Capítulo 1:
Narra Sally:
Comenzaba marzo cuando regresamos a clases, el primer día fue genial volver a ver a mis amigas, nos contamos todos nuestros panoramas veraniegos, como siempre nos sentamos junto a la mesa del profesor, Yarela y yo siempre estábamos primeras, porque en cierta forma éramos inteligentes, Tanza y Caterin tras nosotras igualmente inteligente pero no les gustaba tanto la cercanía a los profesores, tengo que admitirlo, en cierta forma era una lame suela.
Entre risas miraba a mis demás compañeros, pero no vi a Paul, mi amigo aun no llegaba, quizás aún no llegaba a la ciudad, mi gesto se entristeció en cierta forma, había esperado todo el verano para verlo y no estaba, “quizás mañana tenga más suerte” me susurró la vocecita de mi cabeza, al volverme a mi lugar mis amigas notaron que algo me pasaba.
- ¿Qué sucede Sally? ¿por qué la carita? – me interrogo Yarela – no creo que sea porque aún no llega Paul
- Sabes que es por eso, que a Sally le guste su amigo la tiene así – agrega Caterin y me miran con una especie de pena
- Chicas, saben que no puedo ir y decirle “Paul me gustas desde hace mucho y no sé, quizás podríamos salir” – hago gestos con las manos- no está a mi alcance, además creo que le gusta alguien mas
- ¿Quién? – pregunta curiosa Tanza - ¿seré yo? – ríe al sentir el golpe en la cabeza que le doy
- Le gusta la engreída esa – les muestro con los ojos
- ¿Lucy? – Caterin me mira como si le estuviera mintiendo - ¿de veras Lucy es su tipo? ella es más bien pequeña y… gordita, además llama demasiado la atención con sus agudos gritos de niña hueca.
- Pero es lo que a Paul le gusta – tuerzo el gesto y siento unas manos en mis ojos
- ¿Qué es lo que me gusta? – susurran en mi nuca, sabía quién era, por sus palabras y por su voz, mi piel se erizo al sentir su cercanía
- Paul – sonrió quitando sus manos y lo miro, “tan lindo como siempre” – amigo, llegaste, pensé que no vendrías – mira de lado a mis amigas que no dejaban de hacerme caras
- Tenía que venir – ríe con pocas ganas – hoy se integraba mi hermano ¿recuerdas que te conté?, bueno, hoy fue el día, así que tuve que venir obligado – suelta una risita y mira al resto del salón, al topar sus ojos con la cara de Lucy se le forma una gran sonrisa y ella lo mira de la misma forma, al ver la escena blanqueo los ojos
- Ya pídele salir – digo asqueada por la escena – pasas mirándola y no le dices nada, eres guapo y cualquier chica querría salir contigo
- Hasta yo – alza la mano Yarela y rio bajo, sabía que lo hacía para que me sienta apoyada
- Es que no quiero a cualquier chica, la quiero a ella – esas palabras rompieron una parte de mi corazón, pero me hice la fuerte para que no notara que me había dolido.
- Si tanto la quieres te voy a ayudar – no sabía cómo esas palabras habían salido de mi boca, mis amigas me miraban extrañadas y asombradas “¿De veras dije eso?”, lo miro y su cara demuestra lo feliz que estaba
- Gracias Sally – besa mi mejilla y se va a su lugar, la clase iba a comenzar.
“No entiendo que fue lo que pasó, que fue lo que me inspiro a decir aquellas palabras, pero algo si sabía, si se lo prometí, lo debo cumplir”