Después de llegar a la casa Arthur, Carol y sus hermanos hablaron hasta entrada la noche sobre la posibilidad de rescatar a Alex, empero, la conclusión fue que tratar de salvarlo no era viable en vista de que Fratum estaría más custodiada que de costumbre. Con los ojos hinchados de llorar Arthur no tuvo otra opción que retirarse a su habitación para continuar plañendo y culpándose por todo lo que Alex sufriría. La tormenta que en ese momento caía, así como los aullidos constantes de los lobos, vino a acelerar lo tenebrosa que, a su parecer, ya estaba la noche. A ratos se quedaba dormido solo para que en sus sueños se manifestaran escenas aterradoras donde veía con pavor como Alex era decapitado por Otis mientras todos los adeptos celebraban en presencia de Vosx.
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- ¡Arthur, Arthur! Despierta, hay ruidos afuera de la casa- dijo Carol con evidente pánico- Sospechamos que son Barnett y Ot.
Él solo atino a verla con un visible miedo en su rostro.
- ¡Jacob, abre la puerta! Tenemos una cita sumamente importante en Fratum- vocifero Barnett. Es mejor que toda tu parentela inmunda salga. ¿O prefieres que entremos?
-No es necesario- explico Jacob al momento que abría la puerta con el miedo reflejado en sus ojos.
- Dile a tu maldita familia, incluyendo al ‘primito’, que tienen dos minutos para salir y subir a mi camioneta- espeto Ot con una indudable furia.
Todos ellos, Arthur, Carol, Noah y Jacob, no tuvieron otra alternativa que subir a la furgoneta de Ot para emprender el camino a Fratum, entretanto Barnett los seguía en su auto.
Al llegar todos vieron como la actividad allí era fervorosa. Al parecer todos los adeptos y los auxiliatores habían venido.
-Sabes que hacer Jacob, no nos decepciones- dijo Ot.
Sin pronunciar palabra Jacob condujo a los demás al interior de la casa de la hermandad, directamente a la Gran Sala. Al ingresar se dieron cuenta que una multitud enorme estaba allí, incluyendo a Kelly y Grace. En muchos rostros se vislumbraba un temor que corroía el corazón; la mayoría no estaba segura de lo que podría acaecer en los próximos minutos. Fue hasta que observaron que Barnett, Ot, Gehenna y Furor subían a la plataforma de la Gran Sala que presagiaron que lo que se avecinaba no sería agradable.
-Silencio, nuestro hermano Barnett les comunicara un mensaje que los pasmara- dijo Furor mostrando solemnidad.
Ahora Barnett y los demás adeptos vestían una túnica escarlata con el símbolo de Abaddón al frente: una esfera circunscrita en un cubo.
-Hoy, muy de mañana, arribo a Fratum nuestro Primum Discipulum. Ella está aquí para ejecutar el ritual máximum con el Grimoire con el propósito de abrir el portal que nos conducirá a Eversor ante la presencia de nuestro Dios Abaddón.
Los murmullos dentro del Gran Salón iban en crescendo.
- ¿Dijo “ella”? - exclamo Noah.
Noah espero recibir respuesta a su pregunta, pero para ese momento todos los oyentes lucían impactados.
En su totalidad suponían que “ella” saldría por la puerta ubicada atrás del podio, pero, sin aviso, la puerta de doble hoja de la Gran Sala se abrió de par en par para dar paso al Primum Discipulum, que era escoltada por cinco adeptos en cada costado. También portaba una túnica escarlata y llevaba puesto el colobio sobre su cabeza. Este no permitía ver como era su rostro; sin embargo, dentro de la concepción de Arthur seguramente era una mujer peor de espantosa que Gehenna.
En cuanto subió al estrado tomo su posición frente a todos los novus e inmediatamente se despojó del colobio. Insólitamente el Primum Discipulum era solo poco mayor que Arthur y Carol.