Detrás de una Sonrisa.

24

Elizabeth.

Estos días había acogido la costumbre de venír a caminar en el parque. Lo días eran nublados, había momentos en los que la lluvia caía intensa, y había veces que eran unas simples gotitas, como el día de hoy.

El viento frío golpeaba mi rostro, en mis oídos se reproducia una melodia qué me inspiraba calma a través de los audífonos.

No había muchas personas en la zona, solo algunos que corrían alrededor como todas las mañanas, supongo que por las pocas gotas de lluvia que caían, que amenazaba con ser aún más fuertes.

Perdí la concentración en la música cuando vi a dos personas acercarse, ambos no parecían percatarse de mi presencia, así que intente marcarme antes de que lo hicieran, pero evidentemente no fue así. En cuanto me puse de pie y tomé mis cosas se acercaron demasiado rápido quitándome la posibilidad de huir.

—Lizzy..., Hola—dijo apenas se acercó a mi.

—Hola.

—¿Puedo hablar contigo?—gire sobre mis talones para verla de frente, venía acompañada de Daniel, y el solo asintió en forma de saludo.

—Tengo que irme—respondí fríamente.

—Solo será un momento, lo prometo.

Daniel, quien estaba ocupado viendo su móvil se alejó de nosotras para atender una llamada.

—Cinco minutos—sentencie, dejando mi mochila en donde anteriormente esta sentada.

—Vale, solo quiero aclara este mal entendido. Yo no sabia que él era el chico con el que salias, no me lo dijiste.

—Por algo será.

—Se que puedes creer que la historia se está repitiendo, pero te juro que no es así. De haber sabido que tu y el...

—¿No lo habrías hecho?—le interrumpí molesta—Por favor, Jane. Lo hiciste una vez, lo hiciste otra vez y sé que lo volverías a hacer.

—Claro que no. Te lo juro.

—No me jures nada—negué dispuesta a irme.

Así que volví a tomar mi mochila y camine en dirección contraria. Claro, ella me alcanzo y camino detrás de mi siguiéndome el paso.

—Lizzy, admito que lo de Justin si fue un error que cometí, me disculpo por eso. No se que pensaba, solo quería llamar tu atención de alguna u otra forma por que tu te encerraste en tu maldito mundo olvidandote de mi.

—Eso no es una excusa—dije sin dejar de andar.

—Sé que es ridículo pero solo quería a mi mejor amiga de vuelta, de un momento a otro te volviste fría, rígida y me apartaste así de la nada—me detuve—tu no eras así, quería que por lo menos me gritaras, o que se yo, pero tu silencio y tu aislamiento me dolió más.

No sabía cómo reaccionar, yo sabía exactamente la razón de porqué ese cambio.

—Quise saber que te sucedía, porque tan de repente te volviste así. Ni siquiera querías hablar conmigo, creí que por lo menos si llamaba tu atención arreglariamos ese problema y tendria a mi mejor amiga de vuelta.

Seguía sin pronunciar palabra. Era cierto que me alejé de ella cuando... sucedió eso. No tenía idea de que podría haberla herido o algo parecido.

—Sé que no fue la manera, y se que estos últimos años también he sido grosera contigo. Pero en realidad todo lo que hacía, o decía era porque quería que salieras de ese estado en el que estas.

Quise preguntar a que se refería, pero lo sabía muy bien. De todos modos se tomó la molestia de aclatsrmelo.

—Todo este tiempo has estado pero no, como si solo estuvieras viva pero por dentro no tuvieras alma. No lo sé, creí que si te hacía enojar saldrias de ese estado.

—No tenía idea de que...

Ni siquiera pude completar la oración.

—Ellie, no se que fue lo que paso para que cambiaras tan abruptamente, o si yo hice algo para que te comportaras de esa manera—se puso frente a mi y pide ver como en sus ojos estaban cristalinos—, entiendo que tampoco hayas querido contarme, pero soy tu mejor amiga. Siempre estaré aquí para ti. Y no quisiera que eso se arruine por una estupidez que cometí hace mucho tiempo.

—No fuiste tú, fue...

Ni siquiera tenía el valor de contarle lo que me había pasado.

—Lo que haya sido, si estas de acuerdo quisiera que volviéramos a ser esas mejores amigas de antes. Empezar de cero.

—Yo también te debo una disculpa—murmure—. La verdad es que no pensé siquiera que mi actitud te hubiese lastimando. Si te lo sigues preguntando, no; tú no hiciste nada para que yo actuara de esa manera contigo, es solo que..., perdón. No es que no confíe, o que no hy confiado en ti, es que no tengo la valentía suficiente para contarlo.

—¿Es muy grave lo que pasó?

—Sí—asiento soltando las lágrimas que había contenido—No sé, tal vez sea que todo esté tiempo he pensado que si no lo digo en voz alta será como si no hubiese sucedido—confesé de pronto.

—Lo que hay sucedido, yo estoy aquí para apoyarte—me toma ambas manos—Ellie, no estas sola. Nunca has estado sola, me tienes a mi, y aunque no me agrade ni me guste admitirlo también cuentas con Saúl, es tu mejor amigo después de todo.

—Ni siquiera él sabe.

—Somos amigas desde que teníamos ocho, no me gustaría perder tu amistad por un mal entendido.

—Eso no sucederá—mi respuesta la hace sonreír.

—Entonces, todo está bien entre nosotras.

—Sí.

—Maravilloso—me abraza con entusiasmo.

Yo también lo hago. Por mucho tiempo pase a Jane a segundo plano, incluso hasta hubo veces en las que pensé cosas malas sobre ella.

Me equivoque, claramente. Me deje llevar por mi mal humor, tanto que tampoco me percate que la había lastimado. Pero no será así, ahora esa distancia que yo había interpuesto entre nosotras ya no existiría.

—Mejores amigas para siempre—dice al separarse.

—Para siempre.

—Mamá estará tan contenta.

Su madre y la mía no se llevaban muy bien, en realidad a mi madre no le agradaba la suya, decía que era demasiado presumida y que toda esa actitud de buena samaritana era pura actuación, pero aun así no nos impidieron formarbuna amistad cuando éramos pequeñas. Eva me recibía muy bien en su hogar, y mamá a Jane.




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