entender y luego ella salió junto al portero, dándole una señal con su mirada para que entrara al edificio.
Abraham tomó nuevamente los botes y entró al edificio mirando a su alrededor, la recepción se encontraba solitaria -bien -dijo colocando los botes cerca del ascensor.
-Entra –ordenó Ena entrando a recepción. Abraham soltó un bufido cuando miro las puertas del ascensor abrirse –piso 7, apartamentos, 1614 y 1616 –dijo en cuanto él entró en la pequeña cajuela, haciéndole fruncir su ceño.
-¿No vendrás? -pregunto confundido una vez dentro del ascensor, ella negó enseguida.
-Alguien tiene que activar la alarma de incendios, ¿no? Toma –le entrego las llaves de los apartamentos –tienes cinco minutos contados –dijo mientras las puertas se cerraban.
Abraham llegó al séptimo piso, entrando de inmediato en el primer apartamento, 1614 –bonito lugar –susurró a sí mismo, sabiendo que no había nadie ahí.
Él entró a una pequeña habitación que quedaba continua al siguiente apartamento, tomó el primer bote, y empezó a regar el líquido contenido en toda ella, siguiendo un camino hasta la salida, pasando por el pasillo, abriendo la segunda habitación, 1616, tomó el otro bote, y también regó el liquido, pero esta vez en la pequeña sala, que daba continua al apartamento 1615.
En cuanto terminó de regar en totalidad el líquido de los botes, salió al pasillo del lugar –siento lástima por los dueños de los apartamentos, pero no tanto –sonrió.
Sacó del bolsillo de su overol un mechero, que le había robado a Bastian, y la lanzó al pasillo, mirando todo en cámara lenta, como el mechero volaba en el aire hasta caer al piso y la violenta llama iniciara todo su recorrido por aquel líquido vaciado. Abraham sonrió maliciosamente, para luego darse la vuelta y volver al primer piso.
-Misión cumplida –dijo al ver a Ena sentada en recepción, mientras leía una revista con tal tranquilidad.
Ella alzó su muñeca a la altura de su rostro para mirar la hora en su fino reloj, observando que todavía faltaba un minuto para que el portero del edificio volviera.
-Prende la alarma de incendios –ordenó, mientras tomaba sus cosas y salía del lugar.
Abraham rodó sus ojos, y con tal fastidio, hizo lo que le ordenó, para enseguida salir tras de ella.
. . .
Raquel salió de su habitación, por un vaso de agua, ya que había sentido un inmenso calor, pero en cuanto estuvo fuera de esta, miro el vivo fuego enfrente suyo, estaba rodeada de ello, las finas paredes del lugar estaban carcomidas por el fuego, haciéndolo crecer más y más, no tenía salida.
Ella soltó un suspiro, sin moverse de su lugar, ni siquiera se desespero, estaba más tranquila que nunca, pero su tristeza y nostalgia llegaron a la hora de partir –Es hora de dejar a Anzu –susurro, y con esa últimas palabras, dejo que el lugar se llenara del sofocante calor y el furioso fuego.
Al frente del edificio se encontraba Ena, en espera que del negro y espeso humo, informandoles que Raquel habia muerto.
. . .
<<Aquella tarde él no volvió como había prometido, el mismo día que Mateus había partido a su viaje de negocios, Siwon desapareció. Alice se encuentra ansiosa, después de tres días, Mateus volvería a casa, ¿pero yo? Yo no sé cómo interpretar mis sentimientos hacia Siwon, ¿ansiosa?, ¿preocupada?, ¿triste? >> -Pensó.
-¡Siwon! -Exclamó Alice con una sonrisa, sorprendiendo a Anzu.
-Siwon –susurro por lo bajo.
-Chicas –sonrió mientras se acercaba a ellas.
-No te veo en días –comentó Alice -¿Pasó algo?
-Nada importante… trabajo por aquí, trabajo por allá –dijo no muy convencido de sus palabras, pero al parecer para la satisfacción de Alice estaba bien.
Anzu frunció su ceño levemente. <<¿A qué tipo de trabajo se refiere? >> Se cuestionó en su mente.
-¡Oh! Marcus está aquí -se refirió al automóvil que se acaba de estacionar al otro lado de la calle -Mateus llegará en unas horas. Voy a prepararle una cena de bienvenida -sonrió entusiasmada.
-Tu novio parece trabajar muy duro -comentó Siwon.
-Así es. Le prepararé una deliciosa cena, la abuela Raquel es una buena maestra de gastronomía -sonrió.
-Espero algun dia probar las recetas de su estudiantes -dio una mirada coqueta a Anzu.