Capítulo 5. El nuevo principito llega a Jairaz, la reina guerrera.
Mi hija querida, -le digo a mi Jairaz-esposa de mi Rey, aquí te presento al heredero de tu reino, mi niña hermosa, deja de atribularte por no tener el hijo, acabas de darme la nieta mas divina, esta si heredó mis ojos verdes! Quiero que críes a este pequeñín como tuyo, es la solución a nuestras peticiones. Somételo al cambio de sangre con mi León, Zarov va a adorarlo cuando tenga que hacerlo.
Reina madre, exclamo yo, jadeante y sudorosa, acabo de dar a luz a mi novena niña, roja como su padre de cabellos rojos como la sangre más pura. Pero mis hijas, ellas deben reinar!
Nadie reinará sino quien tenga que hacerlo, la ley de nuestro pueblo es clara, el hijo que heredará el reino deberá llevar su sangre, y será por línea del hombre. No puedes permitirte otro hijo más, este embarazo ya fue demasiado riesgoso y no quiero formar nietas, quiero disfrutarlas contigo, te amo demasiado como nuera, como hija, para perderte.
Acepta este bebé, un día lo vas a agradecer. Sólo llora y observa al niño en brazos y los acuna a los dos. lo ha aceptado pero no de buena gana. Duele, le daré tiempo. Hay tiempo.