Limpiando el viejo escritorio, se le cayó aquel cuaderno lleno de canciones. Lo alzó y la felicidad pareció apagarse de su vida, en un segundo. Arrollada, aplastada, como un cigarrillo terminado. Las cartas en papel perfumado, guardadas en orden, hablaban de encuentros en las noches en que se suponía que él iba a trabajar al bar. Así, ella encendió su vicio. Y con éste, ardió todo.
***
Microrrelato para el reto Cinco líneas de Adella Brac de este mes. Las palabras eran: canciones, felicidad y trabajar. De paso, sigo la temática del Febrero carmesí, que es el lado oscuro del amor.
Escribo mientras voy en el colectivo a pasar unos días a las sierras. Espero que salga algo pasable.
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Editado: 14.10.2022