Diario De Un Asesino Serial

24/05/2006 DIARIO PÁGINA 67 “PEDRO GÓMEZ”

No me imagino que pasaría si una persona pierde su memoria para siempre. “Los recuerdos nos hacen quienes somos, sin ellos nadie puede tener una identidad, nunca lo olvides hijo mío, no pierdas tu memoria, sin ella no serás nada” dijo una vez mi padre. Si están llenos de felicidad, la persona cuando crece se vuelve feliz y alegre; pero sí en cambio, se basan en tristezas y miedo, la persona se convierte en un ser sin sentimientos, el odio se apodera de cada célula del cuerpo, el alma se tiñe de negro y la desconfianza es la que manda.

Los médicos están acostumbrados a decir que los dolores tienen cura. Yo no opino lo mismo, hay un dolor para el cual no existe ningún medicamento o droga. Ese dolor es punzante y no cicatriza. Tu pregunta mi querido Diario es ¿De qué dolor estás hablando entonces? Y te pido disculpas si lo único que escribo en cada oración es la palabra dolor, pero no hay sinónimos que pueda yo utilizar. Y en este caso estoy hablando del dolor del alma. ¿Qué es alma? Es aquello que todos tenemos, no podemos verla ni estudiarla, no es como el corazón o los riñones; el alma es la raíz de nuestra esencia. Y es ahí, donde el dolor incurable se deposita, nos acompaña por el resto de nuestras vidas, sangra incontrolablemente pero no morimos ¿Cómo controlamos una hemorragia invisible? No se puede, no hay manera, solo nos queda resignarnos, vivir con dolor, dormir con dolor y despertarnos con dolor. No hay otra manera, no hay fórmula alguna, no hay medicamentos, no hay nada. El dolor de mi alma no tiene solución y solo por ese detalle nadie tiene salvación.

Mejor cambiemos de tema. Anoche tuve una pesadilla, pero no es la que estás pensando. No soñé con los infelices que maté; sino con los otros. En mi sueño, venían todos ellos a golpearme y burlarse de mí. Entonces saqué una conclusión, no voy a dormir tranquilo hasta que todos esos inútiles que una vez me hicieron tanto daño estén muertos y sufran tanto como yo.

Ya basta de descansos, basta de esperar. Mi paciencia se agotó. Tengo que ser más rápido, una semana es demasiado. Llegó el día, está todo preparado, lo único que falta es mi invitado de honor. Noche por favor, ven rápido, llama a la Luna y que consigo vengan sus esclavas las estrellas. Que contemplen el secuestro del próximo desgraciado y me ayuden a esconderme en su obscuridad, pero a la vez espero que iluminen mi camino, sean cómplices calladas de mis acciones y festejen mis triunfos, hasta que el Sol se apodere del cielo y ustedes viajen hasta el otro lado del mundo, donde quizá alguien como yo las necesite.

La época de la inquisición es mi favorita sin duda alguna. Ya te lo había mencionado antes mi querido, confiable y único amigo. La justicia es todo en esta vida ¿Qué haríamos sin justicia?, no seríamos nada sin ella. Y desde la inquisición, la justicia se hizo presente en el mundo. Persecución de gente que hace daño y atemoriza a los demás, a eso me estoy refiriendo. Todos creen que fue inhumano, cruel y morboso. Yo opino lo contrario, basándome en mis conocimientos y empatía por los demás, puedo decir que la gente acusada de brujería, homosexualidad, blasfemias y herejía, merecían totalmente su castigo. La pena de muerte implantada en Argentina a comienzos de este año, me parece demasiado pacífica para mi gusto. Las muertes deberían ser más dolorosas y tortuosas, los castigos crueles y con secuelas graves de por vida. De esa manera se cometerían menos crímenes, se podría decir que el temor solucionaría todo.

Por ejemplo, con los ladrones se debería utilizar el aplasta pulgares, su concepto es parecido al rompecráneos que utilicé con el riquillo, sin embargo no causa la muerte. Su objetivo es el aplastamiento de uñas, falanges y nudillos en forma lenta y progresiva, extendiendo el dolor durante días sin provocar daño mortal al sujeto. El nivel de desgarramiento es controlado hasta el punto que se provoca prácticamente la mutilación del miembro. La tortura se hace lentamente, comenzando por las uñas, luego pasando a las falanges y terminando en los nudillos, destrozando así ambas manos completamente. Me parece un castigo bastante justo, dañar aquello que quita los bienes que a uno tanto le cuesta adquirir. Yo jamás he sido pobre, tengo dinero y mucho; pero aquellas personas que no tienen mucha posibilidad de comprar todo lo que quieren, se esfuerzan y trabajan sin parar hasta que por fin obtienen lo indispensable para vivir y que luego se aparezca una escoria de humanidad y se los robe en un segundo, mientras que a ellos les costó años obtenerlo, me parece aborrecible y desagradable. Personas así no deberían existir. Si el poder estuviera en mis manos, les quitaría la vida, pero eso sería muy piadoso. Mejor es dañarlos y que lo recuerden siempre.

Con los violadores sería algo mucho más sencillo. Una castración me parece bastante justa. El desgraciado se retorcería de dolor, no sé si muchos sobrevivirían; pero causaría miedo entre los demás violadores. Es decir, las personas, si es que se les puede llamar así a esos prospectos de hombres, verían semejante castigo y por lógica e instintos dejarían de cometer sus crímenes asquerosos y repugnantes. En conclusión, me atrevería a confirmar que se corregirían a causa de miedo. Como dice el dicho “el fin justifica a los medios”.



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En el texto hay: asesino serial, torturas, venganza

Editado: 15.07.2018

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