CAPITULO NUEVE
"El cumpleaños"
—Todavia no puedo creer que todo esto halla pasado—murmuro aún sorprendido—¿Por qué no me dijiste lo del vídeo?
Liam recargo la cabeza en la roca de Luxen admirando el fantástico azul del cielo que iluminaba nuestras caras. Desde que Scarlett se fue, nos dispusimos a recostarnos sabiendo que nuestra amiga estaba mal y necesitábamos ayudarla.
—Por que la noticia era reciente y no te quería dañar—respondi con la mirada fija en el mismo punto.
—¿Entonces por qué no me dijiste que fuiste a la estación esa noche?
—No te quería poner en riesgo.
—¿Cómo sabías que se incendiaria la estación?
—Por que alguien me pidió que fuera.
—¿Y aún así fuiste sin saber quién era esa persona?—me.volteo a ver regargando su codo en la piedra y deteniendo su cabeza con la mano.
—Pense que era una broma—imité su acción para vernos cara a cara.
—Te pudiste poner en peligro, ¿Acaso no escuchaste nunca el "no hables con desconocidos" que nos decían cuando éramos pequeños?
—Fue estúpido, lo sé, pero sabes que soy muy curiosa y a veces no mido lo que hago. Aunque eso no lo justifica, tenía mis razones.
—¿Crees que Scarlett tenga que ver con la muerte de mamá?
—hasta este punto ya no se que creer, tengo miles de preguntas en mi cabeza que no me permiten pensar claramente. Estoy completamente segura que detrás de todo esto tiene que haber una persona que los está planeando todo, como lo dijo Scarlett. Empezando desde la muerte de tu madre.
El cuerpo desaparecido de Miriram.
—el asesinato del gobernador, el cancelo de clases, el número que nos mandó mensaje, absolutamente todo.
Liam se quedó en silenció, tal vez analizando todo lo que le dije y lo que paso entre Scarlett y yo. La situación me parecía desesperante y frustrada, yo sabía que involucrarme no dejaría resultados positivos pero algo dentro de mi me insitaba a seguir, me decía que la respuesta podía haber estado frente a mi pero yo nunca me daba cuenta. Me arrime a él y recargue mi cabeza en su pecho, sintiendo su respiracion subir y bajar.
—Todo se solucionara—dijo abrazándome por los hombros y depositando un beso en mi cabeza—Dejando aún lado el hecho de saber quién es, algo nos dejó muy claro. Vino a destruir, vino por venganza y no se quedará quieto hasta ver a Maxon repleto de sangre.
—Lo se.
—Desde la muerte de...—carraspeó por un momento y entendí la referencia— sabíamos que no debíamos confiar en ella. Lo mató, frente a nosotros y tú más que nadie sabe perfectamente que eso dolió.
—Pero es nuestra amiga Liam, a pesar de todo lo que ha hecho ella ya es parte de nuestra vida y no podemos dejarla de apoyar por más malas desiciones que tome.
—Pero tampoco tenemos que aplaudirle todo lo que haga, yo se que es nuestra amiga del alma, casi hermana pero hay que aclararle lo que hace bien y lo que esta haciendo mal.
—Tienes razon.
Pasamos el resto del tiempo en silencio, escuchando el sonido de la vegetacion agitada por el viento. Hasta que un par de crujidos sobre las Hojas llamaron nuestra atencion de inmediato. Nos sentamos en la roca y nos pusimos alerta esperando a que saliera aquella persona, hasta que de entre los arboles salio Sean.
—¿Interrumpo algo?—pregunto.
—No, para nada—Liam me soltó para pararse y sacudirse el pantalon—¿Necesitas algo?
—Necesito hablar con Maggie—se cruzo de brazos.
—Bien...
Después fui yo la que me pare de la roca y sacudi mi pantalon.
—¿Que pasa?
—¿Recuerdas el trato?
Oh, claro. El trato.
—Si.
—Tengo la primer regla.
Liam nos miró desconcertado, pero se guardó sus dudas y lo miré preocupada. Lo dejaría una vez más y mi intención era cuidarlo no dejarlo. Desde hace tiempo que no pasamos tardes juntos ni vemos películas como solíamos hacer. Todo cambio. Me devuelve la mira en un gesto tranquilizador y me sonrío asíntiendo con la cabeza, indicándome que no pasa nada y que me puedo ir con el sin problema.
Aunque yo sé que el quiere que me quedé con el.
—Pero—comence.
—Ve—asiente—te espero en casa.
Baje la cabeza y camine hacia Sean. Este le dió una última mirada a mi amigo y salimos entre los árboles.
—¿Que regla?—pregunté esquivando las ramas del suelo.
—No podemos tener contacto físico con nuestra cita, no pueden pasar de un simple beso en la mejilla ni de tomarse la mano.
—¿Por qué? —solte de inmediato.
El contacto físico es importante mientras te muestras a una persona y aunque se que con Harry no tendria ese tipo de acercamiento es fundamental para finjir tener algo. Tengo que pensar en que el siente cierta atracción por Carlos y tengo que ayudarlo de alguna forma.
—Mientras la relación no se confirme,.no pueden haber besos.
Maldito.
—Bien pero entonces la regla, aplica para ambos.
—No—niega metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.
—¿Por qué no?
—Por que la regla la impongo yo, tú tienes que poner una que también me quite beneficios a mi.
Hijo de...
—Eso me parece injusto.
—La justicia no existe, preciosa—paró en seco para alzar una camisura de su labio en una sonrisa entre torcida y juguetona. Sabia perfectamente que me está empezando a fastidiar y quiere provocarme.
—Para mi si—me cruzo de brazos.
—Pues para mi no.
—Estoy conociendo a Harry, tiene que llegar un momento en que nos queramos juntar intimamente
—¿Crees que enserio me creí tu jueguito con Harry?—preguntó y abri la boca para protestar—Harry jamás se fijaría en ti.
—¿De que hablas?—me hice la loca.
—Ambos sabemos de que hablo.
—No tengo idea—me encoji de hombros—Y según tu, ¿Por qué no se fijaria en mi?