Destiny Moonlight- Destinados

Destiné

CHAPITRE 61

 

“condición de alguien que es famoso, a la opinión que la gente se ha formado sobre algo o alguien, o a una noticia extendida acerca de algo”

 

Las personas que ostentan cierto grado de fama son, por lo general, personajes públicos o célebres, ampliamente conocidos o reputados, que reciben una gran atención por parte de los medios de comunicación y del público.

Así, la fama es frecuente entre actores, cantantes, deportistas o grandes artistas, así como entre políticos, empresarios de alto perfil. De hecho, existen recintos como los salones de la fama para exaltar las proezas deportivas de los atletas, o el Paseo de la Fama, para reconocer el trabajo de grandes actores.

Sin embargo, hoy en día también personas que no han hecho ninguna hazaña, como una estrella de reality show o el heredero de una vasta fortuna, pueden llegar a tener gran fama y popularidad.

La fama, no obstante, es también la opinión que en las demás personas formamos como consecuencia de nuestras acciones, palabras o decisiones. Así, podemos crearnos una buena fama, comparable a una buena reputación, o una mala fama, es decir, una opinión negativa sobre nosotros.

Pero ahora, cabe recalcar que las ambigüedades de mis nervios y de la circunstancia se presentaba no eran las más.

En cuanto, Dante tomo mi mano y me hizo caminar por esa enorme alfombra roja, que guiaba al hotel elegido, mis nervios iban aumentando, a medida que iba arrastrándome literalmente con su mano enroscada en la mía, a medida que iba acelerando su caminar, sonriendo a las cámaras y saludando a los entrevistadores.

Pero, no me atrevía a decirle algo, no quería que descubriera como mi interior vibraba de los nervios, como disparataba mis ideas: mil maneras de caerme en una alfombra roja, por primera vez en mi vida.

No tenía mi antifaz como antes, ahora, era solo yo, era Alexa Collins, no era Destiny Moonlight, ahora estaba en mi propia carne, no en ella, no tenía permitido hacer errores o bochornos, menos en frente de la familia Lovegood.

Habida venido a esta celebración como representante de mi padre, había venido solo por ese único motivo, ser la que le diera los papeles de la empresa a Dante como simbolización de pases del capital de mi padre, de no ser así, mi parte de la familia Lovegood no habría aceptado jamás mi presencia allí.

Los flashes repetidas veces se estampaban en mi rostro, tirando a dejarme ciega cada que pudieran, trataba de nivelar mis pies a estos tacones, pero, no ayudaba el hecho de que la cola de este estuviese arrastrándose.

-Leonard, Leonard Dior ¿Es este su vestido? –

Leonard se hallaba tras de mi sosteniendo mi cola, pero, en cuanto le llamaron la soltó como si yo hubiese desaparecido, como si no importara el hecho de que me tambalee por el simple hecho de que casi caía de pompas.

Atrape el caminar de Dante, quien con el ceño fruncido dirigió por primera vez su mirada hacia mí.

- ¿sucede algo? -

-Yo, Leonard-

Mierda… no podía siquiera formular una oración.

Cerré mis ojos y bufé desesperadamente, sintiéndome estúpida en este lugar, lo que seguramente todos murmuraban.

-Debería irme-

Masculle con desdén.

- ¿irte?, no, no Alexa, lo prometiste-

Ver a Lovegood implorar por mi asistencia.

…Me dejaba sin opciones…

-Es que este no es mi lugar, no estoy acostumbrada-

Arrulle cerca suyo.

-Alexa, estás conmigo no te pasara nada-

-Lo sé, pero, mi mente es un delirio-

-La mía también, pienso, en muchas cosas, pero, solo hay que dejar pasar la noche-

Rasco su cabeza e hizo un ademan.

-Sí, un momento, querida, Alexa, las personas te quieren conocer-

Fui arrastrada por Leonard hacia un periodista, que estaba entrevistándole.

- ¿Es usted modelo única de Leonard Dior? -

¿Modelo Única? A que se refería.

-Por supuesto que lo es-

No había salido del shock cuando Leonard ya había respondido a la respuesta del periodista, pero, no era solo esto lo que me subía la sangre, las preguntas se amontonaban sobre mí una tras otra, de cada periodista.

-Señorita, nos daría una imagen completa de su atuendo de esta noche-

A regañadientes, no quise ver al periodista, sin embargo, acepté.

Luego de que Leonard me colocara en un lugar y luego me cambiara a otro viendo donde me quedaba mejor la toma.

Pues, después de unos largos minutos Leonard indico al periodista que podía intentar tomarme la foto, al mismo tiempo que le decía a Bethany y Brittany encargadas de las fotos personales de Leonard que tomaran también imágenes.

-Bien, quédese un momento quita-

El flash se estampo en mí y fue como si de la nada todo se hubiese oscurecido y este flash hubiese sido la luz que iluminaba mi maldito camino.

Parpadee seguidas veces frunciendo mi ceño, quise llevar mis manos a mi rostro, pero, Leonard intervino y se rehusó a que lo hiciese.

-Maquillaje querida-

Recordó con una ceja alzada.




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