Me encantaba la lluvia.
Sentir las gotas de agua fría en mis brazos.
Sentir como mi cabello se mojaba y se pegaba a mi cara.
La sensación de no poder abrir los ojos y los parpados mojados.
Amaba todo eso, hasta que te lo enseñe.
Cuando te mostré lo gratificante que era quedarse bajo la lluvia.
Lo maravilloso que se sentía nuestras manos unidas...
Hasta que te fuiste.
Sin avisar, de repente.
Solo con un mensaje que me destruyo.
Y te vi, mostrándole mi momento favorito a alguien más.