Capítulo 3: |Alessia, la médica forense|

-Flashback:(En el lugar del accidente):

No dejo de mirar aquel sitio donde mi vida se arruino. Pensar que, ayer estaban tan bien las cosas y hoy ya me entero de esto, de Silvia y Lucas. Me siento tan culpable por no haber hecho nada al respecto. Me gustaría haber estado con ellos, aunque...si lo pienso bien, mi vida también corría peligro; dejaría a mi madre sin sus dos hijas y eso le lastimaría más y más.

-Señorita Eva, ¿no? -me dice una mujer alta. Tenía: los ojos verdes claros, el cabello rubio, una bata de médico, se encontraba justo detrás de mí- Necesito que me acompañe, que conteste algunos interrogatorios y que reconozca los cuerpos de estas personas.

- ¿Quién es usted? -indique.

-Me llamo Alessia, soy médica forense. Y como le digo, necesito que me acompañe a la morgue.

-Todo esto... ¿no le parece confuso?, recién acabo de llegar y ni siquiera pasaron dos minutos del accidente. Y me han dado a conocer que, hasta ahora no han hecho un examen de lo que acaba de ocurrir. Es decir, esto debería estar lleno con sus especialistas examinando el caso y yo no noto a nadie aquí... ¿esto me es suficiente como para confiar en usted?

-Joven Eva, yo no tengo nada que ver en el caso. A mí, solo me mandaron a llevarla a la morgue, a identificar los cuerpos recién llegados. Si ellos no son...no sé lo que hará, usted sabrá qué medidas tomar.

Me duele aceptarlo, pero tengo que ir.

-Está bien iré con usted.

Al llegar, nos introdujimos por un pasillo demasiado oscuro. Me estaba por dar un ataque de pánico, al ver que no llegábamos nunca, pero menos mal que ella tenía una linterna para alumbrar el camino.

Mi corazón latía a mil por hora, me estaba quedando sin aire. Me sofocaba. Me estaba descomponiendo y me di cuenta que eran algunos de los pequeños síntomas que sientes, cuando entras a la morgue por primera vez. Hasta sentía, estar en el lugar de ellos, así de encerrados. Y ni hablar de su espantoso olor que lo empeoraba más.
Creo que no será nada difícil reconocer un cuerpo y les explicaré el por qué. Verán, mi hermana y yo tenemos una mancha de nacimiento en el brazo derecho. También, tiene un tatuaje de una flor, en el tobillo del pie, y una pulsera de color naranja con cuentas plateadas en su muñeca. Bueno, después esta Lucas, que tiene un collar con perlas negras que le regale el día que nos conocimos, un reloj rojo y un lunar en su dedo índice.
Ingresamos y me mostró los dos cuerpos. Parecía increíble, pero no podía reconocerlos. Ellos, cumplían con las mismas referencias con los que los había descrito, pero no me di cuenta de que cuando lo traen aquí le quitan sus pertenencias. Así que, no tenía otra opción que ir a verlas.

Acabo de salir de ahí y estoy sentada en una banca de la plaza, razonando. Me dieron un registro con sus nombres e información sobre estos. Ellos eran una pareja y sus nombres al igual que, al resto dicho anteriormente, concordaban. Pero, había algo que no me cerraba del todo. Entonces, es posible que... ¡¿esos cuerpos sean de ellos o realmente puedan estar vivos?!-... ¡No lo creo!

-Fin del flashback

- ¡Ey! ¿puedes dejar de quedarte tildada Y responder a lo que te acabo de decir?

- ¿Que qué?

- ¿Acaso piensas que siguen con vida? ¿Que volvieron de la muerte? ¡Estas mal Eva!

-Pensé que me ibas a ayudar en esto, pero no lo estás haciendo. Haces todo lo contrario, me tiras toda la mala onda encima. Pensé que habíamos hablado de esto.

-Mira Eva, yo solo acepté porque conocía a Silvia y se muchas cosas de ella. Pero eso, no significa que empieces a inventar semejantes locuras con estas cosas o a bromear con ello.

- ¡Gisela! -levanté un poco la voz asombrada-Pensé que habías cambiado, pero al parecer no lo has hecho. Fue un gran error pedir tu ayuda y a tomarme la molestia de venir hasta aquí.

- ¡Eva, sabes que si no fuera por mí no conseguirás resolver esto sin la ayuda de nadie! ¡Cuando te des cuenta, estaré en mi casa chillando de la risa!

- ¡Ya lo veremos, tarde o temprano, ya lo veremos! -levanté mis cosas de la playa y me dirigí nuevamente a mi casa.