Brianna: Está bien, ya veré como me escapo.
Bryant: Te adoro.
Brianna fue a ver si su mamá estaba durmiendo, una vez verificado eso, fue a su cuarto por donde podía salir.
Olvidaba algo, ¿Qué era?
¡NO PUEDE SER!
«¡Brujo!», pensó.
Entró a la aplicación antes de salir y le envió un mensaje
Burbuja: Señor, mil disculpas, no puedo hablar ahora, algo muy grave con un amigo, espero lo puedas entender, descansa y me gusto tu sorpresa.
Después de eso, salió de la aplicación y fue a darle el alcance a donde Bryant le había mandado la ubicación.
¿Quién le gustaba realmente?, hasta este punto parece que Bryant.
Bryant 1 – Brujo 0
Brianna: Ya estoy llegando.
Bryant: Te espero, princesa, gracias por el esfuerzo que haces.
Brianna: Espérame ahí.
Habían quedado en encontrarse afuera de una cafetería que estaba abierto las veinticuatro horas.
Estaba a cinco minutos.
Brianna corría, ya que quedaba cerca a su casa.
—Llegue —dijo Brianna cansada.
Bryant la abrazó súper fuerte.
—Si que estabas mal —dijo Brianna devolviéndole el abrazo.
—Te quiero sentir.
—Aquí estoy.
—Gracias por ser así conmigo, me encantas por eso.
Brianna está confundida, ¿Ustedes con quién se quedarían?
—Siempre seré y estaré contigo.
—Te conocí en un buen tiempo.
—Tampoco soy para tanto.
—Para mi sí.
—¿A dónde vamos?
—Tengo una casa, bueno que es cerca a la playa.
—¿Quieres ir ahí?
—Es el único lugar donde mis papás no me siguen.
—¿Paso algo con ellos?
—Solo no me entienden.
—¿En qué sentido?
—Vamos para allá y te lo cuento.
Bryant agarró de la mano a Brianna y se subieron a un taxi.
Brianna se recostó en el hombro de su amigo y así fue todo el trayecto que era más e una hora de viaje.
¡Un ruidito!
Stiven: ¿Qué haces?
Brianna vio el mensaje y decidió no responderle, no quería dar explicaciones, quería estar son comunicación en estos momentos, tal vez hoy se iban a definir las cosas.
—¿Estás cansada?
—Un poco, pero quiero seguir acompañándote.
Ambos llegaron a la casa de playa.
—Vamos a mi cuarto favorito.
Brianna asintió y lo siguió, la casa era muy grande, era de esperarse, él parecía tener dinero.
—Entra.
Bryant abrió la puerta, era un cuarto no muy iluminado, que tenía un proyector, era como un cuarto de cine personal.
—Dame un momento.
Brianna asintió nuevamente.
Bryant fue a su proyector y puso un video de una fogata.
—Perdón, es que así se ve un poco romántico y no quiero que te aburras.
—Con escucharte me basta —dijo Brianna acercándose a él, y dejándole un beso en el cachete.
—Eres preciosa.
—¿Se viene una noche larga?
—Creo que sí.
—Bien, estaré despierta, ahora sentémonos en el suelo.
—Esta bien, traeré una manta.
Brianna fue sentándose en el suelo, miraba la pantalla que había.
Una fogata, que lindo, ¿Así será el misterioso?
—Volví, ¿Me demoré?
—No, no mucho.
—Vale, traje estás dos que encontré.
Se taparon ambos, Brianna recostada en el hombro de Bryant.
—¿Qué paso?
—Mi familia no quiere que estudie la carrera que quiero.
—¿Por qué?
—Porque quiere que sea abogados, como ellos.
—¿Les dijiste?
—Ellos saben, solo que ya no quieren apoyarme, al principio si, pero ahora ya no, quieren que cambie de carrera.
—¿No podrías pagarte los estudios?
—Se haría difícil.
—Pero no imposible, cariño, lucha por esta carrera si es la que te gusta.
—Quiero salirme de mi casa, estoy estresado ahí, no puedo con mi familia.
—Te entiendo.
—Es imposible que me entiendas, tienes una familia muy bonita, según lo que me has contado.
—Pues mi familia es bonita, pero tengo una amiga que pasó lo mismo que tú, te entiendo.
—Es horrible, espero no te pase, mis papás pelean casi siempre, nunca se ponen de acuerdo en algo, el día de mi cumpleaños la pase solo.
—No sé que decirte.
—Solo abrázame.
Brianna lo abrazó muy fuerte.
—Eres la única persona con la cual me eh abierto, te tengo mucha confianza.
—Y lo agradezco, te quiero.
—Yo también, princesa.
—Recuerda que pasé lo que pasé, tú lucha por lo que a ti te gusta, no hagas lo que tus papás te obliguen.
—Es complicado.
—Ya te dije, no imposible, sal adelante como muchas personas, si te quitan la ayuda, demuéstrales que tú pudiste solo, sin ayuda de nadie.
—Eres la mejor.
Bryant se lanzó sobre ella delicadamente y comenzó a besarla.
—¿Dejarás de hablar con él?
—Bryant, no lo sé, estoy confundida.
—Pero yo te quiero.
—Yo te quiero también, pero no lo sé, no sé que es lo que quiero ahora.
—¿Cómo vas a estar confundida por alguien que no te conoce en persona?, es un mentiroso, si no te quiere ver es un mentiroso.
—No lo sabes ni tú, ni yo.
—Pero es obvio, Brianna, piensa, yo quiero estar contigo.
—Quisiera decir lo mismo, pero no lo sé.
—Es imposible que no lo sepas.
—¿Puedes llevarme a casa?
—No, quiero que te quedes conmigo, está noche.
—Quiero ir a casa.
—Al menos si está será la última noche, déjame dormir contigo.
—No puedo.
—Por favor
—Está bien.
—¿Me confirmas que es la última noche?
—No te puedo confirmar nada, no sé si es la última noche contigo o la última noche que hablo con él.