O L I V E R
🗡🦉🗡
Despierto desorientado con mis muñecas atadas a la cama y con la presencia de un cuerpo femenino a mi costado. Mi cabeza duele, el estómago me ruge y la sensación de que algo malo paso anoche viene a mi mente. Giro mi rostro a mi costado viendo una maraña de cabello pelirrojo y piel blanca como la porcelana. Lástima que su rostro se ve demacrado por la resaca y una fina línea de baba cae de su boca. Sus pestañas se abanican contra sus pómulos y dos pares de ojos verdes me miran.
– por las manzanas que dolor de cabeza – la pelirroja se levanta dejando a la vista su espalda con un brasier de encaje negro. – ¿cómo llegue aquí? – miro la habitación para luego esconder su rostro entre sus manos. Dando una mirada por el lugar noto que es mi habitación y la incomodidad comienza a notarse aún más.
– me desatas las manos – la chica giro su rostro a verme y moví mis muñecas mostrando que no podía aflojar su agarre. Sus ojos se abrieron en grande y subiendo las sabanas para cubrir su cuerpo me ayudo. Cuando mis manos estuvieron libres las frote por el dolor que estaba sintiendo alrededor de mis muñecas.
– estabas atado con mi cinturón – habla la pelirroja viendo la pieza de cuero que tenía entre las manos. Mi cabeza me estaba doliendo demasiado como para pensar y limitándome a taparme los ojos me deje caer en la cama para ver si el ligero mareo que había tenido al intentar levantarme se pasaba.
El peso de la cama a mi costado desaparece por lo que calculo que la chica se puso de pie y permaneciendo con mis ojos tapados intento pensar que paso anoche. Algunos flashes back fugases pasar en mi mente donde me veo tomando mucho alcohol y hasta incluso besando el cuello de una pelinegra. Retirando mi mano de mi rostro veo a la pelirroja con un vestido holgado de color blanco y ajustando su cinturón negro a la cintura. Frente al espejo acomoda su rebelde cabellera pelirroja para luego atarla con una goma que lleva en la muñeca. Un moño desprolijo se ve en su cabeza y examinando su rostro ella suelta un suspiro cansado.
– no tuvimos sexo o eso creo sino estaría completamente desnuda – girando sobre sus talones me mira de manera seria y con cara de tener una resaca tremenda. Poniéndome de pie a pesar del dolor de cabeza y el mareo noto que llevo mis pantalones puestos.
– llevo mi ropa solo pasamos la noche juntos por lo que parece – recalco lo obvio mientras me masajeo las cienes, mi estómago vuelve a rugir y para no ser un completo cretino vuelvo a hablar – por cierto, me llamo Oliver – la joven de ojos verdes me sonríe extendiéndome su mano de manera gentil estrechándola la muevo un poco.
– es un placer soy Loaiza, pero todos me dicen Red – soltando mi mano ella busca con la mirada por mi habitación hasta que encuentra unos tacones negros que se coloca.
– bien Red si no te molesta puedo llevarte a tu casa luego de desayunar – esta asiente tomando una chaqueta de jean que estaba tirada en el suelo y se la coloco.
Bajamos viendo el desastre que es mi casa con basura por todos lados y personas durmiendo sobre esa misma basura. Algunos con ropa, otros con ropa mojada y algunos en ropa interior. Mi acompañante no parece asombrada por el desorden y pasa entre la basura como si lo hiciera todos los días.
– ofrecieron una buena fiesta lástima que no recuerdo mucho – con la pelirroja entramos a la cocina donde también había un montón de mugre por todos lados. Abriendo algunos muebles saco algunas cosas y rebuscando la heladera termino para preparar dos sándwiches. Sacando dos platos y dos vasos sirvo un poco de jugo y preparo primero el sándwich para la pelirroja preguntándole que agregar.
Quitando las latas y demás cosas de la isla nos sentamos uno alado del otro comiendo en silencio. Nuestras rodillas se rozan por debajo de la mesa e intercambiando miradas sonreímos sin decirnos nada.
Sus ojos verdes me hacen volver a un recuerdo de la noche pasada donde la misma pelirroja aparece encima de una mesa con su ropa interior de encaje negra bailando. Estamos viéndonos mutuamente y antes de que ella se caiga de la mesa voy hacia ella agarrándola antes de que caiga al suelo. Toca mi rostro con sus delicadas manos mientras se ríe y comienzo a caminar con la chica a cuestas.
– podrías llevarme a mi casa ahora – viendo la hora en mi celular confirmó que es temprano, pero teniendo en cuenta que ella no tenía planeado quedarse en mi casa ni siquiera en mi cama. Tomando las llaves de mi auto junto con una camisa y una chaqueta para ir presentable por si llegamos a su casa y sus padres están fuera esperándola.
El viaje fue algo diferente de lo que estaba acostumbrado con Calí o las gemelas Chastain, Red es en pocas palabras una chica alocada. Cantando música a todo pulmón en el auto subiendo la radio fuerte y gritándole a los conductores que se nos adelantaban de una manera brusca. Bailando sentada desde su asiento y alentándome a seguirla el ritmo cosa que no hice con la escuda de que debía conducir. Cuando tomo su celular comenzó a hablar por vídeo llamadas con sus amigas las cuales se reían de las cosas que les decía la pelirroja.
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Editado: 10.10.2020