Capitulo 50: Atardecer

Celine se había marchado para arreglar todo para abrir el portal de agua y preparar los ingredientes que iba a necesitar para cambiar su apariencia, Izan se fue con ella para ayudarla, Leari fue al campo de entrenamiento una ultima vez para estar lista y Henry la acompaño sin siquiera decir una, esta había insistido en acompañarla, pero Regina lo que quería era estar a solas son sus pensamientos. Había ido hacía aquel árbol de medianoche, el lugar donde Henry y ella pudieron tener un momento feliz, era bonito poder recordar aquella noche que para ella significo mucho, pero al parecer a él no. Sabía que no debía aferrarse aquellos recuerdos que tal vez no tienen importancia, pero que para ella eran momentos en los que podría aferrarse cuando la noche fría llegará a ella.

- ¿Estas bien? -preguntó Nick, esta se volteo para observarlo, se había sentado en el pasto a un lado de ella-. Te veo muy pensativa, cualquiera diría que te estas arrepintiendo de tu decisión.

Nick había sido la única persona de la base con la cual podría hablar sin rodeos y que entendía el anhelo que tenía por su vida antigua. Leari le repetía que debía dejar aquellos recuerdos que la retienen en el pasado y pensar en su futuro, Izan le dice que es mejor atesorarlos dentro de su mente para no extrañarlos, Celine que es mejor no pensar en ello y bueno Henry… el ni siquiera le dirigía la palabra. El único que era capaz de entender era Nick, el único de sus amigos que había tenido una vida normal y que no estaba corrompido por el rencor en su corazón. Se había vuelto cercano a él desde aquel día, también conoció a sus dos mejores amigos: Luka y Sally. Luka le recordaba a Izan en todos los sentidos y Sally… bueno cada vez que aparecía Regina se largaba. Presentía que no debía de caerle muy bien, tal vez fuera porque pensaba que le iba a robar a sus dos mejores amigos.

-No es eso -dijo cabizbaja, recogió sus piernas y apoyo su mentón en ellas-. Solo que voy a extrañar este lugar cuando me vaya.

Le miro fijamente como si no creyera sus palabras.

-No es solo eso ¿verdad?

-Tengo miedo -le confeso-. Voy a ir a un lugar donde tal vez me maten y si no es eso va a ser algo peor.

-Sabes que nadie te va a decir algo por si decides no ir -hablo delicadamente-. Puede hacerlo Leari…

-Sino puedo esto entonces -dijo frustrada-. ¿Quién me asegura que podré con lo que se avecina?

-Ser fuerte no es algo que puedas adquirir de la noche a la mañana si no que con el transcurso del tiempo lo vas alcanzar -le consoló, poso su mano sobre su hombro-. Tienes que aprender a confiar en ti misma si quieres que las demás personas confíen en ti -puso un dedo sobre su mentón para levantarle la mirada-. Esta bien tener miedo eso te convierte en humano -se lo puso un momento-. Bueno ese término no queda contigo.

- ¿Qué tal si fallo?

- ¿Cómo sabes si vas a fallar si no lo has intentado? -inquirió, le dio un pequeño golpe en la frente-. No tienes que pensar en forma negativa si quieres triunfar.

-Todos cuentan conmigo… eso es mucha presión.

-Tienes que pensar primero en ti misma y después en los demás -dijo serio-. ¿Enserio quieres la corona? ¿La anhelas? ¿Quieres recuperar tu trono? Sino quieres nada de eso entonces no hay nada por lo que vale luchar.

-Quiero ayudarlos…

-Tienes que luchar algo que valga la pena para ti.

-Esa maldita mato a mi mejor amiga, hizo que me separara de mi familia -dijo con rencor-. No voy a dejar que me quite mas de lo que ya lo hizo.

-Entonces tienes que luchar por ello -le motivo-. Lo peor que pueda hacer una persona es no luchar por lo que quiere.

Regina le miro agradecida.

-Gracias Nick -dijo, le dio un beso en la mejilla-. No sé qué haría sin ti.

-Se que no es solo eso por lo que estas mal -continuo, sorprendiendo a esta-. Si quieres hablarle hazlo, se la primera en dar el paso.

-No se lo merece -refunfuño-. Ni siquiera sé si quiera oírme…

-Es un idiota si no quiere escuchar tu melodiosa voz -interrumpió secamente-. No es de merecer si no de lo que tú quieras y tú quieres hablarle.

-No lo se -dijo insegura-. Se la pasa evitándome y no sé por qué.

-Ten por seguro que tú no eres la culpable de eso -le aseguro-. Es algo que él tiene, si quieres descubrirlo deberías hablar con el -se encogió de hombres-. Y si no quiere escucharte por lo menos te habrás ido sabiendo que hiciste lo imposible para arreglar las cosas.

Se paro decidida hablarle, le sonrió a Nick y se despidió de el con un beso en la mejilla.

-Lo haré -dijo decidida-. Gracias por todo amigo -durante un momento frunció su ceño, pero después le sonrió-. Aunque no sé por dónde buscarlo.

Nick le señalo atrás de ellas hacia arriba, ella se volteo observando que en la azotea estaba Henry admirando el atardecer.

-Puedes empezar por ahí.

Podría correr hacía ahí, pero quería hablar con Henry lo más pronto posible así que utilizo su relicario para llegar más rápido hacía él. En un pestañeo de ojos había llegado hacía la azotea, sentía como su corazón latía con mayor fuerza, sus manos comenzaron a sudarle, y por un momento dudo en que si debía de hablar con él o mejor irse. Estaba a punto de ir hacía Henry cuando sintió una voz en su cabeza: