03

"Todos buscamos a alguien cuyos demonios se entiendan con los nuestros"
 

Phoebe Jones.

Estaba dando un paseo para despejar mi mente. El bosque me encanta, es tan silencioso, pero el silencio es lindo cuando no habla. Es ese silencio que te da calma, el que calma todos mis demonios, el que me ayuda a despejarme y a olvidar todo aquello que alguna vez me hizo daño.

Una fría brisa traspasaba mi fino suéter negro dándome pequeños escalofríos, cuando hacia una pijamada con Katia, mi mejor amiga cuando era pequeña, siempre decía que si tenías escalofríos era por qué un espíritu pasaba cerca tuyo, entonces terminabamos durmiendo juntas como si eso solucionará algo.

Que ilusas ¿no?

Seguía caminando pero me detuve de golpe.

Sangre....
eso es lo que ví en aquel tronco.

¿Algún día estaré tranquila? Esa respuesta se responde sola al sentir un golpe en la parte de atrás de mi cabeza. Me mareo y luego todo se vuelve negro.

Me despierto al sentir agua helada cayendo sobre mi, cierro los ojos al instante cuando la luz me da justo en ellos. Mi cabeza palpita de dolor pero mi enojo hace que eso sea menos importante.
Observó el lugar y es un galpón creo, no puedo ver bien por qué escucho un carraspeó y miro a quien tengo en frente.

Me siento muy mareada pero trato de verlo mejor, es alto,muy alto, su cabello es marrón, sus ojos son café, pero lo que más llama la atención de su rostro es esa cicatriz que tiene a través de su ojo derecho. 
Se podría decir que debe tener unos cuarenta años pero no estoy segura.
Una puntada en la cabeza me hace cerrar los ojos con fuerza y seguramente debo tener una herida por el golpe. Duele mucho.

- La hija de los Jones. Los "perfectos" jones.- hace comillas con sus dedos en perfectos.

-¿Que es lo que quieres?-Le pregunto sin rodeos.

- Que sepas la verdad.-dice mirándome fijamente.-Tus padres no eran como vos creias. No eran perfectos.

- ¿A que quieres llegar?- No estoy entendiendo nada.

- Ellos me quitaron algo, me lo arrebataron como si fuera cualquier cosa.-dice como si estuviera recordando algo.

- No te entiendo.-le respondo, finjo escucharlo mientras intento desatarme.

- Eras una pequeña muy hermosa e inteligente, pero por desgracia no era el único que lo creía. Tus padres, dueños de las famosas empresas "CK", tenían todo menos una bebé. A la que ansiaban tener.-Mira hacia todos lados pero no a mí- Clara a pesar de mil intentos nunca pudo quedar embarazada y sus esperanzas de ser padres se acababan. Entonces decidieron adoptar, claramente ellos querían una hija que pudiera tomar el control de sus empresas, buscaron mucho pero jamás encontraron alguna niña que los convenciera.

-No se a que quieres llegar.- le respondo aún más confundída. Mis padres eran buenas personas y todos lo sabían.

- Déjame continuar.-dice serio como estuvo hablando desde que comenzó.- Yo era muy pobre. No tenía nada, ni siquiera un hogar y tenía que cuidar de mi niña de tan solo 8 meses.- comencé a prestar más atención.- Los días eran muy fríos y temía que se enfermara. Luego ellos pasaron y me quedaron viendo, mejor dicho viendo a mi pequeña, sin decir ni una palabra. Se fueron y a los días regresaron con dos personas que la arrebataron de mis brazos.-Pequeñas lágrimas caen de sus ojos- te me quitaron mi pequeña. Te sacaron de mi lado.- QUE

- ¡Que mierda dices!- le gritó enojada- ¡Por que mientes!

-No miento pequeña. Te vengo viendo de lejos desde que llegaste aquí. Te reconocí por tus bellos ojos al igual que los de tu madre. - estoy en shock- se todo de ti, tus miedos, tus debilidades, tus fortalezas, tus más oscuros secretos, todo.

-No te creo.- le respondo.

Su mirada es triste. Sus ojos apunto de derramar lágrimas me hacen pensar.

¿Por qué habría hecho todo esto? Digo si no fuera verdad por qué se habría esforzado tanto en secuestrarme para luego hablar ¿No?

- Si haces una prueba de ADN y en verdad soy tu hija te escucharé. - le digo.

La esperanza vuelve a sus ojos.

Luego de horas me doy cuenta de que este hombre diciendo ser mi padre tiene varias contactos.
Ah venido un doctor a sacarnos sangre y a curarme la herida.
Estuvo hablando con varios hombres sobre no se qué, tiene a varios vigilando este lugar, vive en una mansión. No estoy exagerando este lugar es enorme.

- Llegaron las pruebas. ¿Las quieres ver tu?- me pregunta a lo que asiento.

Las veo y enserio no lo puedo creer.

Es mi padre.

Podría saber la verdad de todo en este mismo lugar. ¿Por qué mis "padres" hicieron esto? ¿Por qué jamás me dijeron la verdad? ¿Por qué me alejaron de el? 
Esas y más preguntas rondaban por mi cabeza.

Estoy en shock. 
Creí que éramos la familia perfecta.
Al final mis padres, si es que puedo decirles así, eran como todos. Hipócritas.

Hasta en quien más confías te puede mentir. Me a quedado claro.

No me vengan con eso de que están las mentiras "piadosas", solo pusieron ese término para mentir y no sentir culpa.
Ellos me mintieron. Me alejaron de mi padre y aún que con el no hubiera tenido la mejor vida era mi padre. Podría haberlo ayudado cuando estuve más grande. Pero no, mientras yo vivía entre lujos no se por lo que pasó el. 
Podría preguntarle pero ¿enserio quiero saber? No lo sé.

Lo miro pero no puedo decir nada.

Varios minutos después hablo.

- Necesito pensar.- solo logro pronunciar eso.

- Claro, ¿Quieres pasar la noche aquí?- asiento.

No quería caminar, no quería estar sola, no ahora.

Me lleva a una habitación y me dice dónde está cada cosa. Me tiró en la cama y me pongo a pesar. Creo que hago mucho eso.

Mis padres. Personas perfectas, vida perfecta, familia perfecta, mentiras perfectas. Todo en ellos era perfecto supuestamente y terminaron siendo como todos. 
Los admiraba por su honestidad, por ayudar a las personas, por ser tan atentos conmigo. Se que debo agradecerles por darme una buena vida pero no puedo. Me molesta el que me hayan mentido. ¿Hubiera aceptado lo que hicieron? No lo sé. Pero al menos hubieran sido sinceros conmigo, en cambio ahora aquí estoy. Me enteré por mi padre que ni siquiera se su nombre.