Una y otra vez fruncía el ceño.
En el transcurso de los días Alice se frustraba, le resultaba difícil mantener un ritmo o algo parecido a una melodía y fruncía el ceño a cada segundo.
-¡No te burles de mi! Se supone que me tienes que enseñar- dijo frunciendo el ceño.
-Es solo que nunca antes había visto a alguien tan torpe con la guitarra lo siento- dije aguantando una risilla.
-No soy tan torpe -dijo riendo- o tal vez si...
-Y para eso estoy aquí, sujétala bien Alice- dije ayudándola a acomodar el instrumento entre sus manos- Te enseñare todo lo que se.
Y volvíamos a empezar, cada minuto era más confuso que el anterior pero es curioso saben... Alice al principio fue como todo en la vida, al tocar la guitarra, tuvo sus caídas cientos de veces, pero logro levantarse y llevarme a la luna...metidos en sueños, siendo libres...
Y creció como todo a nuestro alrededor, creció hasta tocar el cielo... Pero fue tan alto, que vivió por siempre entre estrellas.
[Harry Evans 17/04/2013]