Destinos Cruzados

Capítulo 13

Lo nuestro fue tan inesperado que
nos encontramos sin buscarnos.

Nunca he creído que los amores a distancia funcionen, y mi historial en ese aspecto es extremadamente largo como para mencionarlo, pero hagamos un pequeño recuento: primero Leigh al ser convocado a trabajar a otra parte a varios kilómetros de mí. Cuando él hizo mención sobre aquel importantísimo trabajo que le había salido en su país natal supe de inmediatamente que sería el fin de todo, y se lo dije, pero a decir verdad, él trató de no adelantarse a los hechos y lo único que me decía era "no olvido fácil Declan, y créeme, tu personalmente eres una persona difícil de olvidar"

Por un momento quise creerle, pero una parte de mí, esa parte más sensata ante todo, supo de inmediatamente que eso iba a pasar más pronto que nunca y que aquella solo era una pésima mentira de su parte.

Sí, como es común siempre, los primeros días todo fue perfecto, hablábamos durante horas por teléfono, muchas veces me desperté con una llamada suya, los mensajes por WhatsApp no faltaron nunca, y obviamente nuestras conversaciones nunca dejaron de ser divertidas. Pero semanas después, ya no hablábamos casi nunca, él no se conectaba o si lo hacia prefería no escribirme, luego las llamadas dejaron de hacerse, primero una a la semana, luego nada; y cuando él posteó ese estado con esa bonita chica castaña sabía que había sido el final de todo.

Preferí ahorrarle las explicaciones y ahorrarme las lágrimas yo también y bueno, lo eliminé de todas mis redes sociales; aunque siempre fui tan ilusa para pensar que él en cualquier momento me llamaría para tratar de explicar la situación o se comunicaría conmigo en lo relativo, eso nunca pasó, simplemente lo nuestro acabó sin que ninguno de los dos le avisara al otro.

Luego pasé exactamente por lo mismo con Simone, pero esa historia ya la conocen.

Después de mi inesperada confesión nadie dijo nada, mis padres estaban tan perplejos que lo único que se les ocurrió hacer fue asentir mientras papá le daba un par de palmaditas en la espalda a Liam tratando de hacerle entender con solo el tacto que era bienvenido en la familia; mamá tomó mis manos entre las suyas y lo único que dijo fue "si tú eres feliz, nosotros también" y así, sin más argumentos, explicaciones o preguntas, la comida siguió su rumbo.

Fui la primera en terminar, aunque eso iba a ser obvio desde un principio, comí tan deprisa que por poco y consigo atragantarme entre bocados, solo quería terminar y salir corriendo a mi habitación, a mi refugio seguro, o bueno, medio seguro. Cuando finalmente entrara en ella podría soltar todo el aire contenido mientras trataba de reducir esa presión en el pecho que seguía sintiendo.

Cuando terminé me puse de pie, pedí permiso para levantarme de la mesa y a paso veloz entré en mi habitación, cerré la puerta sin seguro y me senté en la cama llevándome ambas manos al rostro.

—Declan, definitivamente eres una estúpida —me dije a mi misma tratando de que los golpes en la frente no terminaran siendo bofetadas gracias a mi gran estupidez; no logro entender desde cuándo pude mentir y sonar tan terriblemente creíble, definitivamente eso de la "bola de nieve de mentiras es muy cierto", la pregunta aquí es: ¿Cuándo esa enorme avalancha va a arrastrarme?

Tomé mi celular, enchufé los audífonos y me los puse con fuerza en las orejas, la voz de Avril Lavigne con la canción "My Happy Ending" retumbaba en mis oídos y yo por poco y cambio la canción o arrojo el móvil al otro lado de la habitación. "Mi final feliz" como si esas cosas fueran a pasarme alguna vez; a veces siento que los finales felices solo suceden en las telenovelas y mi vida está mejor relacionada con un terrible documental aburrido, exceptuando los documentales sobre asesinatos, esos sí son geniales. 

Pero obviamente no quiero terminar siendo asesinada.

—¿Un novio? ¿tú con un novio? No puedes estar hablando enserio —la voz de Eli se introdujo por uno de mis oídos de manera abrupta y yo tuve que llevarme ambas manos al pecho para reducir el susto que me causo verlo justo enfrente de la puerta de mi habitación con ese ceño extremadamente fruncido y una mirada de autentica molestia; mis ojos hicieron contacto con los suyos y yo bufé mirándolo de mala manera.

—¿Qué haces aquí? Deberías estar haciéndole compañía a la que se supone es tu novia y a tus nuevos y adinerados suegros —me retiré los audífonos y los dejé encima de la cama junto con mi móvil para luego levantándome con brusquedad, caminar hasta él y tratar de encararlo—: Además, te recuerdo que cuando se entra a una habitación ajena se debe golpear, reglas básicas de decencia Elías.

—No me salgas con esas estupideces Declan —me habló cabreado y mi cuerpo se tensó con rabia e impotencia contenida con sólo oírlo hablarme de esa manera—. ¿De dónde salió ese que de la nada y ahora se hace llamar tu novio?

Me tensé aún más, ¿con qué jodido derecho venia cabreado y me pedía explicaciones?

—Desde que me di cuenta que es mi jodida vida y yo hago lo que me dé la gana con ella y me follo al que quiera. No soy una adolescente a la que puedes controlar Elías, es mi vida, yo nunca me he metido en tu vida y con ningún derecho tu puedes hacerlo tampoco —mi voz poco a poco e iba perdiendo el control así que tuve que recurrir al poco acopio de mesura que me quedaba para no terminar formando una escena con los importantes visitantes de afuera—. Lárgate Eli, tu decidiste salirte de mi vida por una maldita noche de copas de más y un nefasto beso que ambos sabemos que no debió existir, ahora no tienes ningún derecho sobre ella o sobre lo que hago o dejo de hacer con ella.

Caminé hasta la puerta y la abrí para que mi hermano saliera.

—Vete —pedí posando sobre él una mirada cargada de indiferencia.

Antes de que pudiera darme tiempo a reaccionar o reparar siquiera en lo que estaba por pasar, Eli cerró la puerta con un portazo y me acorraló contra la ventana de la habitación, dejé de respirar por un momento cuando puso ambas manos sobre el cristal para impedir todo tipo de escape futuro.



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En el texto hay: amor prohibido, romance, drama

Editado: 14.07.2020

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