¡ Dios Mío, Hazme Viuda Por Favor !

capítulo 4) La Boda

Sophia vio a Sebastián aparcar su hermoso Lamborghini frente a la casa de sus padres. Con su perfecto traje gris, entrecerró los ojos al ver como se encontraba afinando sus lentes

Con su perfecto traje gris, entrecerró los ojos al ver como se encontraba afinando sus lentes

-¿No se supone que da mala suerte ver a la novia antes de la nupcia?

-¿No se supone que da mala suerte ver a la novia antes de la nupcia?

-Eso es el día de la boda -respondió Sebastián-. La noche anterior no cuenta. Añadio mientras caminaba hasta llegar a su espacio

-Me alegra saberlo -dijo ella sus pasos sonando sobre la gravilla del camino-

Sophia se percató de que su prometido seguía observando su boca

-¿Vas a ofrecerme una copa o me la sirve mi nuera? -dijo tan fuerte como pudo para que la mamá de Sophia escuchará su comentario

-Mejor te la sirvo yo, no quiero quedarme viuda antes de la boda. ¿Qué quieres tomar?

-Una copa de vino blanco

-Imagino que no habrá luna de miel, ¿verdad?

-Al contrario, he pensado que podríamos ir a Provenza.

Es una oportunidad perfecta para ver cómo siguen las propiedades. Hace unos años, mi abuelo contrató a un matrimonio para que lo atendiese y quiero ver si lo han hecho.

-¿Por qué no vas solo? -sugirió ella-. No necesitas que yo vaya contigo. Seguramente molestaré o diré algo inapropiado, ya me conoces.

-Sophia, vamos a casarnos mañana -le recordó Sebastián-. Sería extraño que me fuera solo a Provenza después de la boda, ¿no te parece?

Él dejó escapar un suspiro, se encogió de hombros mientras tomaba un sorbo de vino.

Era de tarde y el día de la boda había llegado, la figura que veía reflejada en el espejo era el sueño de toda su vida, llevar un lindo vestido, tener una fiesta afable y ver a los ojos y aceptar ser la esposa de Sebastián Méndez aunque de esta manera no lo hubiese deseado jamás.

-Por qué elegiste este vestido otro modelo se vería más elegante, este es muy simple.

Sophia se contuvo y suspiro        

Sophia se contuvo y suspiro .

-Tu más que nadie sabes es ambos no estamos dispuestos a esta boda- dijo tratando de convencerse a ella misma

-Estabas esperando este momento no me vengas a decir que no lo deseas-

-Estoy anhelando que termine la ceremonia. 

-Es normal, le ocurre a todas las novias -dijo su madre parada dentras viendo su figura lista.

El sueño más grande de Sophia era tener una boda de ensueño con una iglesia llena de flores, damas de honor y niños llevando las arras. Con una linda carroza o una enorme limusina adornada de flores blancas. Había imaginado que su apuesto marido levantaría su velo y la miraría con los ojos llenos de amor...

Pero sus sueños y la realidad nunca habían tenido nada que ver. Esto era muy diferente.

-Vamos -dijo Sara la madre de Sophia-. 
No voy con esta boda, no estoy de acuerdo con esto, arruinaras tu vida junto a ese hombre

Los ojos de Sophia vieron a Sebastián trajeado con el semblante serio, mientras su madre y ella se disponen a bajar las escaleras. Sebastián dió un rápido vistazo conociendo a Sophia tenía miedo de que apareciera con una exagerada minifalda y una blusa de tirantes o decostada, sus pupilas se ensancharon al ver el vestido que Sophia traía puesto, un ejemplar de tono blanco, con una abertura dejando mostrar sus largas y hermosas piernas, destilando elegancia y sencillez con el cabello envuelto en un simple y clásico recogido hacia atrás.

Se quedó anonadado al ver que su largo cuello no estaba adornado con alguna fina prenda empedrada, Sophia era parte de una de las familias reconocidas y prestigiosa de todo el país Sebastián imaginaba algo más extravagante.

-Cierra la boca deja de votar baba te hace ver más idiota de lo que eres  -le dijo-. Pasando a su lado sin mirarle

- Por lo menos llevas algo decente, imaginé que te vería vestida como una tribolera-

Ella le miró mal y su madre frunció el ceño

-Vez la impresión que tienen los demás al verte vestida como lo sueles hacer- dijo Sara mirando la cara de Sophia

-Ahora que serás una mujer casada deberías de aprender a comportarte como tal-  

Al llegar al establecimiento donde se llevaría a cabo la boda civil, la sala se encontraba totalmente desolada, una parte de Sophia se sintió triste y vacía, está no era la boda que había anhelado, no era la forma para llegar al altar, como testigos de encontraban sus padres, su madre sin ninguna expresión y su progenitor con mirada de compasión ya que él tenía claro que era su más grande sueño, lástima que jamás será completado.

-Puede besar a la novia -dijo el pastor.

Sophia miró mal a Sebastián y este rodó los ojos

Sebastián la tomo por la cintura para hablar en susurros




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