La calidez envolvía mi corazón siempre que estaba a tu lado. Sentí que nuestros corazones se conectaban en cada abrazo, pero nuestras mentes nunca lo hicieron. Esperé y esperé. Pero el destino en realidad no se puede cambiar y a veces me hace pensar que, si me hubiese esforzado un poco más, tal vez hoy te tendría. Catorce días me bastarán y no te volveré a pensar.