CHAPITRE 21...
Parecía profundamente dormido, tan relajado que me contagió su armonía, pronto mis pies ya no encontraban razón para estar levantados y con cierta delicadeza se doblegaron, teniendo una perfecta vista de Ashton Clark, pronto me di cuenta por qué estaba sentado en el suelo y posado en la mesita, había tomado los papeles del instituto, había tomado un bolígrafo y un lápiz, sin permiso alguno, también mi calculadora, había estudiado todo este tiempo, con su celular apagado y la casa en silencio, tan solo la ventana abierta.
De verdad le interesaba entrar al instituto Jackson.
Pronto su tez cambio, frunció levemente su ceño y se removió, pude ver como pronto su piel se erizaba, justo cuando el viento sopló.
Pero... El solo hizo eso erizarse, para después seguir su sueño.
Me levante con una sonrisa de medio lado y removí mi sabana de mi espalda, posicionándola encima de él, pronto sentí como el calor volvía a su cuerpo, como su tenso y musculoso cuerpo volvía a ser el mismo de antes, tranquilo.
Pero debía hacer algo más, esa ventana no podía seguir abierta, no fue mucho lo que tuve que hacer para llegar a la ventana tan solo dos saltos y un click de parte de la cerradura de la ventana.
Suponía cuando despertara querría algo caliente, así que no se me ocurrió más nada que tomar dos paquetes de chocolate caliente y ponerlo en marcha, esperando así que cuando estos estuviesen Ashton Clark estuviera despertando de su hermoso sueño.
La cocina permanecía en penumbras y se podía divisar desde aquí la puerta de entrada, vagamente recordé esa noche en que largue a Matteo y a Chad, en que los saque de mi casa con cierto dolor en mi corazón.
Aferre mi agarre a la alacena justo en el momento en que vi como Chad intentaba disculparse pero simplemente no valía la pena.
Pero... Algo borro ese recuerdo tan repentino, su rápida aparición borro todo y me hizo mirarle, había calmado mis pensamientos.
Froto levemente sus ojos, abriéndolos a tiempo antes de estrellarse con el marco de la entrada de la cocina. Al mirarme sonrío felizmente y bostezo- siento eso- dijo luego.
Parecía realmente cansado- desde cuando estabas dormido?- cuestione con una ceja alzada.
Tomo lugar en una silla de la mesa y se recostó ahí.
Seguía cansado.
-Dios... Dormí tres horas seguidas... Es decir, luego de que llegamos...-.
-dormiste luego de llegamos? Pensé que estudiabas-.
-Oh! Si solo veía las cosas, la verdad es lo último que di en mi antiguo colegio antes de marcharme-.
-lo colegios son para ricos- indique.
-si, lo siento, pero, el instituto está mejor-.
No sé por qué lo hacía, quería hacerme sentir bien aunque yo le evadiese, me miraba con ternura cuando lo indagaba y me sonreía sin razón, era extraño.
Era demasiados bueno.
-quieres chocolate caliente?- pregunté con cierto miedo.
Pero... ¿Por qué lo sentía? Es decir... Qué tenía este chico que me causaba miedo.
-huele delicioso, podría probaré un poco-.
Asentí y tome una taza, la tranquilidad de la casa volvió a estar por los alrededores, podía sentir la presencia de Ashton Clark tras de mí sentado y con la cabeza agachada, estaba exhausto y su respiración era parte de la armonía del aire.
-por cierto, gracias por la cobija- musitó, sonreí en complicidad y me volteé para ir a entregarle su chocolate caliente.
-no hay de qué, Clark, haría eres un tío más de esta casa- .
-te lo agradezco- musito nuevamente levantando su cabeza y tomando con su dos manos la taza, sus ojos instintivamente conectaron mágicamente con los míos, sentí como el corazón se me estaba acelerando sin razón alguna, respire hondo me acerqué a el lavaplatos, sintiéndome nuevamente aislada, tal como en el auto.
Oi como chasqueo y sonrío dulcemente, aunque también estaba al ronco- Alexa, no es por entrometerme ni nada pero...- serví mi taza y me giré hacia el apoyada en la alacena, con el frente mío.
-Prosigue...- indique cuando paro, sus ojos, sus ojos buscaban algo, algo dentro mío, parecía indagar en mis pensamientos, perdido en el tiempo, quería saber algo, pero, qué exactamente- Clark-.
Pronto frunció sus labios y desvío la mirada- nada- pude ver cómo sonreía débilmente.
Alcé una ceja y respire hondo, este tipo... ¿Que quería?
-ya has visto tu habitación?- cuestione tratando de activar el ambiente que pronto nos estaba rodeando.
-no, no he querido irrumpir en las habitaciones así por así, preferiría que me mostrases cuál es la mía- Cortés... Eso me agradaba de alguna manera.
-entonces que esperas- mis pies se pegaban al suelo, pro el frío que hacía, eso me hacía tener escalofríos de vez en cuando, sin embargo, debía seguir.
-Oh! Alexa, ahí está la cobija- corrió como niño pequeño después de que yo hubiese tocado el primer escalón.
Las tomo en su mano y la apretó considerablemente girando hacia mi y sonriendo- de veras fuiste muy amable-.
Desvíe mi mirada y asentí tomándola.
No sé qué tramaba este tipo, pero, su comportamiento era de lo más extraño.