No sabía dónde estaba pero definitivamente no estaba muerto, ahora comprendía que nunca gozaría de tan dulce alivio, ¿pero dónde estaba entonces?, todo era blanco, como estar entre nubes, su querida abuela Shizen le acunaba en brazos y él a su vez acunaba a su pequeña Sakkaku, no había duda, debía estar soñando.
-Lo arruine, abuela-ya que estaba allí bien se podía desahogar-mi hermano está muerto, lo perdí todo, ¿Y para qué?, no hay solución, ni siquiera respuestas.
-Mi corazón, ¿Que quieres saber?
-¿Por qué yo?, ¿Por qué así?
-Me temo que no se eso-no le sorprendía-pero, ¿Alguna vez te conté como encontré a tu padre?
-No…
-Cuéntanos-pidió Sakkaku-por favor.
-Oh, es una historia tan maravillosa como enigmática-empezó, dedicándole una tierna mirada-fue una noche al comienzo de la primavera…
Flashback
Rina acababa de destetarse y ese fue su permiso para dejarla a cargo de la manada y salir a estirar sus patas, sus pasos o quizás un ente superior la condujeron a un claro donde fue testigo de un fenómeno por demás extraño.
Vio a una mujer joven cavando un agujero, tenia larguísimo cabello oscuro pero no era asiática, sus ojos brillaban como dos flamas en la noche, cuando el agujero fue bastante profundo saco algo de una bolsa a su lado: una gran semilla roja cruzada por un rayo negro, la puso en el hoyo, la cubrió de tierra, le hecho agua de una tinaja y espero.
Shizen también espero, intrigada, en minutos surgió un brote y fue creciendo al paso de las horas hasta convertirse en un plantón con muchas hojas verdes y un capullo de flor con pétalos de rojo brilloso e intenso; se acercaba el amanecer y la mujer comenzó a impacientarse, daba vueltas alrededor de la planta como si esperase una señal, cuando las primeras luces del alba llegaron se harto, saco una saga y apuñalo el botón de costado, luego se fue, pisando fuerte y de pésimo humor.
Solo entonces pudo ella acercarse a investigar, tomo su forma humana y palpo la herida en la planta preguntándose que podía llevar a esa mujer a ser cruel con una flor; solo ese sentimiento de compasión hacia falta, el botón se abrió en muchos pétalos perfumados, era una gran rosa pero la verdadera sorpresa estaba en su interior, albergaba a una minúscula criatura de piel sombría.
Fin de Flashback
-¿El abuelo salió de una planta?-a Sakkaku parecía hacerle gracia.
-Así es, me enamore con solo verlo, siempre quise criar a un pequeñín-se rio-pero claro, mi Tadashi creció muy rápido, ya tenía el tamaño de un adulto a los cuatro años.
-¿Y aquella mujer?
-Nunca volvió y doy gracias por ello, sospecho que era una bruja y que lo quería para algún propósito siniestro, por eso nunca le hable de ella a Tadashi, temía que la fuera a buscar.
-Abuela…-finalmente se atrevió a mirarla-tu jamás me contaste eso… ¿De verdad estas aquí?
-Sí, mi amor, mi espíritu siempre te ha cuidado.
-Y ella…-miro a Sakkaku-¿Es real?
-No, la creo tu imaginación, como un apoyo para lidiar con tus conflictos.
-Y vaya que tienes de esos, papá.
-¿Qué se supone que debo hacer ahora?
-No es tarde para que recuperes tu corazón y lo escuches.
-No voy a soportarlo, eso lo sé bien.
-Entonces solo te queda esperar, la ayuda vendrá de algún lado.
-No quiero paz…-cerro los ojos-no la merezco…
-¿Qué quieres entonces, mi cielo?
-Sí, papá, ¿Qué es lo que quieres?
-…Libertad…
Cuando abrió los ojos de nuevo se vio acostado dentro del carromato con el retrato de su abuela a un lado, seguro eso había provocado tan curioso sueño, fue lo último que vio cuando lo metieron allí, antes de que el cansancio lo derrotara; sentía que se estaban moviendo, el vaivén del vehículo le daba cierto sosiego y antes de atinar a preguntándose cuanto llevaba allí volvió a quedarse dormido.
Editado: 11.08.2018