Elizabeth.
Hoy es el día tan esperado de mi madre. La bendita graduación del instituto.
No sé que tiene de especial el concluir una etapa escolar qué todo mundo realiza, en especial la manera en que lo hacen. Un baile me parece totalmente innecesario. De igual que, no asistiré a dicho evento.
Mamá ha tratado de convencerme. Dice que es un momento especial que volverá a reunir a toda la familia. Eso me pone tensa. No se si de verdad se refiere al hecho de que Alexis estará presente. No creo soportarlo.
Pero lo que me da más rabia es que la "familia" este junta de nuevo, como si no hubiera pasado nada. Como si hace años Alexis no hubiera tratado de matarme. Como si hace años el no me hubiera tocado, como si el hermano de mi madre no hubiera abusado de mi.
Una lagrima cae por mi mejilla al recordar todo lo sucedido, los gritos, las súplicas de que parara, los golpes..., la sangre sobre todo mi cuerpo.
Jamás le desearía a nadie, incluso si fuese la persona más cruel del mundo vivir lo que yo viví.
—¿Aun no estas lista?—hablan detrás de mi.
—¿Lista para qué?
—No quieres asistir ¿cierto?—capto el sonido de la puerta de mi habitación y sus pasos acercándose a mi.
—Wao, ¿qué comes qué adivinas?—espete.
—Tu tono sarcástico no es novedad—ríe, llega hasta el asiento del pequeño ventanal de mi habitación y se sienta junto a mi—¿No me vas a saludar siquiera?
—Hola—dije con la vista puesta en la vista detrás del vidrio. No era muy linda, solo había casas a la distancia.
—Yo también te extrañe mucho, Ellie—se acomoda para ver mejor por la ventana—. Esperaba que me recibieras con un insulto, o una mueca de desagrado, o un abrazo... pero no ha sido así. ¿Qué te sucede?
—¿Por qué asumes que me sucede algo?
—¿Entonces no te sucede nada?
—No...
—Solo estas de malas como sueles estarlo constantemente.
—Mhjm.
—Vale, entonces no te ocurre nada—repite—, y Jane no está aquí para hablar lo que no ha sucedido hace algunos días entre ustedes, y no hay un chico abajo esperando a hablar contigo por lo no ocurrido hace unos días también.
—¿Jane esta aquí?
—Ha venido hace unos momentos, no se que ha pasado pero supuse que no querrías verla ahora.
—Supusiste bien.
—Le dije que volviera después.
—Dijiste un chico... ¿Ha v-venido un chico...?
¿Será Cameron?
¿Por qué espero que sea él?
—Se ha marchado también.
Siento un pequeñísimo sentimiento de decepción en mi.
—Ellie, si no quieres contarme lo que ha sucedido, lo entiendo. Y no te preocupes por mamá, la convenceré de no insistir en ir a ese evento, ¿vale?
No respondo, ante eso se pone de pie y camina hacia la puerta. Por alguna razón, justamente antes de que llegue a la puerta comienzo a llorar.
Inmediata regresa y me envuelve en un abrazo qué no sabía que necesitaba. Al instante se lo devuelvo, no se cuanto tiempo pasa, pero lloro abrazada a mi hermano mayor durante mucho tiempo.
—Ya pequeña, ya—susurra mientras acaricia mi cabello—todo va estar bien, ¿vale?
—No es solo lo que ha sucedido con Jane... Es que simplemente ya no lo soporto más, Mitch—gimoteo—Quisiera morirme, de verdad. ¿Por qué no me morí? Dime ¿por qué?
—Porque aún tienes mucho por vivir.
—Estoy harta de todo, y de todos—sollozo recargada en su pecho—. De Leo, de mamá, de todos.
—Lo sé, mi niña, lo sé.
—¿Por qué siempre las personas que más quieres te hacen daño?—
—No lo sé.
—Yo confiaba en ellos, Mitch. Todos me traicionaron, ellos..., los consideraba mis amigos, y ellos solo... me excluyen. De todo. Soy una idiota, lo soy.
—No eres una idiota por confiar en quienes se suponían eran tus amigos.
—¿Acaso tengo algo de malo?
—Por supuesto que no—limpia las lágrimas de mi rostro—Ellie, tu eres única.
—No me siento así—no lo puedo evitar, más lagrimas salen—¿P-por qué...? ¿por qué todos la escogen a ella? ¿Qué tiene ella qué yo no tenga?
—¿Ella quien? ¿Jane?
—Sé que ella es más linda que yo, es más bonita, claro, y yo solo soy..., soy yo. Mitch, n-no, no es envidia, simplemente me pregunto ¿por qué siempre ella? ¿Por qué?
No dice nada, solo me abraza.
—No quiero vivir más, Mitch. Solo quiero irme ya—me abraza más fuerte—, estoy cansada de fingir que no me pasa nada, que nada me afecta. También soy un ser humano, y tengo sentimientos.
—Me siento incompetente por no estar al pendiente de ti—susurra.
—Da igual, ya estoy acostumbrada a estar sola—intento separarme de él pero no me lo permite.
—No tienes que cargar esto tu sola.
—Toda mi vida lo he hecho.
Se queda un momento en silencio. No sé que es lo que piensa, ha de creer que soy patética.
—Perdoname—dice de repente—perdoname por ser un mal hermano mayor.
Nos quedamos un momento en la misma posición. Jamás he pensado o creído que es el peor hermano mayor. Solo que me lastimaba qué nunca dijera nada, pero ahora entiendo que probablemente el tenía sus propios problemas.
—Leo es peor—entre lagrimas logro sacarle una sonrisa.
—Sí, en eso estoy de acuerdo. Cuando llegue a esta casa ¿sabes lo que hizo?
—No, ¿qué fue lo hizo?
—Arrojó todas mis cosas al basurero—ríe—por una semana tuve que usar la misma ropa porque tenía miedo de mamá.
—Es un idiota—masculle.
—Lo era desde pequeño, siempre tan egoísta. Se ponía celoso cuando mamá me ponía siquiera un poco de atención y hacia todo lo posible por tenerla completa.
—¿Cómo es que después se llevaron bien?
—Había un niño mayor que lo molestaba en la escuela, cuando me di cuenta traté de defenderlo porque yo era mayor que ese niño, él se molestó pero después me agradeció. El niño dejó de molestarlo y Leo se dio cuenta que no era tan malo tener un hermano mayor.
Editado: 06.08.2024