CAPITULO TRES
"Principal sospechosa"
—N-No es lo que piensas—tartamudee tratando de que no sacará todo de contexto—Ni siquiera se que hace el aquí.
—¿Ustedes...—nos señalos a ambos con una mirada cómplice.
—¿Que?, No, no—Negue repetidas veces.
La única que trataba de negar el rotundo error era yo. El solo observaba nuestro desacuerdo con diversión miéntras se recargaba en el marco de la ventana. Por momentos recorría con su mirada mi cuerpo, observaba mis piernas y luego posaba su vista en la línea que formaban mis pechos al ser apretados por mis brazos.
—Hey, hey—Liam lo llamó con el ceño fruncido, puso ambos dedos en sus ojos para después señalarlo—la vista aquí.
El chico rodo sus ojos.
—Entonces dime... ¿Que haces aquí?—puso toda la.atencion en el chico quien hizo un mohin falso pensado en lo que iba a decir.
—Quise pasar por aquí y darle una pequeña visita—dijo analizandome nuevamente.
—Ni siquiera se tu nombre.
—Bien, no creo que eso sea un problema, soy Sean.
Sean...
Hasta el puto nombre es atractivo.
—Bueno Sean, te invito a retirarte—Liam le señalo la ventana
Si mamá ve a este chico le dará un infarto, es mejor que salte por la ventana.
—Les quería dar un comunicado pero...—me observa detenidamente, parando su oración, después regreso su vista a Liam—Nada, igual ya me iba.
Paso una pierna por la ventana situandola en el tejado de la casa, pero no se movió, volvió a vernos como si le faltará una cosa por decir.
—Saben que... A la mierda, seguramente conocerán a Scarlett Tomilson.
La presencia de ese nombre provoco que Liam y yo intercambiamos miradas.
—Scarlett estuvo aquí, exactamente en la hora en que ocurrió todo el suceso de tu madre.
¿Que?
¿Cómo se le.ocurre venir solo para eso?
—Espera...
—No puedo dar más información—finalizo.
De inmediato paso la otra pierna por la ventana y camino por el tejado cuidadosamente, al llegar a la orilla lanzo un salto cayendo al pavimento entre un tropiezo sin caer completamente.
¿Es enserio?
¿Scarlett Tomilson?
Bien... Les explicaré un poco de quién esa bruja, digo, esa adolescente sinvergüenza. Scarlertt Tomilson era la chica más deseada por todo Maxon, y cuando me refiero a todo Maxon es en su totalidad. Es la hija de Alejandro Tomilson, el político más importante de Maxon, siendo así una de la más adinerada y con un estatus inferior al de todos. Su fama y la de su padre se habia visto afectada hace unos meses por una terrible noticia que corrió de boca en boca por semanas. Al parecer Scarlett estaba metida en una de las bandas terroristas más peligrosas del condado. Lo cual no nego, lo afirmó con tal orgullo que causó pena y vergüenza en todo el poblado.
Durante el tiempo que estuvo con nosotros dentro de la escuela desencadeno una serie de problemas y controversias que nos costó una portada mal vista por los pueblos que nos rodeaba. Su belleza y su sonrisa pareció tener la más nula importancia en esos momentos y gracias a esto la comunidad entro en una confrontación de pensamientos desiguales.
Algunos la defendían por el hecho de que solo era una adolescente inmadura.
Y otros negaban su comportamiento, lo tomaban como una ofensa para el patrimonio que con mucho trabajo había conseguido Maxon.
Sin embargo, Liam y yo jamás opinamos acerca de eso, ¿Por qué?, Por qué a ella la conocíamos perfectamente bien. Sabíamos cómo era y por tal hecho decidimos mantenernos alejados.
—¿Cómo que Scarlett estuvo aquí?—anonado dejó la pregunta en el aire pues el chico ya había salido de la habitación.
—¿Scarlett Tomilson?, ¿La que yo conozco?—puse una mano sobre mi boca tratando de no mostrar mi rostro sorprendido.
—¿Acaso existe otra?—enredó sus dedos entre su pelo con frustracion, se quedó con la cabeza gacha y podía predecir lo que pensaba.
—Liam... No podemos adelantarnos a pensar que ella pudo...—deje la frase incompleta, buscando las palabras correctas.
—¿Y que, si lo hizo?—sus ojos tenían esa actitud que decía «la conocemos perfectamente bien y sabes que es capaz»—¿Y que si ella está involucrada?
—Tenemos que... Investigar—acomode mi toalla.
—Maggie, mi mamá está muerta, solo faltan los resultados de la autopsia para asegurarme de lo que paso—se paro de la cama—dejo que te cambies, tu madre ya despertó.
Asentí sin más.
Está enojado.
Liam es un chico que no sabe ocultar sus emociones, con una simple mirada te das cuenta de que ya está enojado o triste, dependiendo de su estado de ánimo, su cara produce muchos gestos cuando está de mal humor y es justo lo que lo delató.
Es momento de soltar la sopa para que entiendas la razón por la que no nos agrada Scarlett.
Scarlett, Liam y yo nos conocimos en el jardín de niños, fuimos grandes amigos desde un inicio. Todo lo que hacíamos en nuestro día a día era estar acompañados de los tres. Éramos como ese trío de niños a los que les encantaba hacerles travesuras a los profesores, los que rompían las ventanas al jugar fútbol y después se iban corriendo, los que tocaban la puerta de una casa y después huían entre risas, los que aventaban la cabeza de un niño al pastel en su cumpleaños entre otras cosas.
Éramos inseparables.
Incluso crecimos dentro de la misma escuela.
Un día todo esto cambio. La fama de Scarlett fue creciendo, y nos dejó a un lado, ya no éramos sus amigos en esos momentos éramos los nerds a los que toda la escuela odiaba. Reveló nuestros más grandes secretos provocando que fuéramos la burla por un año entero.
Pero eso no fue todo...
Con el paso del tiempo la veíamos drogarse en la parte trasera de el escuela, y la veíamos en las carrerás ilegales. Hasta que llegamos en un punto que ya no sabíamos que hacer, un día Liam y yo decidimos seguirla, nos aterraba que fuera a ocacionar algo de lo que se arrepintiera.