-En caso de que alguno no lo haya comprendido-dijo Hakai a la temblorosa tropa-su prueba de iniciación consiste en atravesar el lago, llegar al islote, subir la torre y tocar el balón, y deben hacerlo en menos de una hora, por supuesto-agrego-no es su única opción, esta prueba es solo para los que desean unirse al ejercito, si no se sienten con fuerzas se pueden retirar, hay mucho trabajo en los campos y en la ciudadela.
¡Qué salvada!, buena parte del grupo solo estaba allí como soporte a sus familias y lo mismo podían serlo en el campo, cuando se hicieron a un lado solo quedaron para la prueba como veinte, incluyendo al tipo de la máscara que enarbolaba un gancho largo, Koguchi, pálido pero decidido pues sin duda un soldado se acercaría más a Kouro que un campesino y Haku, no muy seguro de sí pero con la idea de que si algo en la vida le dejaría incapacitado no sería una hoz en una siembra de arroz.
-Hm…más que el año anterior-Hakai parecía decepcionado-muy bien, futuros cadáveres, a la línea y prepárense, la carrera empieza al sonar la campana.
Los aspirantes dispuestos se colocaron en una línea al borde del lago, el resto se aparto y se sentó por los alrededores para mirar, Koguchi dedico unos segundos para mirar a sus contendientes y medir sus agallas antes de concentrarse enteramente en la pista, debía analizar los obstáculos y hacer lo posible para avanzar evitando a las temibles bestias que sin duda harían lo posible para cortarle el paso.
-¡Comiencen!-fue el grito de Hakai sobre la torre de vigía, acompañado por el tañido de la campana.
Veintisiete jóvenes se lanzaron en dirección al lago, las bases y pilotes sobre su superficie eran un precario pero evidente camino para atravesar hasta el islote, pronto el extraño de la máscara se puso a la delantera, era de contextura menor, más ágil al resto y parecía no tener el temor que retrasaba a los demás, antes de cubrir la mitad del trayecto comenzaron los verdaderos problemas, la criatura del la lago reapareció saltando sobre las aguas y lanzando a más de uno de cabeza al lago.
-¡Sujétate!-grito Haku, Koguchi se agarro de un pilote y dejo que le atravesara una ola pasándole de largo.
-¡Gracias!-su amigo estaba tendido sobre una base más adelante.
-¡¿En qué diablos estaba pensando?!, ¡Si me encanta el arroz!
Koguchi le alcanzo y lo obligo a continuar, acababa de ver algo terrible, la serpiente marina lanzaba chorros de agua a los aspirantes y por las vaharadas de vapor que soltaba solo podía ser agua hirviendo, no dejaría que Haku se quedara quieto para que lo frieran, se fijo entonces que el de la máscara no luchaba por mantenerse en línea recta hacia el islote sino que rodeaba por las bases, alejándose de la línea de fuego, buena idea, él y Haku hicieron lo mismo; de este modo cubrieron rápidamente la distancia que les separaba de este cuando lo vieron hacer un movimiento extraño, lanzo su gancho para enganchar una base y se la puso de escudo, muy oportuno porque empezaron a salir troncos medianos, como catapultados del agua, Koguchi se vio de pronto en la trayectoria de uno e hizo lo único que tenía sentido, sacar su espalda y contrarrestar el ataque, esperaba lanzar el proyectil a un lado y sorprendentemente su espada lo corto en dos.
-No puede ser…
-¡Koguchi, muévete!-Haku le alzo en vilo y salto entre las bases los pocos metros que quedaban para llegar al islote.
Para los diez o doce que pisaron tierra fue una nueva clase de infierno, la serpiente marina les dejo en paz pero el dragón les ataco con todo, más de uno tuvo que saltar de vuelta al agua para salvarse de las llamas, definitivamente ese no era ni el momento ni el lugar para detenerse a considerar la verdad sobre su espada.
El de la máscara había logrado llegar al islote sano y salvo, una vez allí las cosas se le comenzaron a complicar, Koguchi lo vio tratando de engancharse a uno de los huecos para subir la torre pero la cadena no le daba y quedarse en una posición fija demasiado tiempo era en extremo riesgoso, él y Haku daban vueltas en zip-zap, de pronto logro anclarse, empezó a subir, el chico ahogo un grito cuando la cola del dragón se movió dándole de lleno, el gancho estaba enrollado a su brazo asique se soltó y callo con él, la mascara voló hacia una zanja cercana, su dueño no se movía.
-Oh no-se detuvo-¿crees que este…?
Editado: 11.08.2018