Diario de un corazón roto

Día 2

Me levanté sin una lágrima en el rostro. Ya me hice la idea que no voy a recibir un saludo por las mañanas y una despedida por las noches. Es lo que me repito desde ayer para no extrañarte. No quería despertar, quería seguir dormida porque es la única forma en la que nuestros recuerdos no me atormentan. 
Me quedé mirando al techo y me pregunté: ¿él me extrañará? ¿me extrañará tanto como yo a él? ¿ sentirá un poquito del dolor que siento yo? Tuve clases desde las 8 am. No tenía ánimos de nada. Mis amigas dicen que mi voz suena tan triste. Ellas me han apoyado bastante. Me han escuchado y me han aconsejado. Ahora mismo estoy en clases y solo quiero llorar. No puedo entenderte. Yo era tu amor, eso me decías. ¿Le decías lo mismo a ella? ¿Le prometias lo mismo a ella? ¿Qué fui para ti? ¿Un juego? ¿Una especie de venganza? ¿Un escape de tu realidad? ¿Qué fui para ti? Quisiera saberlo.

La profesora me pregunta sobre el tema y no sé que responder. Solo llegan a mi mente los recuerdos de las veces que me has llamado en clase y me decías: Amor te extraño mucho, como quisiera que estés aquí para echarme entre tus piernas mientras tú tomas tus clases. ¿Tan buen actor fuiste? Me pregunto eso una y otra vez. Si hasta el último me dijiste que me amabas. Las personas pueden ser tan manipuladoras y crueles. Yo no podría haberte echo eso. Yo te quería David. Te acepté con cicatrices y todo. Te di mi amor, pero ahora entiendo porque también decías: Eres tan buena que no entiendo como puedes estar conmigo. No te merezco. Y tenía razón, no me mereces, porque una persona que dice esas cosas a menudo es porque ha sufrido tanto en el pasado que solo siente que personas como yo somos inalcanzables para ellos. Sigo preguntándome si fue una broma que respondí mal o si realmente fue verdad que fui el cuerno. Es que no cabe en mi cabeza como un hombre que dice amarme y que soy su reina, me puede decir a pocas horas que quiere que nos alejemos, y ni siquera por ti mismo, si no por otra mujer.

Mi tío nos visitó por el nuevo miembro de la familia, mi pequeño sobrino. No bajé, no tenía ánimos de ver a nadie. Preguntaron por mí y mi madre tuvo que decir que tenía mucho que hacer. Mentira, solo estaba cansada y triste en mi cama. Abrazada a mi almohada. Tenía tantas ganas de llamarte, de escribirte, de pedir por favor la verdad, pero no puedo. No puedo rebajarme a ello cuadno tú estás pasandolo de lo lindo con tus amigos. De fiesta en fiesta y lo más probable, de mujer en mujer. 

Me dije a mí misma que no puedo detener mi vida por lo que tuvimos. Así que tomé una decisión importante. Antes de conocerte tenía la idea de ir y trabajar en los cruceros. Cuando estuvimos juntos deseché esa idea y quise enfocarme en nosotros. Me doy cuenta que estaba dispuesta a sacrificar muchos de mis sueños por cumplir los tuyos y nunca debí dejar que eso pasara. Las relaciones son para crecer juntos y apoyarse y talvez los dos estamos intentando condicionar nuestros vidas y aplazar nuestros objetivos por un futuro juntos. Me encapriché tanto por irme a Europa a verte y vivir contigo que estaba dispuesta a escaparme si tú me lo pedías y ahora me doy cuneta que no podía. Estba defraudando a mis padres, a mis sueños y sobretodo a Dios. Porque nunca pusimos a Dios como parte de nuestra relación, porque tenías tanto rencor por cosas del pasado que hablar de Dios para ti no era opción. Y tuve que reprimir mis creencias para hacerte feliz. Echada en mi cama me daba cuenta que podía haber llegado al punto de negar a Dios solo por complacerte y no, eso no es justo. Dios me ha dado tanto en esta vida que no podía hacer eso. Siempre me imagine que el hombre del que me enamoraría sería un hijo de Dios, no alguien perfecto, pero alguien que creyera en él. Y tú, lamentablemente, solo lo culpabas de las cosas que te habían pasado. 

A partir de ello, tomé la decisión de postular a algún trabajo en el crucero. Y lo haré con la voluntad de Dios. Quiero cumplir uno de mis mas grandes sueños. Viajar, conocer, disfrutar y darle a mis padres y a mi familia una estabilidad. Duele mucho, porque teníamos sueños juntos, pero lamentablemente no eramos la personas correctas, ni el tiempo correcto. Me contacté con la agencia, empezaré clases el proximo año y si Dios permite estaré trabajando y cumpliendo mis sueños. Espero que hagas lo mismo con los tuyos. 

Mi amiga revisó tu perfil y me dijo que estabas triste, pero que al parecer eres demasiado orgulloso para aceptarlo. No puedo hacer más y mi error fue intentar cambiar a un hombre que no quería dejarse ayudar. Mi error fue olvidarme de mis creencias y no hablarte de Dios. Mi error fue creer que yo como tú me decías era la cosita más bonita y verdadera que habías tenido en tu p*** vida y mi ego se engrandeció. Quería hacerte feliz y olvidé que yo también merezco serlo. Quería darte paz y olvide que es Dios quien nos concede ello. Quería enseñarte que no todas las mujeres pagamos mal y al final fui yo a quien le pagaron mal. 

Hice todo lo necesario y espero que este sueño se haga realidad. Nunca te desearé nada malo David. No puedo, Mi corazón no lo permite porque yo si tuve sentimientos fuertes por ti. Espero que te vaya bien.

Así pasó el segundo día y antes de dormir oré para dormir en paz; con la esperanza de que tú también lo hagas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.