꧁༒☬𝓟𝓸𝓿. 𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻𝓪☬༒꧂
Había gente frente a la mansión Hamilton junto con la prensa local, estaban esperando algún comentario ante la polémica noticia sobre la venta de aquella mansión.
Mientras tanto, las chicas ex-propietarias de aquel lugar estaban empacando sus cosas para mudarse. Luzmet era la que más se tardaba en guardar sus pertenencias, no quería irse de aquella casa, ella tenía historia ahí.
- Luz, ya debemos irnos -mencionaron el nombre de aquella chica, colocándose una mochila en su espalda- damos nuestra declaración y nos líbranos de todo este problema -menciono Luzbell-
- Solo déjame unos minutos más, quiero hacer una última cosa -dijo, para luego dirigirse en dirección desconocida-
La mayor simplemente asintió, agarro dos cajas que llevaban su nombre escrito en ellas y luego salir por el patio trasero, en donde se encontraba un camión de mudanzas. Mientras que, la menor se encontraba cruzando pasillos y pasillos, llevándola a un lugar un poco apartado en donde anteriormente vivía la servidumbre; era una habitación muy amplia, con varios camarotes. En una de los camarotes del fondo se lograba apreciar una cuna que llevaba su apellido.
Mamá, algún día seré como tu cuando crezca!
Esa frase empezó a resonar en su mente apenas se acerco a aquella cuna, era algo que no quería recordar un momento muy trágico para toda su familia. Ella no tenia la culpa de nada, no tenia la culpa de nacer y que las familias de sus padres sean rivales.
MAMÁ!! NO ME DEJES, PORFAVOR!!
Otra vez la voz, decidió alejarse de aquella cuna y llevarse sus ultimas pertenencias, se acerco a un pequeño mueble que estaba a lado del camarote, lo abrió y saco de ahí varios trajes de sirvientas, unos eran de ama de llaves, de niñera, de cocinera, y de mas puestos.
- Se suponía que yo llevaría uno de estos, pero ya es muy tarde -menciono para luego llevarse los vestidos, no sin antes dar una ultima mirada en aquella habitación-
[...]
- Estamos consientes sobre esta venta, ambas decidimos que esto es lo mejor para las dos ya que sabemos que ya no estamos dispuestas a cuidar de esta construcción, así que no se dejen engañar por esos rumores ya que son completamente erróneos -declaro Luzbell frente a la prensa, no quería dejar manchado el apellido de ambas así que trato de inventar algo muy convencible o al menos algo que no los haga sospechar de mas- No daré mas declaraciones.
Luzbell se dirigió rápidamente a la limosina que la esperaba frente a ella; entro y rápidamente cerro la puerta con seguro, ya dentro se encontró con su compañera. Tenia una mirada baja sosteniendo un vestido de sirvienta que eran para el puesto de niñera.
- Hey, tranquila estoy segura que tu madre estaría orgullosa de ti ahora mismo -le menciono a su contraria para luego agarrarle la mano-
- Es que no lo entiendo, se supone que debieron apoyarme apenas elegí mi camino ¿Por qué se odiaban tanto? ¿Qué hize de mal yo para que me abandonara así de la nada sin decirme a donde iba? -tenia leves gotas asomándose en sus ojos, se notaba su tristeza- Tu tienes suerte, tu familia te apoyo cuando elegiste a venir a trabajar en la mansión, mientras que yo...
En eso el aura cambia a uno tranquilo por parte de Luzmet, su contraria le dio un abrazo para que soltara todas sus inseguridades y así este mas tranquila en todo el viaje. En ese momento la limosina avanza ya que ahora la prensa por fin se había alejado del vehículo, dando pase a avanzar.
Después de varias horas, la limosina se detuvo frente a un edificio que era de un estatus estándar a comparación de lugar en la que se encontraba ubicado, que era elegante.
- Aquí es, nuestro departamento es el 102 en el 3° piso -Menciono Luzbell, mientras buscaba en su bolso de mano- Es lo mas económico que encontré, no hay que desperdiciar el dinero que nos queda.
Ambas chicas decidieron bajar sus cosas de la limosina, mientras llegaba el camión de mudanza. Luzbell pidió la llave del departamento, mientras que Luzmet subía sus maletas.
Ya al final, se habían acomodado en su nuevo "hogar", para suerte de las dos no tenían que compartir habitación. Sus cuartos eran separados por el baño que tenía un espacio considerable.
La cocina tenía una leve separación que era un pequeño muro que simulaba ser una mesa de bar con el comedor y la sala, mientras que la lavandería era un cuarto pequeño que solo tenía una lavadora y un fregadero.
(imagen de referencia)
Los objetos esenciales ya estaban instalados como lavadora, cocina, refrigeradora, los fregaderos, y de mas cosas; había pocas cosas pero eso no las detenía para estar cómodas, la mayor había ya previsto aquellas incomodidades y apenas llego el camión de mudanza, pidió a alguien que bajara las demás cosas faltantes de aquel vehículo. La mesa, los sillones, las camas y de mas objetos estaban siendo colocados en aquel departamento junto con la menor de edad vigilando que no halla percance.
Por otro lado, Luzmet se encontraba explorando el edificio, ya había terminado de guardar sus pertenencias por lo cual merecía su descanso. Subió escaleras hasta llegar a la azotea; la vista era impresionante, se podía apreciar un panorama completo de la ciudad junto con un hermoso atardecer.