Mi día va a empezar...(me caigo de la cama)... ahora.
Me lavantó del suelo y me voy al cuarto de baño
-¡Gea, ven a la cocina!- me dice Ona
-¡Ya voy!- digo y voy bajo
Bajo y veo a Abby
-¡Abby!- digo y la abrazo
-¿sabes ya el deseo que vas a pedri?- me dice Ona haciendo que nos separemos del abrazo
-¡Sí!- digo y sonríen- mi deseo será bajar a la Tierra- digo y bajan las cabezas
-¿Por qué no pides otro?- dice Ona- te necesitan aquí- me vuelve a decir
-No voy a pedir otro, además, tú te puedes encargar de esto un tiempo- digo con tranquilidad
-Pero si bajas va a estar en peligro- me dice Abby- ahí los hombres te van a hacer la vida imposible- me dice
-Lo cambiaré, os lo prometo- digo y cuando termino de desayunar, voy a mi cuarto a cambiarme
Me pongo un vestido largo de tirante de rosa palo, con unas brillantinas en mi pelo, después me puse unos zapatos muy cómodos, me suelto el pelo.
-Gea, tenemos que ir a la puerta- me dice Ona
-Ve tú, yo llegó enseguida- digo
Paso dos minutos y me encontraba en la puerta, oigo a un hombre descutiendo con Ona
-¿Qué pasa aquí?- digo
-¿Quiero hablar con el superior, Dios?- me dice el hombre
-Estás hablando con la superior, no existe un Dios, solo Diosa- digo y esté se ríe en mi cara y yo inmediatamente me pongo seria
-¡Una mujer no puede tener poder!- dice y lo único que hago es mirar a una niña pequeña
-Hola, ¿te llamas Rosa, verdad?- digo aganchandome a la altura de la niña
-Sí, ¿y tú quien eres?- me dice y miro a Ona
-Llevatela- le digo y Ona coge la mano de la niña y pasan la puerta
-Y tú, te irás de aquí- le digo
-No- me dice
-Sí- le digo
-¿por qué?- me dice y yo suspiró
-¡Abby!- digo y aparece por la puerta, este no sabia que cara poner
-¿La conoces?- le digo al hombre
-Sí, claro, es mi hija- dice y quiere ir a darle un abrazo pero Abby le dice que no se le acerque
-Abby, ¿algo que decir?- le digo mirandola
-Sí, quiero...-hace una pausa para pensar bien en su opinión- que se vaya al infierno
-Hija, no me puedes hacer esto- dice el hombre
-Tú me hiciste pasar un infierno, no te importó que sufriera, ahora yo quiero lo mismo, quiero que te pudras en el nfierno- dice y se le cae una lágrima, y se va, haciendo que yo tenga la última palabra
-¡Por favor, te lo súplico, perdoname!- me dice, yo me mantengo seria
-Lo siento, pero no puedes estar aqui- digo y lo mando a infierno
Cuando ya llegué a mi casa, vi a Rosa, quien me abrazo.
-Gracias- me dice con su voz tierna
-No hay de que, ahora ve allí con los demás niños- le digo y asiente
Voy a mi cuarto, pero al pasar por él, oigo los sollozos de Abby enfrente de mi habitación, así que decidó entrar
-¿Crees que hice bien en decir eso y no perdonarle?- me dice mientras yo me siento a su lado
-Hiciste bien, ahora tú estas en paz- le digo y ella me abraza
-Gracias, y lo siento lo de está mañana, yo te apoyo. Si quieres bajar, te tengo que contar varias cosas- me dice y yo asiento