"Yo sigo aquí muriendo por estar contigo"
El apartamento de Rupert estaba silencioso y solo las luces tenues de las lámparas alumbraban la estancia.
—Voy a conocer al hermano de Aiden —susurró Ethan con emoción.
No sabía por qué estaba susurrando, ni por qué estaba emocionado por conocer a Rupert. Lo dejé ser porque Ethan, era Ethan.
Dejé mis tulipanes y el pingüino con la medialuna en la mesa de la sala, con delicadeza, una sonrisa escapó de mis labios al preguntarme cómo había hecho Aiden para conseguir ese peluche, dudaba que fuese un peluche común de conseguir, toqué mi cuello como reacción automática al arete de medialuna que Aiden me devolvió.
No había nada.
Miré hacia abajo y palpé todo mi cuello sin sentirlo, mi cuello estaba desnudo, mis orejas también estaban desprovistas de aretes, busqué en mi bolsa por el arete de medialuna pero no estaba en ningún lado.
—Ethan, ¿has visto el collar? —pregunté desesperada, no podía haber perdido mi arete otra vez.
Ethan me miró como si el golpe en la cabeza me hubiese dejado paranoica.
—¿Qué collar?
—¡La medialuna! El collar de la medialuna, estaba en mi cuello, ¿Dónde está?
—Emh... no sé de qué me estás hablando.
Se me hicieron agua los ojos, había perdido mi arete, quizá se había roto cuando impacté sobre el suelo. Era injusto, luego de tanto tiempo sin él, recuperarlo, solo para volver a perderlo.
Caminé por el pasillo hasta la habitación que compartía con Nancy y me detuve cuando la voz de Rupert escapó por el espacio de la puerta abierta.
—Y Jane, el amor imposible de Peter Parker, era novia de Harry, su mejor amigo.
Un sonido de sorpresa salió de Nancy
—¿Jane se enamoró de Harry? Pero... ¡Peter siempre estuvo para ella!
—Pero Peter nunca le hizo partícipe de sus sentimientos —escuché a Rupert comentar, me asomé por la puerta entreabierta, Nancy estaba sentada, apoyada del espaldar de la cama, y Rupert estaba en el mueble, cercano a la cama, con una de las historietas de Spiderman en su regazo.
Rupert estaba leyéndole las historietas de Spiderman de Bodric a Nancy.
—No me gusta. Pobrecito Peter, que horrible debe ser que el amor de tu vida se enamore de tu mejor amigo, no imagino ni cómo debe sentirse.
Rupert carraspeó
—Puedo hacerme una idea.
—¿Y Jane? Peter tiene que buscarse a otra novia porque ya no puede salir con él. Así Harry y Jane terminen, no puede salir con el mejor amigo de su ex novio.
Ay Nancy, ¿Por qué no controlas tu lengua?
—¿Crees que esté mal que Peter y Jane saliesen, aun cuando Harry no estuviese presente? —preguntó Rupert
—¿Por qué estamos aquí afuera escuchando? —preguntó Ethan susurrando en mi oído.
Pegué un salto golpeándome contra la pared del susto por olvidarme que Ethan estaba a mi lado
¡Joder con mi hombro!
—¿Fabiola? —Nancy preguntó desde afuera y maldije internamente, habíamos roto el momento
—¿Quieres regresar al hospital? — Ethan acarició mi hombro, donde me había golpeado, como si estuviese disipando el dolor. —A mí no me molesta siempre y cuando te vuelva a atender el doctor Amor.
Quería cortarle su lengua.
—No. —Me giré entrando a la habitación, Rupert ya estaba de pie y caminaba hacia mí— Hola
Nancy me dio una inspección de pies a cabeza con su ceño fruncido.
—¿Que te pasó en la frente? —su mirada se clavó justo en donde estaban los puntos que evidenciaban mi herida
—Pues.... —miré a Rupert y luego a Ethan pidiendo ayuda— me di un golpecito menor, sin importancia pero mi piel es débil y bueno, me cosieron la herida. No es nada.
—¿Como que un golpe? ¿Cómo te golpeaste? —Nancy se incorporó, preocupada pero me apresuré a llegar hasta ella.
—Estoy perfecta, tía. No te preocupes. Sanita y bailante.
Nancy no dejaba de ver mi frente, abrió la boca otra vez para seguir preguntando pero Ethan se adelantó
—Hola, soy Ethan, primo de Damián y Candice, mejor amigo de Fabiola, estoy súper contento de conocerlos por fin. —Ethan caminó hacia Rupert y le dio una palmada en el hombro con confianza— ¿Qué tal estas cuñadito? Ya pronto seremos de la familia —luego pasó de largo y llegó hasta el costado de Nancy y se inclinó para besar la mejilla de mi tía — Tía hermosa, eres más deslumbrante en persona. Hola bebé, espero que estés bien,
Mi tía parpadeó sorprendida, Rupert miraba a Ethan con gesto extraño. Los dos me miraron y yo solo me encogí de hombros
—Es Ethan. Vino desde New York a verme.
—Por la boda fracasada de Aiden. —confesó como si ese fuese un hecho del que se pudiese hablar a voz populi.
Mis ojo se abrieron con vergüenza, antes de mirar momentáneamente a Rupert, su ceño seguía fruncido.
—¿Ya sabes que Aiden no se casó? —preguntó mi tía y yo asentí
—Yo le dije —comentó Ethan, feliz— Yo me encargué de todo.
Mi tía vio a Rupert, compartiendo una mirada antes de mirarme de vuelta, no era una mirada que me transmitiera buenos augurios. La felicidad, esa esperanza que estaba creciendo dentro de mí empezó a ir caída abajo
—Cariño, Aiden no se casó, sí, pero no quiero que te confundas o que te crees esperanzas. La razón por la que él no se casó fue...
—Mi hermano está en la casa de las colinas —Rupert interrumpió a Nancy, me giré hacia él— ustedes dos tienen que hablar y eso solo le corresponde a Aiden y a ti hacerlo.
El corazón dentro de mí estaba tan acelerado como un avión en caída libre. Así me sentía, en caída libre
—Lo iré a buscar.
—¡Yo te llevo! —dijo Ethan
—Fabiola —susurró Rupert cuando pasé por su lado— me alegra que estés bien y que no haya pasado a mayores.
Sonreí quedamente.
—Gracias por cuidar de mi tía mientras no estaba.
—No me agradezcas por eso, ahora anda, busca a mi hermano, no lo hagas esperar más, ya esperó demasiado.