El tiempo del almuerzo estaba a la mitad y había mucho movimiento entre los estudiantes, una fiesta por parte de Righton High estaba cerca.
-Morgan…hola –dijo nervioso Diego al sentarse en la mesa donde estaba la rubia.
La rubia lo miró extrañada.
-Soy Diego… -respondió esperando a que esta lo reconociera- amigo de Daniel, nos conocemos desde los 8 –frunció el ceño frustrado.
-Oh… ¿en serio? –La chica no parecía importarle pero él asintió-, ¿sabes dónde está Daniel?
El chico respiró hondo con decepción y frunció los labios.
-No, es probable que este con las pruebas para el equipo –respondió con un tono triste.
-Bien, entonces…-lo miró esperando a que él se fuera.
-Morgan…quiero que sepas que no estás sola, me tienes a mi ahora –dijo dulcemente con una sonrisa confortable mientras tomaba la mano de la rubia-, y puedes contar conmigo para lo que ne…cesi…tes –dijo entrecortado al ver que la chica alejaba su mano.
-Claro, como sea –lo miró con confusión.
-Podemos practicar juntos, si te parece bien –dijo esperanzado-, ya sabes, ¿entrenar nuestros poderes? –la miró esperando a que ella comprendiera.
-¿De qué rayos hablas Guillermo? –respondió y miró con desagrado.
-Diego –la corrigió el chico-, y hablo de practicar con nuestros poderes Kanays.
La chica lo miró desconcertada y a la vez asustada.
-No temas, yo…yo soy como tú –dijo para tranquilizarla y sonrió.
-¿Eres un Kanay? –su semblante era de completa estupefacción.
El chico asintió desconcertado al ver que la rubia no sabía sobre él.
-¿pero…cómo? –Apenas podía hablar de lo sorprendida que estaba- Crei que estaban extintos.
-Bueno, solo quedamos nosotros supongo –se encogió de hombros y suspiró.
-No es posible, crei que una bruja loca los había destruido –respondió ella perpleja.
-Bueno no se mucho al respecto, pero si solo quedamos nosotros, debemos estar unidos –dijo con mucha firmeza.
-Supongo que si –dijo sin confiar mucho.
El grupo de chicos se encontraban pasando el rato en la tarde, algunos en el Starclub.
-Hey –dijo apresurada Jean-, quería hablar contigo pero no sabía en donde hallarte –se mantuvo apresurada.
-No creo que tengamos algo de qué hablar –respondió de mala gana la castaña con mechas.
-Oye sé que Morgan planea algo en tu contra, a menos que haya otra bruja en la escuela –frunció el ceño dudosa-, pero no lo creo, ella te odia asi que apuesto que eres tú.
-Que linda tu “preocupación” –realizó el gesto de las comillas con sus dedos-, pero estoy bien, gracias.
-Intento ayudarte –contestó la rubia de ojos grandes desanimada.
-¿Qué haces tú aquí? –preguntó Diego al verla en el mostrador.
-¿Comprando una pizza? –respondió la bruja con sarcasmo.
-Tú no mereces una pizza, es solo para gente que no miente –replicó el chico con indignación mientras se iba a servir una orden.
Alex frunció el ceño desconcertado.
-¿siempre es asi? –preguntó exasperada la castaña a la rubia.
-Si…-respondió ligeramente frustrada- pero ya se le pasará
-No, no es asi –replicó el chico azotando su bandeja en el mostrador-, mentiste y apuesto a que es cosa de brujas –dijo como forma de insulto.
-Shhh –Alex lo calló rápidamente-, no menciones eso en voz alta.
-¿Qué? ¿Te avergüenzas de tu especie? Porque deberías –respondió el Kanay con desagrado.
-No tonto, es porque las personas no mágicas no deben saber sobre brujas o Kanays –contestó exasperada y exageró con el gesto de abrir los brazos y alzar las cejas.
-Si claro –la contradijo con pena sabiendo que ella decía la verdad.
-¡Hey! ¿Podrían dejar de pelear? –Les ordenó Jean- Es importante que ambos sepan esto, ¿algún lugar donde hablar sobre esto, Diego?
El chico dudo sobre hablar con la rubia del tema en especial con la castaña presente y lo demostraba con su semblante.
-Bien, síganme –el chico las guio hacia la parte trasera del club.
-Lindo…-dijo con sarcasmo-, un basurero –reviró un poco los ojos la bruja.
-Alex no ayudas –comentó Jean regañándola.
La castaña ni se inmuto ante el regaño.
-Solo ve al grano Jean –comentó Diego fastidiado-, para que podamos irnos.
-Bien –respondió la rubia tranquilizando al chico-, es sobre Morgan…
-Aquí vamos otra vez –Diego la interrumpió-, ya hablamos de esto Jean.
-No, tu hablaste yo no –contestó firmemente-, sé que Morgan trama algo y no está sola –mostró angustia en su tono de hablar.
-¿Aliado? –Alex preguntó con una mirada intranquila- Se más específica.
-La vi en la oficina de la supervisora –el Kanay y la bruja miraron a la rubia desconcertados-, creo que es una bruja pero no creo que sea buena.
-¿Asunto de brujas? No es cosa mía –respondió Diego desinteresado.
-Pero Morgan la está ayudando en su plan –mencionó Jean para atraer la atención del chico-, supongo que no quieres que salga herida ¿cierto?
El chico volteó a mirarlas con molestia porque era cierto lo que había dicho su amiga.
-Bien, pero lo hago porque somos Kanays y no quiero perder a uno de los míos apenas que los descubrí –dijo con seriedad.
-Claro… -respondió Jean sin creer-, ¿sabes algo sobre “la elegida”? –se dirigió a Alex.
-No mucho, solo que es la bruja más poderosa o algo asi –reviró los ojos y se cruzó de brazos-, es a quien más quieren robarle sus poderes.
-Bueno, la supervisora…
-¿La supervisora qué? –dijo una voz de mujer con un tono regocijante.
-Ay no –susurró Jean preocupada.
La supervisora se había aparecido en el mismo lugar que ellos, resulta que había estado espiando a la joven bruja.
-Ah…-suspiró la mujer demostrando su seguridad en si-, ¿sabes? Si tan solo te hubieras quedado con la boca cerrada, hubiera reconsiderado no convertirte en un asqueroso animal –menciona la mujer enojada y lanza un hechizo a Jean.
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Editado: 01.08.2023