9 de noviembre 20XX
Ya me enfermé, Señor Diario. Qué horror. Desperté con la garganta irritada, dolor de cabeza, con muchos escalofríos y un sinfín de síntomas que odio. No pude ir al instituto. Tuve que dirigirme a una farmacia cercana para una consulta médica. Mateo me llamó durante la hora del receso, preocupado por mí, y en la tarde se apareció con Paulina y una canasta de dulces. ¡Por favor, destino, quiero ser parte de esa familia! Posiblemente mis padres no cuiden de mí, pero tengo a las personas correctas a mi lado que pueden hacerlo con el corazón. Los amo mucho. Es hora de dormir.
10 de noviembre 20XX
Decidí no ir al instituto, otra vez. Parece que cada día me siento peor, de verdad me duele muchísimo todo el cuerpo. Hoy también vinieron Mateo y Paulina para cuidarme, y esta vez se quedaron un poco más de tiempo para estar conmigo. Comimos, vimos una película y jugamos cartas. Me divertí mucho, al menos su presencia me ayudó a sentirme un poquito mejor. ¡Es hora de dormir!
11 de noviembre 20XX
Hola, Señor Diario. Hoy sí fui al instituto, pero me regresé a la casa antes de la última clase. Todavía me siento fatal, pero al menos pude resistir unas horas de estudio. Mateo me acompañó a mi casa. ¡Se saltó la última clase solamente para asegurarse que llegara sana y salva! Es tan… perfecto para mí. Paulina no vino porque tenía mucha tarea, pero el estar con Mateo a solas por tanto tiempo fue algo que genuinamente me hizo sentir mejor. Se quedó hasta que oscureció porque no quería que me sintiera sola. ¡Lo quiero mucho! Es hora de dormir.
12 de noviembre 20XX
Señor Diario, me acaba de pasar algo sumamente extraño. Hace rato me di cuenta que no había leche en la alacena y yo traía mucho antojo de cereal; decidí salir a una tienda cercana a pesar de que la luna era lo único que iluminaba las calles de la colonia. Cuando venía de regreso a la casa, crucé caminos con una chica muy bonita de cabello blanco. Apenas pasamos al lado de la otra por aquella estrecha banqueta, pero creo que, por un momento, pude escuchar cómo susurraba “Se acerca…”. Me quedé paralizada unos segundos y, al voltear, la chica ya estaba bastante alejada de mí. ¿Lo habré soñado? Tal vez son secuelas de mi enfermedad. No entiendo qué pasó. ¿Qué se acerca? ¿Estaré algo paranoica? Posiblemente… Es hora de dormir.
13 de noviembre 20XX
No lo supero, Señor Diario. ¿QUÉ SE ACERCA? Lo tengo demasiado presente. Ahora me arrepiento por no haber ido tras la chica y preguntarle directamente sobre ese suceso. Mi mente me juega trucos muy sucios, pero creo que esta vez no fue cosa de mi mente. Fue real. Tal vez la chica que lo dijo no estaba en sus cinco sentidos, o tal vez me está advirtiendo de un desastre inminente. ¿Será que esa chica es mi ángel protector? ¡NO! Eso fue real, era una chica real y sus palabras fueron reales. ¿¡QUÉ ES LO QUE SE ACERCA!? Necesito respuestas. Es hora de dormir.
14 de noviembre 20XX
Mateo me invitó a ver una película, pero tuve que rechazarlo. Me la he pasado todo el día leyendo historias conspiradoras y viendo videos de profecías que se han cumplido después de ciertos sucesos. Creo que estoy exagerando demasiado, pero las palabras de esa chica de cabello blanco me ponen muy nerviosa, siento que es una advertencia real de algo que desconozco. Necesito relajarme. Mañana será un día normal de instituto, tengo que calmarme. Dejaré este asunto en que fue parte de mi imaginación. Es hora de dormir.
15 de noviembre 20XX
Hoy fue un dia normal, ya estoy dejando ir todo este asunto de la chica de cabello blanco. La presencia de Mateo me tranquilizó muchísimo, creo que no será tan difícil olvidar este extraño suceso. Es tan perfecto, necesito aplicarme con él para formalizar algo. Es hora de dormir.