Detrás de una Sonrisa.

27

Dave.

Elizabeth Roberts Gales. Hija del dueño y fundador del despacho de abogados más grande del país, Frederick Roberts y Elizabeth Ibeth Gales Torres, una empresaria originaria de la Ciudad de México.

Ambos contrajeron matrimonio a la edad de 20 y 19 años, un año después nació Leonardo Roberts, uno de los hermanos mayores de Elizabeth. Sin embargo, dos años antes, una mujer había dado a luz al primogénito de Frederick Roberts. Él nunca supo de sus existencia, hasta años después que la madre de Mitchell murió. Leonardo apenas tenía ocho años, y Mitchell diez, Elizabeth nació meses después de estos acontecimientos.

Ahora bien, ninguno de los tres son unidos. Leonardo desprecia a su hermana pequeña, Mitchell se fue cuando ella tan solo tenia ocho, y Leo siguió su ejemplo dos años después. Ambos se fueron del país, Leonardo vive ahora con su prometida, Clara, en la ciudad natal de su madre, y Mitchell vive a unas horas horas de aquí con su esposa, Clara y sus hijos, Minerba, y Sander. A la pequeña Minerba su familia le apodo Mina.

Hace un par de días, el entrometido de Sam Roberts primo de Elizabeth, me golpeó en el rostro dejando un rastro de sangre, y unos moretones qué tardarán días en desaparecer. Yo solo quería hablar con Elizabeth y el estúpido me lo impidió. Quise tomar medidas, pero él me lo ha impedido.

Así que me tome la brillante tarea de investigarlo a fondo para planear mi venganza muy cuidadosamente.

Emily Roberts, hace más de veinte años mantuvo una relación con Bennet Loughty y de toda esa relación nació Sam. El tipo era un tio de familia millonaria, no quiso tener un escándalo mediático en su reputación, el se iba a casar con otra mujer y jamás se hizo cargo de su hijo. Por ahora, Sam vive en Boston, donde esta a poco de terminar su licenciatura en administración y dirección de empresas. Emily Roberts tiene una línea de boutiques en varias ciudades del país, y desde su relación con Bennet se ha mantenido soltera.

Ha mantenido una amistad de años con Hanna Johnson, viuda de Dorian Johnson y madre del tipo más idiota y estúpido que pudo haber conocido Elizabeth. Y ahora sé, que Sam y él son amigos desde la infancia.

El motivo por el cual no me he podido acercar a ella, es ese maldito idiota, así que jugaré mi mejor carta. Si no puedo llegar a ella, lo haré por medio de su disfuncional familia. Sé que sus hermanos se encuentran en la ciudad, sé que en este momento se encuentran reunidos, sé que en estos momentos Elizabeth no se encuentra en su casa, así que me tome la libertad de hacerles una pequeña visita.

Presiono en timbre para llamar a la puerta, unos minutos después me abre la madre de Elizabeth, que parece un poco confundida.

—¿Le puedo ayudar en algo?—pregunta.

—¿Usted es la señora Elizabeth?

—Sí... ¿Quien eres tú?

—Ah, soy Dave, amigo de su hija, Liz. Nos conocimos en la academia donde era voluntaria.

—¡Oh!—sonríe de inmediato—Mucho gusto, Dave. Pasa, pasa—se hace a un lado para que pueda entrar.

Una vez en la sala de estar, me encuentro con Leonardo.

—Mi hija no se encuentra en este momento, pero pasa, estas en tu casa.

—Muchas gracias, señora.

—Llamame Beth.

—Será un placer—sonrió encantador a lo que ella se sonroja.

—Él es Leo, mi hijo y hermano mayor de Elizabeth—el mencionado se pone de pie, dejando de lado su portátil y se acerca a mi—. El es Dave, amigo de Elizabeth—nos presenta y me saluda con un apretón de manos.

—¿Amigo?—asiento—ella siempre dice que no tiene amigos.

—Es cierto—concuerdo con el—, siempre le dice a todo mundo que no somos amigos pero la realidad es que somos muy cercanos, incluso Saúl lo sabe muy bien.

—¿También eres su amigo?—inquiere soltando mi mano.

—A él no le agrado mucho, no sé la razón si me he portado muy bien con él. Muchas veces me ha pedido que me aleje de Lizzy. A veces pienso que hay algo más detrás de eso.

—Agh, es un idiota—ambos caminan hacia al comedor indicándome qué los siga.

—Saúl es un buen muchacho—comenta su madre—¿Te quedas a comer, Dave?

—Por supuesto.

—Maravilloso, toma asiento traeré los platos.

Se va a la cocina, yo tomo asiento frente a Leonardo quien no deja de mirarme.

—¿Qué te trae por aquí, Dave?

—Bueno, hace semanas que no sé nada de Lizzy. Dejo la academia cuando apenas se había inscrito oficialmente, y estoy un poco preocupado por su bienestar e integridad.

—¿Por que estarías preocupado?

—¿Preocuparte por quien?—llega Beth con los platos y bebidas.

—Por Elizabeth, su hija.

—¿Y eso por qué?

—Bueno, es que creo que esta saliendo con un chico que no la trata muy bien.

—¿Cúal chico? ¿Cameron?

—Si, creo que ese es su nombre. La cuestión es que la última vez que la vi estaba con él y... no quisiera ser un entrometido, pero no me agrado la manera en que le habla.

—Pero, no se ve que el sea así—me contradice, y confirma a la vez que si lo conocen.

—Las personas nunca muestran su verdadera cara, mamá.

—Es lo que yo he notado, cuando están con otras personas él la trata de la mejor manera pero una vez están solos le grita, la jalonea. Una vez incluso llego a golpearme solo porque ella estaba hablando conmigo—el rostro de Beth es exactamente lo que esperaba—, le dijo que no quería que se acercara a mi nunca, y que tenía prohibido tener alguna relación cercana con cualquiera otro chico que no fuera él.

—Eso no lo sabía.

—Si cualquiera le pregunta sobre eso, ella lo niega, hace unos días trate de hablar con ella sobre eso y al intentar acercarme... no salió muy bien.

—¿Ese golpe que tienes en el rostro te lo hizo el?

—No precisamente. Fue... otro chico. Sam.

—¿Sam?—pregunta intrigada, yo por mi parte di un suspiro para hacer mi relato más creíble.

—Si, me dijo que no quería que me acercara a la novia de su amigo por ningún motivo.




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