Destiny - Libro Bme #2

Her

Miró a su compañero con calma, mientras ambos recorrían el espacio con naturalidad. Esa fiesta era lo que necesitaba para encontrar a la Assasin, principalmente, porque el hijo de Park se encontraba allí con los otros dos que eran parte del Clan Kim. Realmente le parecía extraño ver a esos niños en ese ámbito. Aunque sabía que con respecto a los Clanes, las fiestas y demás no retenían a los más jóvenes. Más bien aprovechaban ese tiempo para experimentar.

 

El local no estaba tan concurrido. Así que le daba la oportunidad de analizar a todas las personas que estaban allí. Unas mujeres empezaron a acercárseles a los tres jóvenes, sonriéndoles con coquetería. Jackson se reclinó cerca de su oído para que lo escuchara por sobre la música.

 

—Vuelvo en unos momentos. Tengo algo que atender.— dijo este, dejándolo y caminando hasta las escaleras que conducían al área VIP. Ho Seok continuó con su vista en los chicos, encontrándose con unos ojos avellana en un antifaz que le miraba fijo y luego se alzaba en una pícara sonrisa.

 

¡Carajo!

 

Caminó rápidamente entre las personas que bailaban en la pista, pero entonces la perdió. ¿Dónde estaba ahora? La buscó con los ojos, pero no la encontró en ningún lugar. La música había cambiado y sonaba una tonada bastante fuerte y rápida. Unas manos de pronto cubrieron sus ojos y perdido, trató de apartarse.

 

—Tranquilo.— susurró la voz aguda y acuchillante. —No quieres recibir una herida de gravedad.— continuó esta, retirando una mano, para aparecer esta misma con una afilada cuchilla. Ho Seok estaba sin palabras. ¿Cómo es que lo había atrapado de esa manera? La mujer hechó la cabeza del pelirojo hacía atrás, aún con su mano sobre los ojos y acercó su boca al cuello, para darle una mordida. Ho Seok se quejó, pero el sonido fue amortiguado por los demás y sintiendo un escalofrío potente llegar hasta su ingle.

 

Un punto débil.

 

—Las advertencias no son suficientes para ti, así que optaré por actuar como desee contigo.— indicó con una nota de coqueteo. Se movió un poco y sintió el arma rozarle la piel. Con un movimiento brusco y rápido lo apretó. ¡Rayos! No tenía salida.

 

Debía arriesgarse a tener una cortadura que casi lo matará, así que con un movimiento clavó su codo en la boca del estómago de la mujer, haciendo que esta apartara sus manos de él. En ese momento le quitó el arma. La enmascarada trató de atacarlo, pero él la rodeó con los brazos, manteniendo su cuerpo inmóvil sobre su pecho. Sintiendo la silueta frágil apretado a él.

 

Una cabellera castaña apareció entre la multitud, viendo a Ho Seok con las cejas fruncidas. La mujer empezó a revolverse en el agarre. Jackson la tomó por las piernas, percatándose de quien era. La misma que había visto el día en que atacaron al líder del Clan Park. La misma que Ho Seok estaba buscando hace tiempo.

 

La sostuvieron entre ambos, no dejando que las personas a su alrededor armaran un alboroto por ello. La sacaron de allí con dificultad y agarrándole las manos y pies la introdujeron al vehículo.

 

—¿Crees que sea bueno que la llevemos a la guarida?— No quiero que los suyos aparezcan y acaben con mis hombres.— dijo Jackson, sosteniendo a la mujer fiera, mientras el pelirojo conducía.

 

—Tengo una mejor idea.— respondió el pelirojo, pensando en su departamento. Llegaron en unos minutos y la introdujeron, dejándola en la habitación de Ho Seok, amarrada a la cama con los labios y ojos sellados.

 

—¿Estás seguro de dejarla aquí? Esa mujer puede matarte.— expresó el castaño nervioso por su amigo. Ho Seok se quitó la chaqueta y miró al menor.

 

—¿Si no la hecho ya es por alguna razón, no crees? Te llamo en una horas para que me ayudes a transportarla. Trata de conseguir algún somnífero para dormirla por unas cuantas horas antes de llegar a Busan.

 

—Está bien.— respondió este, saliendo de la estancia.

 

Ho Seok se acarició el cuello adolorido. Estaba agotado y no podía descansar. Esa mujer era demasiado estratega y podía joderlo allí mismo si le era posible. Tomó su teléfono para llamar a Go Min.

 

¿Hola?

 

—¿Señor...?

 

¿Que pasa, Ho Seok?

 

—Tengo lo que quiere. Estaré en camino en dos horas.

 

Muy bien, te espero.

 

El pelirojo empezaba a sentirse adormilado y mareado. Sacudió la cabeza para despejarse, caminando hasta el umbral. Una mano empuñada en una lamparilla lo atacó.

 

¿Cómo rayos se desató? Se cuestionó, al tiempo que se agachaba para evitar el golpe, haciendo que esta chocará el objeto contra la pared. La furia de la mujer empezó a fluir cuando todo lo que aparecía a su paso era lanzado. Extendía sus largas piernas con una patada y puñetazos, que Ho Seok no dudaba en responder.



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En el texto hay: suspenso, bts, hoseok

Editado: 24.09.2018

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