Oscura es la lluvia

El sonido de las gotas cayendo sobre la lamina, alejaban toda tranquilidad y a la pobre criatura que su sueño intentaba conciliar solo podía figurarse entre la negrura de la noche eran los cascos de los caballos a todo galope y a si mismo...huyendo entre la maleza y el fango cubierto por la oscuridad.

Podia sentir nuevamente las ramas de los arboles y las espinas rasgando sus ropas y piel mientras el galope de sus perseguidores se acercaban con mayor velocidad.

El terror que creía olvidado hacia tantos años. Como si reviviera con toda la claridad aquel recuerdo que le recordaba el repiqueteo de la lluvia en la lamina fuera de su habitación.

Cubierto bajo la cobija como única protección comenzó a susurrar un nombre que alguna vez fue proferido por el tiempo con todo el orgullo que puede poseer el corazón de un hombre.

Intento buscar seguridad abrazando su almohada repitiendo aquel nombre pero, lo único que obtuvo por respuesta fue el temible rugido de un trueno que hizo retumbar la ventana de su habitación haciendo que las ramas de los arboles tomaran formas espectrales que parecían penetrar por su ventana, listos para llevarlo hacia las entrañas de la oscuridad.

-Papá- susurraba entre sollozos.

-Papá...¿donde estas?-sollozaba

Otro trueno rugió en el cielo y reapacieron las sombras espectrales en la ventana del infante pero cuando la luz se disipo ahí entre la oscuridad de su cuarto yacía parada una silueta que lo observa con sus destellantes ojos esmeraldas.

A cada rayo y trueno que caían la figura se acercaba mas a la cama del infante que se protegía inútilmente con su cobija.

Acerco su oído levemente para comprobar si aun estaba despierto pero ya no se escuchaba palabra alguna del pequeño, mas que sus sollozos entre sueños.

Aquella silueta paso su mano por los cabellos rizados del pequeño. Alzo su otra mano con un objeto filoso destellando entre los incontables rayos que iluminaban el cielo nocturno.

-Te llevare con tu padre- Dijo con aire de culpa

El pequeño salio de sus sueños al escuchar aquella voz.

Lo ultimo que sus ojos vieron fue a aquel hombre entre la oscuridad con un cuchillo sujetado a la altura de su cabeza.

Antes de que pudiera hacer o decir algo el hombre sujeto su cabello y lo obligo a mirarlo

-Perdóname

Aquella noche lluviosa, sin un alma que surcara la calle, fue inundada por un grito desgarrador que enseguida fue tragado por un trueno ensordecedor....