Diez Historias de terror

Mente asesina Parte II

Después que fueron encontradas en el bosque con mucho miedo , las hermanas Williams fueron trasladadas al cuartel de policía local  por los oficiales de la FBI. Alejandra estaba intentando de caminar después de su experiencia traumática, era ayudado por su hermana. Mientras estaban en la sala de interrogatorio, estaban realmente asustadas y queriendo entender que fue lo que ocurrió hace horas atrás, la muerte del tío Albert y el ser maligno que se apoderó del ser de su tía Lía. Ellas estaban en el cuartel asustadas, y milagrosamente las únicas sobrevivientes la tragedia familiar que asoló a Groveville, las hermanas Williams estaban con su ropa sucia, sus cabellos desordenados; mientras que esperaban que fueran interrogadas,  por la FBI, esperaron unos quince minutos que para ellas parecen horas; en ese lapsos intentaron de dormir, pero surgía el recuerdo de la casa y Alejandra le temblaba las manos al igual que Javiera en ese momento, entraron dos oficiales y ellas se asustaron más ante la presencia del FBI, y pudieron ver a una mujer de unos treinta años de edad, que no superaba el metro setenta, sus ojos eran  redondos de color cafés claros, su pelo liso con un corte melena que reflejaba algunos matices claros y oscuros, su nariz pequeña que era armoniosa para su rostro redondo que le indicaba cierta inocencia a pesar de su edad se veía más joven de lo que era, y detrás de ella había un hombre de la misma edad, de metro ochenta y cinco, que  tenía unos ojos realmente hermosos, eran verdes con matices gris y celestes, se le evidenciaba al contraste de la luz de la  sala de interrogatorio, su nariz era muy estética para su rostro y sus labios eran pálidos y medianos que mostraban seriedad en éstos minutos, los policías se sentaron en frente de las adolescente, con su carpeta se sentaron con calma y seriedad como era necesario en éste momento; el joven las miraba con seriedad, por lo contrario la mujer estaba más tranquila y el hombre dijo:

-            Yo soy Gustave Ducoux, agente especial del FBI- se presentó con su típico tono francés y siguió - ella es mi compañera Melek Hoffmann… vamos a hacerle algunas preguntas… - habló con seriedad y su compañera siguió:

-             Chicas… ¿Qué ocurrió realmente? - preguntó la agente con serenidad y comenzó a hablar Alejandra:

-             Habíamos hecho algo para juntar… dinero para pagar la operación de la tía Liliam... - hablaba entrecortado y siguió Javiera:

-            Fuimos a la casa… lo extraño es que la casa estaba abierta... y eso nos dio curiosidad, así que entramos… nos separamos, de repente me atacó por detrás... me estaba ahogando con una fuerza sobrenatural… y vi que era la tía Lía que parecía ser poseída por una fuerza maligna… - habló Javiera con cierto temor

-           Y mi hermana gritó… fui a socorrerla y la saqué de encima… de repente vi que tenía un cuchillo carnicero e intentó de matarme, me intentó de apuñalar… cuando me libre… - se detuvo

-           ¿Dónde estaba su hermana? - preguntó Melek

-      Yo del susto subí rápidamente al segundo piso… - con mucha angustia

-           ¿Después qué ocurrió? - preguntó Gustave con seriedad

-            Ella me intentó de asesinarme y le di una patada y subí al segundo piso, pero recordé que no vi a mi hermana… así que con angustia, entré a una habitación… - con mucha angustia

-            Y sentí que… alguien abrió la puerta de la habitación… la verdad me asusté y vi que era ella, mi hermana y no le había pasado nada; la abrace y cuando llegué a la habitación estaba mi tío Albert… - terminó Javiera de narrar y le temblaba la mano

-            ¿Después qué…? - lo dijo de manera acertada Melek

-             Hablamos un rato… mientras mi tío enviaba un mensaje a la policía por e-mail -      habló Alejandra

-             Después de eso sentimos que iban a botar la puerta… - exclamó Javiera el recuerdo le estaba generando crisis de pánico, en ese momento Melek y Gustave se preocuparon y ella dijo:

-               No se preocupen… - exclamó Javiera intentando recuperarse y Alejandra siguió:

-              En ese momento tomamos la decisión más difícil de todas… el tío Albert se resistió y no pudimos hacer nada - entre sollozos con la voz ahogada - lo dejamos ahí, pero no podíamos hacer nada… nosotras saltamos… y..y..y  es-s-s-c-c-chaamos l-a-a voz de agonía de mi tío Albert - rompió en llanto, que Melek miró a Gustave y dijo:



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En el texto hay: misterio, terror psicológico, terror

Editado: 22.05.2019

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