Salieron a la explanada, los tres edificios que le rodeaban eran todos partes del mismo magnánimo palacio, soldados y servidores Uni iban de aquí para allá, también sirvientas y doncellas pero las mujeres eran humanas, salieron de la explanada y atravesaron un primer muro, de repente habían entrado en una pequeña ciudad, los soldados solían cuadrarse y saludar cuando Hakai pasaba pero este no les hacía el menor caso, finalmente, luego de andar por casi una hora, llegaron a un achaparrado edificio, tras ser recibidos y atravesar algunos pasillos se metieron a una habitación, hubo un veloz movimiento de grupo cuando quince o veinte jóvenes humanos de distintas edades se apuraron para ponerse firmes y saludar.
-Estos son los aspirantes-explico al niño-todos estos jóvenes vinieron de lejos para unirse al ejercito de mi hermano, hay más en los otros cuartos, recibimos casi a cien este año, y si, eres el más joven esta vez-se dirigió a los muchachos-díganme, ¿Quién de ustedes fue el último en llegar?
-Yo, general-un joven de tal vez dieciséis años se acerco-soy Mazou Haku.
-Muy bien, Haku, este chico comienza mañana, quiero que lo orientes y le mantengas vigilado.
-Como ordene, general.
-Les aviso de una vez que mañana será su iniciación, prepárense.
El anuncio emociono muchísimo a los chicos, Hakai le dio un empujoncito a Koguchi para que se metiera en el grupo y este solo pudo voltear para verlo irse, la siguiente mano en tendérsele fue la de Haku, muy a tiempo pues ya estaba siendo blanco de todas las miradas.
-Aquí hay un espacio para que duermas, los futons se guardan allí, claro que es muy temprano para pensar en ello pero mientras puedes dejar aquí tus cosas, bonita espada, por cierto.
-Gracias…-fue cuanto pudo decir antes de que un repentino mareo le obligara a agacharse.
-¿Te encuentras bien?-reparo en su mal aspecto-¿Cuándo fue la última vez que comiste algo?
-No…no estoy seguro…
-Tranquilo-lo pensó-no nos dan la ración hasta en una hora pero por suerte para ti lo primero que hice al llegar fue averiguar donde quedaba la cocina, si te sientes con fuerza solo sígueme, de paso te mostrare el lugar.
Acompaño a Haku fuera de aquel edificio que, según le conto, era la estadía para todos los que buscaran unirse de una u otra manera a las fuerzas de Kouro Koukamy, algunos pasaban años haciendo de todo para conseguir una oportunidad.
-Pero yo solo llevo dos meses aquí, vine desde Isahaya y me han tenido fregando pisos desde entonces.
-¿Fregando pisos?
-Es un decir, nos entrenan mucho y debemos estar listos para acatar cualquier orden, ¿Ves esas chimeneas?
-Si-entraban a la explanada y apuntaba a la parte izquierda del palacio.
-Es el laboratorio del señor Koukamy, no debes acercarte sin autorización, hacemos muchas prácticas en la explanada porque le gusta mirar pero ayer y hoy estuvimos libre, las tropas fueron a combatir.
-¿Dónde duermen los soldados?-pregunto, para desviar el tema sin que se notase.
-No estoy muy seguro, los he visto venir de varias direcciones cuando los reúnen por lo que creo que sus barracas deben estar desperdigadas por allí, quizás nos lo digan tras la iniciación.
-¿Y de que, exactamente, se trata esa iniciación?
-Ni idea-rio-es algo que todos los aspirantes debemos hacer si es que queremos quedarnos, nos lo mantienen en secreto aunque pensando en que lo organiza el general Hakai imagino que se tratara de algo difícil.
-El general…-se metieron por la derecha del palacio.
-¡Hnm!, huele eso-ricos aromas venían de unas puertas al fondo-ya están cociendo el almuerzo, ahora, si solo conseguimos escabullirnos hasta ¡Aah!-se cuadro firme, alguien acababa de salir-¡Es la señorita Tara!
-¡Lo sé, la conozco!-se dirigió rápido hasta ella-Tara.
-¡Hola!, ¿Koguchi, verdad?
-¿Kiori ya despertó?
-No pero ya no tiene fiebre y duerme tranquila, vine a pedir que le prepararan sopa por si acaso-reparo en el soldado, rígido como tablón, y soltó una carcajada-¿Tienen hambre?, esperen y les traeré algo.
Entro a la cocina y a los cinco minutos volvió con dos enormes bollos de frijol, uno para cada uno, amablemente les aconsejo irse a comérselos al establo y se despidió.
Editado: 11.08.2018