Capítulo 8| Ser animadora

M A R
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Las chicas se sientan en las gradas para observarnos entrenar con las animadoras. Zarahi la capitana nos explica a las nuevas que nuestro gran debut será en dos semanas con la apertura de la temporada de fútbol. Habiendo finalizado un discurso acerca de las importancias por las cuales entramos al grupo de animadora y por qué debemos tomarlo como algo serio comenzamos los calentamientos.

Cuando terminamos los estiramientos comenzamos con los primeros pasos para el baile, el cual es algo bastante movido, pero me gusta. Fueron fáciles al principio, pero cuando tuvimos que ponerles música a los pasos nos perdimos un poco. Bunnie era la mejor lograba hacer el patrón de pasos sin equivocarse y sin que Zarahi nos viera me fue ayudando a tomar el ritmo.

– muy bien señoritas practiquen los pasos básicos y enviaré mensajes al grupo de Whats App para que sepan de los entrenamientos – nos habló a todas Zarahi que tenía su rostro de un tono rojizo por el esfuerzo. Todas asentimos y en cuanto la capitana se dio vuelta muchas caímos rendidas al suelo.

– novatas, ser animadora es más que ser una Barbie plástica – comento Kenna estirando las piernas, la co-capitana siempre se tomó enserio el ser una animadora y todo lo que tenía que ver con sus notas académicas. – esto es un equipo niñas por lo que si alguna tiene dudas puede consultar y les recomiendo tomar relajantes musculares – tomando sus cosas Kenna también desapareció junto a las demás chicas del equipo.

Tiradas en el suelo como estrellas marinas de cinco puntas veíamos el techo con Bunnie. Me dolía el cuerpo por no estirar como debía subestime que el baile también puede doler. En mi punto de visión apareció una cabellera pelirroja con una sonrisa de lunática, Red me ayudo a ponerme en pie. Las chicas se estaban burlando de nosotras haciendo pasos que ensayamos de maneras más torpes y con caras bobas. No pude evitar soltar una carcajada al ver a Melione con los pompones gritando las iniciales del nombre del liceo.

– no bebé mejor quédate con la escritura el baile no es lo tuyo – dijo Red quitándole los pompones a Melione que sonrió cómplice. Nos dirigimos a los vestidores dejando a las chicas atrás que nos esperarían en el estacionamiento. Solo necesitaba darme una ducha para sacarme el sudor del cuerpo algo rápido para que el agua me haga recuperar fuerzas.

En el estacionamiento las chicas nos esperan ya dentro del auto que me dejaron el asiento del copiloto libre ya que me bajo en mi casa. Había hablado con mi madre por lo de mis entrenamientos de animadora me dejo llegar un poco más tarde a casa, pero aun así no me levanto el castigo. Debía salir del entrenamiento e irme directo a casa si llegaba a irme a otro lado mi madre lo sabría. Dentro de mi domicilio o como la llamaban mis amigas cárcel de castigo solo contaba con la presencia de mi madre.

– hola mamá – saludo dejándome caer en el sillón de la sala queriendo que los suaves cojines me lleven a otro planeta llamado sueño.

– ¿cómo te fue en tu primer día como animadora? – pregunto mi madre desde la cocina donde salía un rico aroma a comida casera.

– supongo que bien todavía me duele todo el cuerpo, pero me acostumbrare creo ¿dónde están Bianca y papá? – la casa estaba en un tranquilo silencio que era algo poco usual durante el día. Mi padre cuando no está trabajando se la pasa jugando con Bianca o pasa tiempo con mamá para no apagar el fuego de su matrimonio dejándolo caer en la monotonía.

– están en casa de tu tía Aileen al parecer tu tío Damián organizo un día de padres e hijas para que nosotras descansemos un poco – mi madre aparece en la sala secando sus manos con un paño de cocina, traía un vestido sencillo y el cabello atado en una coleta floja.

– si nos dejaron para que descansemos ¿me puedo saltar por hoy el entrenamiento? no me siento con energías y mi cuerpo pide dormir – sin siquiera moverme del sillón espere a que mi madre me respondiera con una afirmación para que pueda descansar estoy molida.

– puedes saltarte el entrenamiento solo por esta vez – mi madre volvió a desaparecer de la sala quedando yo sola buscando ponerme en pie de una manera en que mis músculos no me duelan.

Metida entre mis sabanas no puedo dormir por estar con mi cabeza pensando en lo que había pasado en el liceo. Guíe a los nuevos estudiantes por el liceo mostrándoles todos los lugares para que no se perdieran. Hable con ellos descubriendo que en realidad ellos dos no son dos mortales comunes como se los ve. En la muñeca de Calíope note una marca de una media luna con una espada atravesándola, Oliver no hablaba mucho, pero se mantenía en un estado de alerta todo el tiempo.

– muchas gracias por mostrarnos el liceo eres muy amable Mar – sin que yo pudiera reaccionar Calíope me abrazo aprisionando mis brazos a mis costados apretando su agarre un poco dejándome notar lo fuerte que es.