Capitulo dos.

Mire asustada la cara de Dexter. Usualmente era lindo, pero ahora mismo no. Sus ojos estaban completamente rojos y pequeñas venas se marcaban debajo de ellos, cabe destacar que sus colmillos de vampiro se veían en todo su esplendor; blancos y brillantes.

-Cierra los ojos cariño.-Dijo y no dude en hacerlo.-Ábrelos.

De un momento a otro ya no estábamos en el corredor, si no en los vestuarios de los chicos.

-¿Co-Como llegamos hasta acá?-Tartamudeé un poco. Estaba muy nerviosa ¿Que esperaban?

-Una de las ventajas de ser un vampiro cariño.-Me guiño un ojo y acto seguido comenzó a besar mi cuello de una manera placentera.- ¿No dolerá de acuerdo?

-¿De qué...? Auch.-Me queje cuando sentí sus colmillos clavarse en mi cuello. Sentía como si me estuvieran clavando dos alfileres gigantes, dolía como el infierno.

Estaba jadeando y chillando de dolor, sentía mi cuerpo cortado, y Dexter seguía bebiendo como si no lo hubiera hecho en décadas. Comencé a ver que todo daba vueltas, mis ojos estaban cristalizados debido a que el dolor era tan insoportable que estaba llorando.

-Dexter... me lastimas.-Ignoro mi comentario y siguió succionando. Incluso con más fuerza.-Dexter... no me siento bien.

Saco sus afilados colmillos de mi ahora, adolorido cuello y se relamió quitándose los restos de sangre. Sus ojos habían vuelo a la normalidad.

-Sabes dulce creo que nos llevaremos bien hermosa.-Caí en el piso de centón y ni siquiera el impacto me dolió.- ¿Estas bien?

-Creo... creo que me voy a desmayar.-Admití tocando mi cuello dejando mis dedos impregnados de sangre.-Demonios.

-Déjame ayudarte.-Tomo mis dedos manchados y los lamió de una forma extrañamente sexy. ¿Pueden creer que me moje por ver al vampiro que quiere comer de mi diariamente chuparme los dedos?-Listo caramelo.

Realmente no hizo nada más que chaparme los dedos. No es como si eso me fuera a quitar las ganas de desmayarme o llorar.

-¿Caramelo?-Fruncí el ceño mientras respiraba agitadamente.

-Tu sangre sabe como a caramelo, es dulce.

-Eso es extraño.-Suspire y recargue la cabeza en la pared cerrando los ojos.

-Si fueras vampiro y probarás tu sangre estarías delirando, justo como yo ahora.-Su voz salió con un tono burlesco.-Tengo una pregunta.

-Dispara.

-¿Porque no estás tan asustada?-sentí como se sentó a mi lado.

-No eres lo más extraño que he visto.-Dije abriendo los ojos y viéndolo, esperaba que dijera algo.-NewHope está repleto de cosas misteriosas, solo que los demás son demasiado ciegos como para verlo, incluso creería que son estúpidos.-Mi respiración comenzaba a normalizarse y empezaba a tener sueño.-He visto cosas raras, lo único que faltaba de tachar de mi lista era un vampiro, bueno, aparte de otras cosas, pero, en realidad me ayudaste en creer en más criaturas sobre naturales.

-Entonces ¿no te sorprendió que un vampiro te pidiera de comer?-Frunció el ceño y giro la cabeza de lado, como un perro.

-No es eso, es solo que, si existen hombres lobo y brujas, no me hubiera sorprendido un vampiro, estaba jodidamente nerviosa pero solo eso.

-¿No te da miedo que te mate?

-No, si quisieras eso, ya lo hubieras echo, lo único que me da miedo es que me vayas a desangrar.

-Lamentó si me excedí.-Se rasco la nuca incómodo.

-Solo no lo vuelvas a hacer, es mi primera vez haciendo esto, no quiero morir desangrada porque un vampiro no se controló.

-Híbrido.

-¿Un qué?-Bostece y parpadee rápido.

-Híbrido, soy mitad hombre lobo, mitad vampiro.-Alzo las cejas de arriba a abajo sonriendo.

-Interesante.-Mordí mi labio y cheque la hora en mi celular.-Perdí una hora de clase.

Si mi padre se llegaba a enterar de eso me iba a matar. Si no lo hacía el vampiro lo haría mi padre. A sus ojos soy una nerd, de hecho a los ojos de cualquiera.

-Me van a matar.-Me di un golpe en la pared y suspiré sonoramente.

-Vamos caramelito.-Se levantó Dexter y me ayudó a ponerme de pie.-Te llevaré a comer, no queremos que te de anemia ¿Verdad?

-Ni de coña, necesito ir a mi última clase, no se tu pero yo soy caso perdido si se llega a enterar mi padre.-Comencé a caminar a la salida de los vestuarios pero de la nada Dexter se puso enfrente de mí.

-No seas grosera, no puedes negar mi petición.

-¿A no?-Alce las cejas y estaba empezando a maquinar un plan para distraerlo.

-No lograrás distraerme con nada, soy más fuerte y veloz que tú, no olvidemos el hecho de que tengo capacidades que tú en un millón de años podrás tener, como por ejemplo, el hecho de saber que quieres distraerme golpeándome.