Desvanecidos (parte I)

capítulo 4:|El chico de intercambio|

Al fin en mi casa, mi mamá noto muy bien cuando llegue. Se dio cuenta que estaba molesta con alguien o algo me había pasado, ya que con el portazo que di con la puerta de mi habitación y las llaves que dejé bruscamente en la Mesa, es muy obvio.

- ¡Hija! ¿Está todo bien? -expresa entrando con cara de preocupación a mi habitación.

- ¡No, no está todo bien, no quiero volver a escuchar su nombre! ¡A partir de hoy, ella no entra más en esta casa! ¿entendido?

-Pero... ¿de quién estás hablando? -insistió.

- ¡De Gisela mamá! -dije y después de calmarme, le expliqué todo lo que había pasado en la playa.

-Bueno, pero ahora tienes que estar tranquila. Veras que, tal vez fue una simple discusión que les pasa a todos y que pronto se les pasara. Además, cambiando de tema, tienes que preparar las cosas para mañana para ir a clases.

Le hice caso a mi madre y dejé todo preparado para la universidad. Una vez finalizado todo, me fui a dormir.

-miércoles 29 de agosto:

*5:55 AM:

Hoy me levante muy temprano, quiero empezar con toda la buena onda arriba y tomarme un rico café. La cual, sin dudarlo más lo hice y luego comencé a vestirme. No sabía qué ponerme, así que al final me coloque un jean azul; con zapatillas blancas, un buzo fino del mismo tono que mis zapatillas y con una mochila pequeña de color negro. Me hice un rodete desprolijo en mi pelo, ya que lo llevo corto hasta los hombros. Me puse aretes blancos en mis orejas y finalicé con unas gafas de sol oscuras.

Una vez que ya terminé de arreglarme, subí al autobús escolar y me coloqué los auriculares con un poco de música para relajar el ambiente.

Estoy en el tercer año más o menos de la universidad. Me falta poco para terminar...aunque todavía no me decido que carrera seguir. Está también, muchas veces hacen intercambios culturales y además se habla español e inglés. Así, cualquier extranjero de afuera, puede venir a estudiar sin ninguna dificultad.

-En el pasillo, del salón de clases, de la universidad:

- ¡Eva, tanto tiempo!, en realidad estas vacaciones fueron muy largas, ¡casi no logro reconocerte! -explica Sasha.

- ¡Amiga! -exprese y la abrace con fuerza- ¡no sabes todo lo que te tengo que contar y cuanto te eche de menos!

- ¡Este año prométeme que no te separaras de mí! -suplicó, pero alguien nos impide seguir con la charla.

-Disculpen señoritas, ¿este es tercer año? -pregunta un chico divino.

- ¡Sí! -contestamos a la par. Mejor debería calmarme. Él, se va al salón de clases y se acomoda en su respectivo lugar.

- ¿Quién es él?

-Jajá, Eva.

- ¿Qué? -dije.

- ¿No lo sabes?

- ¿De qué hablas Sasha?

-Él, es el nuevo chico de intercambio, al parecer estará aquí por unos tres meses. Ese chico, lo es todo, es guapísimo. Tiene ojos café oscuros y su piel pálida, hace que llame demasiado la atención. Se llama Gabriel Gonzales y según los rumores, algunos dicen que viene de Italia y otros de Rumania.

- ¿Hablas en serio? Porque su apellido no tiene pinta de que sea de ahí.

-Que va, solo son rumores-me indica, entonces duda un poco y luego me invade con una pregunta tan tonta- ¿te gusta? Es lindo, lo acepto, creo que harían una muy linda pareja.

-Efectivamente, no estás bien de la cabeza-comente y volví a mira al chico-acabo de conocerlo, sería muy raro eso, y apresurado. Además, se ve que no te das cuenta de Lucas, mi novio, falleció. No estuve bien después de eso. Y pronto lo encontrare, donde sea que este, él no pudo haber muerto. - entramos al aula con Sasha y no para de mirarme con ternura. Sin duda, ella no sabía disimular y tampoco tomo en cuenta lo que le había dicho.

-Narra Gabriel:

No puede ser, la encontré. Justo, hablando de esta chica, se sienta en el pupitre de la fila del medio y la tengo tan cerca que es imposible resistirme a su tentador perfume dulce.

*Habla la profesora:

-Hola, buen día chicos, me pongo tan contenta al ver caras nuevas. Bueno, para empezar la clase de hoy nos reuniremos en grupo de a dos, para realizar un trabajo práctico que me entregaran para este viernes. Los nuevos, se juntarán con algunos de los que ya saben más de la clase, y así sabrán cómo se ha trabajado durante todos los años anteriores. Así que finalizo deseándoles buena suerte y espero buenas calificaciones de parte de todos.

-Narra Eva:

-Hola-lo mire sorprendida, al ver que se me había acercado- ¿puedo hacer el trabajo contigo? -pidió Gabriel.

Uff...genial, ahora que voy a hacer, todos ya se han organizado y solo quedamos nosotros dos.
No es que no quiera trabajar con Gabriel, pero...los trabajos me gustan hacerlo mejor sola o con mi amiga.

- ¿Profesora? -dije levantando la mano e ignorando su pregunta, ¿Por qué tengo que ser así?

- ¿Sí? -afirma, o bueno, pregunta ella- ¿hay algún problema?

-Emm...verá, en este curso siempre fuimos un número impar y no quiero que Sasha se quede sola. Si usted me lo permite, puedo trabajar con ella-sugerí.

- ¡Tienes razón, entonces... ustedes serán el único grupo impar!

- ¿Quienes?

-Usted, Sasha y Gabriel, por supuesto.

-Si no les molesta... puedo hacer el trabajo práctico sola-dice Sasha y me guiña un ojo.

- ¡No, no Sasha, yo no te puedo dejar sola, haremos el trabajo los tres juntos! -le dije entre dientes, luego agregue- ¡los espero en mi casa a las dos y media de la tarde!, ah y no lleguen tarde, ¡no me gusta esperar!



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En el texto hay: vampiros, amor, suspenso misterio

Editado: 18.12.2020

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