Diario de una mente Ansiosa

Capitulo 2

Capitulo 2

   Conocí a mis dos mejores amigas en la universidad, no puedo recordar el momento exacto, no recuerdo como inicio nuestro acercamiento, el primer día de clases estábamos casi 50 personas en un salón pequeño, desconocidos tratando de encajar en algún grupo.

    Al principio tratas de socializar, entablar conversación con cualquiera, y a medida que pasa el tiempo las personas se van reduciendo, ya no están los cincuenta que comenzaron contigo, quedaron diez, luego fueron seis y al culminar la carrera se quedaron dos personas que pasaron de ser una amistad a convertirse en parte de mi familia.

    A veces me asusta el no tener algún recuerdo del pasado, escucho personas a mi alrededor decir "cuando tenía 6 años me paso esto", como lo hacen me pregunto.

  Siento que algo está mal en mi mente, que mi cerebro esconde en el rincón más profundo cosas importantes o simplemente cosas banales cosas que me gustaría saber.

   La mayor parte del tiempo no es solo algo del pasado... Cosas tan básicas como pensar si te cepillaste los dientes cuando te levantaste, rebobinar si cerraste bien una puerta y regresar a comprobar porque tienes la duda.

   Se siente tan irreal que tu mente te haga dudar de si hiciste algo tan básico...  Es atemorizante.

   Una vez decidí recurrir a inter para ver que podría encontrar estaba preocupado, me imaginaba lo peor, lo más grave, algún tumor en el cerebral, alzheimer a temprana edad, pero todo es a causa de la ansiedad.

Grupo BAE:

      - Evie: Entonces… Se me ocurrido una idea súper loca, ni siquiera tuve que pensarlo mucho, fue algo que vino a mi mente y dije bueno porque no.

      - Bianca: estas divagando mucho sueltalo y ya..

      - Andrea: Ay Dios que se te ocurrió ahora...

      - Evie: No es tan importante...

      - Evie: haré un libro y obviamente ustedes serán las primeras en leerlo.

      - Andrea: ¿De que será el libro?

      - Bianca: seguro es un libro de sexo.

      - Evie: No entiendo como tienen ese concepto de mi sería INCAPAZ DE HACER ALGO ASI.

    El sarcasmo y yo tenemos una relación de varios años, fluye de forma tan natural en mi que muchos piensan que estoy hablando seriamente.

       - Bianca: si claro, quien no te conozca....

      - Andrea: A mí me encantaría leer algo así, es más puedo describirte una de mis experiencias para que lo pongas.

      - Evie: Quizás en futuro vamos a ver si sobrevivo a este.

      - Bianca: Ya en serio estoy emocionada por esto.

      - Andrea: Yo también.

  La primera vez que fui a terapia fue difícil, llegar a un punto donde ya no te reconoces es  tan desagradable, sentir que en algún momento perderás en control de ti mismo es indescriptible,  imaginarte que tendrás un ataque de pánico en la calle y que llamaran a tu familia para que corran a buscarte... Es sentimiento que no le deseo ni a mi peor enemigo.

   Decirle a mi familia que iría a terapia me dio tanta vergüenza, como le dices a las personas a quienes amas que estás perdiendo el control de ti, que sientes un miedo irracional por no saber lo que pasara; en su momento se lo dije a una sola persona...

    - Pensé que debería ir a un psicólogo, no me he sentido bien, he llegado a un punto donde, termino de hacer una llamada telefónica y mis manos tiemblan, ya no puedo dormir bien, necesito ayuda...

     Ni si quiera la mire a los ojos cuando se lo dije, solo jugaba con mis manos por el nerviosismo.

   - Está bien, tu tío te va acompañar.

   Cuando deje de hablar con mi tía me fui a mi cuarto y comencé a llorar, no fueron uno o dos lágrimas, fue un llanto incontrolable y una sensación de pesadez en mi corazón, me sentía avergonzada como si estuviera haciendo algo mal, me sentía juzga aunque la parte razonable de mi mente sabía que no era así...

   Ese día mi tío me acompaño, porque mi mama estaba de viaje, no le dije nada por no preocuparla y porque sabía que su reacción sería muy diferente a las de mis tíos. Mientras esperaba mi corazón nunca dejo de ir a mil como si tuviera mucho rato corriendo, mis manos se encontraban frías, y estaban sudadas, estaba nerviosa.

   Cuando estuve con la Doctora ni siquiera le di la oportunidad de contarle el motivo de que estuviera ahí, solo me senté y llore, ella lucia sorprendida como si nunca le hubiera pasado, como si fuera la primera paciente que tiene una crisis de llanto antes de presentarse; puede que esto solo haya pasado en mi mente y su perspectiva de la situación fuera completamente diferente.

    Tuvo paciencia, espero a que me calmara, luego de un rato me pregunto como estaba, que pasaba por mi mente.

      - Llore por miedo, tenia temor de estar aquí, de lo que me dirían de que me juzgaran...



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En el texto hay: ansiedad, saludmental, diaadia

Editado: 13.11.2024

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