VI. Enfrentando la distancia.

Enfrentando la Distancia.

A medida que los meses pasaban, nos encontramos enfrentando una nueva prueba. Debido a una oportunidad laboral, Marck tuvo que viajar al extranjero durante varios meses, dejándonos a Mónica y a mí en casa.

La distancia se hizo sentir, y extrañar a Marck se volvió un desafío. Las videollamadas y mensajes eran nuestro medio para mantenernos conectados. La paciencia y el amor que compartíamos nos ayudaron a superar la distancia.

—Marck, te extrañamos mucho. —lloriqueé a través de la pantalla.

—Yo también los extraño, Mónica. Pero esto es temporal, y estamos construyendo un futuro mejor para nuestra familia. — respondió de igual manera, triste.

Con el tiempo, la separación se convirtió en una prueba de la fortaleza de nuestro amor. Cuando finalmente Marck regresó a casa, la alegría de volver a estar juntos fue indescriptible.

Nuestra historia de amor había enfrentado desafíos y pruebas, pero también estaba llena de momentos de alegría y amor. A medida que continuábamos avanzando, sabíamos que estábamos construyendo un futuro sólido y brillante.

*

La vida nos siguió regalando sorpresas. Alex crecía rápido, y su risa llenaba nuestra casa de alegría. Era un niño curioso y lleno de energía, que nos recordaba constantemente el amor que compartíamos.

Nuestra relación también enfrentó desafíos. Como padres, debíamos equilibrar nuestras responsabilidades con el tiempo para nosotros mismos. Algunas noches, después de que Alex se dormía, Marck y yo pasábamos tiempo juntos, fortaleciendo el vínculo que compartíamos.

—A veces, me asusta pensar en cómo cambió nuestra vida. — comenté, acurrucada en sus brazos.

—Sí, la vida nos dio sorpresas, pero hemos enfrentado todo juntos. —mencionó sin dejar de acariciar mi cabello.

El amor que compartíamos era un faro en medio de las tormentas. Nuestra historia se volvía cada día más sólida y más hermosa.

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Alex creció y comenzó la escuela, lo que nos dio a Marck y a mí tiempo adicional para nosotros mismos. Decidimos emprender un nuevo capítulo de nuestra historia: trabajar juntos en un proyecto que siempre habíamos soñado.

—Marck, creo que es el momento de comenzar nuestro propio negocio. Tenemos la experiencia y el amor que necesitamos. — festejé, feliz.

—Mónica, siempre supe que éramos un equipo imparable. Hagámoslo.

Nuestro proyecto nos llenó de emoción y desafíos. Juntos, navegamos por los altibajos del mundo empresarial, con amor y determinación.

La relación con nuestros padres también seguía creciendo. Los abuelos de Alex se convirtieron en una parte importante de su vida. Cada encuentro y celebración nos recordaba que la familia era el tesoro más preciado.

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El tiempo seguía avanzando, y la vida nos brindó innumerables lecciones. A lo largo de los años, habíamos enfrentado altibajos y habíamos vivido momentos de pura felicidad. Nuestra historia de amor se había convertido en un legado de amor y resiliencia que compartiríamos con generaciones futuras.

Nuestra boda, el nacimiento de Alex, los desafíos y alegrías compartidos; todo ello formaba parte de nuestra narrativa. Cada día, renovábamos nuestro compromiso de amor y cuidado, recordando que la base de nuestra historia era inquebrantable.

— Marck, hemos vivido una historia hermosa. Nuestra relación superó obstáculos, y aquí seguimos. —hablé, recordando todo lo que vivimos.

Él tomó mi mano, para luego agregar:

—Mónica, nuestro amor es lo que nos ha sostenido en cada paso del camino. Y seguirá siendo nuestra guía.

Nuestra historia era una celebración de amor, un recordatorio de que, en la trama de la vida, el amor era el hilo conductor que sostenía todas las páginas.

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A medida que avanzábamos juntos hacia el futuro, sabíamos que nuestra historia de amor estaba lejos de su último capítulo. La vida nos depararía más sorpresas y desafíos, pero enfrentaríamos todo con la misma determinación y amor que nos había llevado hasta aquí.

Los años pasaron, y Alex creció en un entorno lleno de amor y apoyo. Había heredado la chispa de nuestros ojos y la fuerza de nuestros corazones.

—Marck, miremos hacia adelante. Nuestra historia todavía tiene muchos capítulos por escribir. 

—Sí, Mónica. Estoy ansioso por escribir cada uno de esos capítulos a tu lado. — el cariño en su mirada y voz siempre me haría enamorarme aún más.

Caminando juntos hacia el futuro, sabíamos que nuestra historia de amor nunca terminaría. Nuestro compromiso, respeto y pasión serían la guía en cada página que escribiéramos.

*

 El día del tercer cumpleaños de Alex amaneció luminoso y lleno de promesas. Mónica y Marck habían estado preparando la celebración durante semanas, y cada detalle se cuidó con esmero. La casa se transformó en un mundo de maravillas infantiles, decorada con globos multicolores que parecían flotar en el aire como burbujas de alegría. Una pancarta que decía "Feliz 3er Cumpleaños, Alex" adornaba la pared principal.

La mesa del comedor se convirtió en un festín de tentaciones. Había un pastel decorado con brillantes velas de colores y cupcakes con crema de colores pastel. Las golosinas favoritas de Alex, desde galletas hasta chocolates, estaban dispuestas en bandejas decorativas. Las bebidas se sirvieron en vasos con tapas y sorbetes a juego, para evitar derrames.

El atuendo de Alex era digno de un pequeño príncipe de cumpleaños. Llevaba una camiseta que proclamaba con orgullo "Soy el Cumpleañero" en letras centelleantes. Su sonrisa iluminaba la habitación cuando los invitados empezaron a llegar.

La canción de "Feliz Cumpleaños" se convirtió en un coro de risas y voces mientras Alex soplaba las velas. Sus ojos brillaban con emoción mientras todos aplaudían y lo animaban a hacer un deseo. Un suave murmullo de admiración llenó la habitación cuando sopló las velitas con una sola bocanada, como un verdadero campeón.